Si tienes un perro ya sabes de lo que hablamos. Aunque su cuidado requiere esfuerzo y sacrificio, la verdad es que la recompensa es invaluable. Los perros son compañeros maravillosos. Y, como si no fuera suficiente, tenemos buenas noticias para ti. Un nuevo estudio concluyó otro beneficio de estas mascotas; pasar diez minutos con ellos puede ser una forma de dar alivio.

En su artículo en Greater Good Magazine, Jill Suttie rescató una investigación recientemente publicada. En ella 73 dueños de mascotas informaron sobre sus niveles de estrés, su historia con los animales, su actitud hacia los perros, el tiempo que llevaban teniéndolos y el vínculo que les unía a ellos antes de someterse a una prueba diseñada para inducir el estrés. 

Tras la prueba de estrés, los dueños de los perros informaron los niveles de estrés alcanzados, así como de ansiedad y sentimientos positivos y negativos. A continuación, se le asignó aleatoriamente a uno de tres grupos interactuar durante 10 minutos con su perro, a otro trabajar en un libro para colorear «antiestrés» y al último esperar tranquilamente a ver a su perro.

A través de cámaras ocultas, los asistentes de investigación observaron cuánto tiempo pasaban los participantes del primer grupo con sus perros: hablándoles, jugando con ellos o tocándolos y haciéndoles cariño. Al cabo de 10 minutos, todos los participantes informaron de nuevo de su nivel de ansiedad y de lo positivos o negativos que se sentían.

Los resultados fueron claros: las personas que interactuaban con su perro sentían menos ansiedad y experimentaban sentimientos más positivos que las que coloreaban o esperaban a ver a su perro. Esto era cierto independientemente de la experiencia que tuvieran con los animales en general, del tiempo que hubieran tenido a su perro o del vínculo afectivo que sintieran con él. Las características del perro, como la raza o la edad, tampoco influyeron.

«Hay algo especial en estar con tu mascota comparado con otra actividad supuestamente desestresante, o comparado con no hacer nada», dice la coautora del estudio, Hannah Ralia, de la Universidad de California en Santa Cruz.

¿Por qué habría de aliviar la ansiedad estar con nuestro perro? Este estudio no lo investigó, pero hay varias hipótesis: una posibilidad es el contagio emocional. Es probable que una mascota que se reúne con su dueño tras haber estado separada esté emocionada y feliz, lo que podría contagiar al dueño. O tal vez centrarse en una mascota querida desvía la atención de la propia ansiedad, o quizás el acto de acariciar o jugar con un perro es tranquilizador en sí mismo.

Aunque en el grupo del perro no disminuyeron las emociones negativas en general, sí ocurrió con las personas que pasaron bastante más tiempo interactuando con su perro en comparación con las que pasaron menos tiempo. Al parecer, aunque las interacciones breves tienen ventajas, cuanto más interactúes con tu perro, mejor.

«No quiero ser demasiado grandilocuente en esta conclusión, pero es bueno saber que, si uno se siente estresado, pasar tiempo con su perro puede ser una forma intencional de reconfortarse, de sentirse un poco más ligero, un poco menos ansioso», afirma Ralia.

LA PSICOLOGÍA DE TENER UN PERRO

Estos resultados coinciden con investigaciones anteriores según las cuales la presencia de perros puede aliviar la angustia y disminuir los marcadores fisiológicos del estrés en personas que atraviesan momentos difíciles. Pero difieren de investigaciones anteriores porque este estudio ayudó a demostrar la causa y el efecto, y los participantes interactuaron con sus propios perros en lugar de con perros de terapia o compañía.

«En combinación con muchas otras investigaciones sobre las interacciones entre humanos y animales, una recomendación podría ser tener perros de compañía, aunque no queremos decir que todo el mundo debería tener un perro», dice Ralia. «Los perros de compañía pueden conllevar otros factores de estrés, como tener que alimentarlos y pasearlos. Pero, para las personas que tienen perros, es posible que quieran interactuar más con ellos para aliviar el estrés«, añade.

Aunque en este experimento no se estudió a los gatos, es posible que éstos también alivien la ansiedad, dadas las investigaciones anteriores. Sin embargo, la mayoría de los estudios en este campo se han hecho con perros, quizá, admite Ralia, “porque son más fáciles de adiestrar como animales de terapia y son, en general, más sociables”.

Como sea, no cabe duda de que queda mucho por investigar, como averiguar si es que estos resultados son más probables para cierto grupo de personas y su relación particular con el animal. Por ejemplo, algunos tipos de contacto podrían ser más positivos que otros: acariciar a un perro mientras está sentado tranquilamente en tu regazo puede aliviar más el estrés que si está saltando sobre tus piernas. Del mismo modo, ciertos tipos de juego con el perro podrían inducir sentimientos más positivos que otros.

De todas formas, Ralia espera que su estudio anime a reconsiderar las barreras que impiden a la gente tener perros o estar cerca de ellos; como las restricciones en la vivienda, el lugar de trabajo o los viajes. Tal vez así, más personas podrían experimentar el apoyo emocional que supone tener cerca un perro cariñoso. 

Por Equipo Espacio Mutuo

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