Soledad: el ingrediente secreto de la genialidad
“Siempre me habían dicho que debía mostrarme más abierta, aunque yo sentía que ser introvertida no era algo malo. Así que durante años fui a bares abarrotados, como muchos introvertidos hacen”, relata Susan Cain, quien más adelante llegaría a escribir el libro “Quiet: El Poder de los Introvertidos en un Mundo que No Deja de Hablar”, y cuya Charla TED se convertiría en la favorita del multimillonario Bill Gates.
¿Te resulta familiar su experiencia? Vivimos en una sociedad que asocia la soledad a la tristeza, a la sensación de vacío y a la depresión, y se les enseña a las personas a temerle. Y claro, los seres humanos somos criaturas sociables, especialmente ahora que la tecnología ha permitido la masificación de redes sociales, smartphones y Apps.
Pero tras una larga jornada rodeados de gente, de reunión en reunión, siempre atentos a las últimas notificaciones y los nuevos mensajes de texto, los momentos de soledad nos proporcionan un espacio de reposo sanador, de libertad y reflexión.
LA SOLEDAD ES INEVITABLE, ASÍ QUE ÚSALA A TU FAVOR
Según Robert Lang, profesor de la Universidad de Nevada y experto en dinámicas sociales, gran parte de las personas vivirán solas en algún momento de sus vidas, ya que cada día se casan más tarde, aumentan las tasas de divorcio y crece la expectativa de vida.
Para muchos, vivir solo representa un estilo de vida lujoso, signo de prosperidad e independencia – poder usar el espacio de la cama completo, tener la televisión para uno mismo, cocinar según los propios gustos, improvisar planes y fiestas sin tener que consultarlo con nadie.
ESTAR SOLO PARA SER MEJOR COMPAÑÍA
Por irónico que parezca, los estudios indican que la soledad nos hace valorar más nuestras amistades y nos transforma en mejores compañeros. El sociólogo Eric Klinenberg, de la Universidad de Nueva York, plantea que la soledad nos enseña a apreciar más las relaciones de calidad, ya que nos enseña que es mucho mejor estar solo que sentirse mal acompañado.
La soledad nos hace más sociables, ¿puedes creerlo? La socióloga Erin Cornwell, de la Universidad Cornell en Ithaca, EE.UU, ha determinado que la gente mayor de 35 años que vive sola tiene más probabilidades de pasar una velada con sus amigos que aquellas personas que viven en pareja.
Esta tendencia se mantiene incluso durante la vejez. Acorde a un estudio publicado en la revista científica American Sociological Review, las personas mayores, aun viviendo solas, poseen una red social de amistades más amplia que aquellas personas que viven acompañadas.
SOLEDAD, EL INGREDIENTE SECRETO DE LA GENIALIDAD
Para la autora Susan Cain, mencionada al comienzo de este artículo, la obligación de ser extrovertidos y sociables “representa una pérdida de creatividad y liderazgo que nuestra sociedad no se puede permitir”. ¿La cura? Practicar la introversión. “Tenemos la creencia de que toda creatividad y productividad proviene de un lugar extrañamente sociable. Sin embargo, la soledad es el ingrediente crucial de la creatividad”, señala.
Cuando estamos rodeados de gente nos limitamos a seguir las creencias de los demás para no romper con la dinámica de grupo. La soledad, en cambio, significa abrirse al pensamiento propio y original y, por lo mismo, es la pieza fundamental de la creatividad, la innovación y el buen liderazgo.
La importancia de la soledad es evidente desde la juventud: en 1994, Mihaly Csikszentmihalyi, conocido como “el gran psicólogo de la felicidad”, comprobó que los adolescentes que no soportan estar solos son incapaces de desarrollar talento creativo.
“Darwin daba largas caminatas por el bosque y rechazaba enfáticamente invitaciones a fiestas. Steve Wozniak inventó la primera computadora Apple encerrado en su cubículo de Hewlett Packard, donde trabajaba entonces. Detengan la locura del constante trabajo en equipo. Vayan al desierto, ¡tengan sus propias revelaciones!”, ruega Cain.
¿POR QUÉ NOS DA MIEDO LA SOLEDAD?
“En una sociedad que te obliga a estar enormemente pendiente del afuera, los espacios de soledad representan la única posibilidad de contactar otra vez con uno mismo. Es un movimiento de contracción necesario para recuperar el equilibrio”, asegura la psicóloga Mireia Darder.
Ella no es la única en destacar los poderosos beneficios internos de la soledad, en un mundo hiperconectado e hiperactivo. Para el famoso filósofo Byung-Chul Han, es necesario desintoxicarnos de los estímulos y la sobrecarga informativa que nos rodea, y sólo el aburrimiento y la soledad pueden ofrecernos ese descanso.
Pero si estar solos nos ayuda a recargar nuestras energías, revisar nuestra gestión, proyectar un mejor futuro y evaluar la calidad de nuestras relaciones, ¿por qué hacemos tantos esfuerzos por evitarlo?
Pues… por eso mismo. “La soledad nos da miedo porque con ella caen todas las máscaras. Estamos viviendo siempre de cara a la galería en busca de reconocimiento, pero raramente nos tomamos tiempo para mirar hacia dentro”, dice Francesc Torralba, autor de “El Arte de estar Solo”.
Para ser realmente autónomos, debemos aprender a transitar la soledad. Ya lo dijo Catón, en sus tiempos, antes de Cristo: “Nos olvidamos de que nunca está nadie más activo que cuando no hace nada, nunca se está menos solo que cuando se está consigo mismo”.
¿LAS CLAVES PARA DISFRUTAR LA SOLEDAD?
- Eres tu mejor compañía. Evita creer que estás mejor solamente cuando estás con otros.
- Ve en la soledad la oportunidad para conocerte mejor y descubrir tu rico mundo interior.
- Aprovecha la soledad para aprender cosas nuevas, leer, pintar o hacer deporte.
- Escribe un diario. Te ayudará a expresar tus sentimientos y a conectarte contigo con más cariño.
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Por Equipo Espacio Mutuo
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