Oficina post pandemia: ¿qué esperar de esta vuelta al trabajo presencial?
Quizás la cuarentena te ha resultado agradable y no tienes ninguna prisa por volver. Quizás el aislamiento te está llevando al borde de la locura y sueñas con el día en que el teletrabajo sea sólo un recuerdo lejano. Sea como sea, miles de personas están a sólo unas cuantas semanas de volver a sus puestos de trabajo presenciales, tras casi un mes de cuarentena por el COVID-19.
Si bien las autoridades están evaluando un gradual retorno a la vida normal, ten claro que la oficina que dejaste antes del encierro no será la misma que te recibirá ahora – ¿pero en qué consistirá la “nueva normalidad” en tu lugar de trabajo?
EL VIRUS NO HABRÁ DESAPARECIDO
Incluso aunque se reanude la jornada laboral, las empresas deberán aplicar diversas medidas que reduzcan las probabilidades de contagio. Sin embargo, estos cambios no se limitarán sólo al corto plazo y es que, si no es el coronavirus, otro virus será: la desinfección del lugar y el control de la propagación de enfermedades serán prioridad en los centros de trabajo del futuro (que de algo sirva esta experiencia, ¿no?).
Pequeñas modificaciones que puedes esperar al volver a trabajar de forma presencial:
1. Limpieza más profunda y constante del lugar, especialmente de las áreas comunes
2. Reforzamiento del distanciamiento social: sí, todavía estaremos saludando con el codo u otras formas originales para evitar el contacto, mantener la distancia necesaria y no perder la cordialidad.
3. Carteles con mensajes que nos recuerden a todos que debemos lavarnos las manos constantemente.
4. Límites a la cantidad de personas en el uso de espacio comunes.
5. Uso de implementos de prevención de contagio, que ya se han hecho cotidianos como parte de nuestro vestuario para salir a la calle.
CAMBIOS A FUTURO: AIRE Y ESPACIO
De la misma forma que las empresas han preparado protocolos de seguridad y han adaptado su infraestructura y protocolos para enfrentar otras catástrofes, el coronavirus podría centrar la atención en la circulación y filtración del aire en los espacios de trabajo, así como también en el espacio vital de los y las empleadas.
Janet Pogue McLaurin, arquitecta y directora de la firma de diseño Gensler (EE.UU.), ha llevado un registro de los cambios en los lugares de trabajo mediante encuestas anuales desde 2008, considerando experiencias en más de 50 ciudades de los 5 continentes. Señala que, a lo largo de la década pasada, muchas empresas eliminaron las oficinas individuales y privadas para favorecer esquemas abiertos, pero la extensión del espacio por trabajador se redujo un 25%: el benching es la tendencia que ha permitido “agrupar” a los y las trabajadoras, al alinear los escritorios y mesas de trabajo.
Quizás esta disposición de las oficinas funcione estéticamente, pero tras una pandemia, hace más complejo el distanciamiento social (especialmente si las personas trabajan unas frente a otras). ¿La solución? Separar las mesas y escalonar a los y las empleadas, de manera que no se encuentren cara a cara.
TELETRABAJO: YA NO HAY VUELTA ATRÁS
Antes de todo esto, muchas empresas se resistían a la idea de permitir a sus trabajadores y trabajadoras la oportunidad teletrabajar unos cuantos días a la semana, ya fuera por costumbre o por temor a la improductividad.
Si algo bueno resultó de esta crisis sanitaria, fue precisamente eso: varias compañías, tras verse obligadas a cerrar sus recintos, descubrieron los beneficios de la conexión remota, la cual permite una mayor flexibilidad para la fuerza laboral. Varias empresas ya han anunciado la permanencia al menos parcial de esta práctica, incluso una vez que se retome la actividad pre COVID-19: Kate Lister, presidenta de Global Workplace Analytics, espera que más del 25% de los trabajadores continúen trabajando desde casa varios días a la semana, gran aumento comparado con menos del 4% que lo hacía antes de la pandemia. “Ya no hay marcha atrás”, concluyó.
VALORAR EL TIEMPO JUNTOS
Por lo mismo, los espacios de reunión que fomenten el trabajo colaborativo adquirirán una mayor importancia en esta “nueva normalidad” laboral, en la cual, probablemente, los y las empleadas trabajarán desde sus casas y se movilizarán específicamente para reuniones en equipo. Doug Demers, director de la empresa B + H Architects, predice que aumentará el valor de los espacios que nos permitan juntarnos: salones, cafeterías y co-works serán los espacios que atraerán a los teletrabajadores a salir de sus casas para intercambiar ideas, ya que ayudan a mantener un sentido de comunidad.
Quizás todos estos cambios te parecen abrumadores o, por el contrario, tal vez consideras que son demasiado sutiles y que se debieran tomar medidas más radicales, a modo de evitar contagios de otros virus a futuro. Sea como sea, la vida laboral está viviendo un profundo proceso de evolución y rediseño que, con la excusa del COVID-19 y el distanciamiento social, podrá traernos importantes lecciones – desde la eficiencia del trabajo remoto hasta un mayor aprovechamiento de las reuniones en equipo, cara a cara.
Por Equipo Espacio Mutuo
Mutual de Seguridad