«Fatiga Zoom»: La lucha entre hiperactividad y descanso durante el confinamiento.
La pandemia del coronavirus y los extensos confinamientos a nivel nacional, especialmente en la Región Metropolitana, generaron un brusco cambio en la realidad de miles de personas que pasaron de una rutina ya establecida, de trabajo y conexión presencial, a una nueva modalidad donde la vida personal –ver a nuestros seres queridos y amigos– y el trabajo remoto, nos llevó a usar las videollamadas como principal herramienta para conectarnos con el mundo.
Sin embargo, después de varias semanas de tener una pantalla como el único punto de conexión con la realidad, las personas comienzan a evidenciar un nuevo tipo de cansancio que se ha comenzado a denominar la «fatiga Zoom»: el agotamiento frente a la hiperconectividad y que puede derivar en la alteración del sueño y la sensación de falta de descanso.
Y es que no estábamos preparados para esto. La pandemia nos empujó a cambiar lo presencial por lo remoto para protegernos del Covid-19 y quienes no han avanzado en ajustar sus rutinas, se pueden ver afectados por los problemas derivados del manejo del tiempo y el uso de pantallas.
Según un estudio realizado por Mutual de Seguridad junto a Cadem, un 63% de los trabajadores, valora la oportunidad de hacer teletrabajo en momentos de una crisis de esta magnitud, pero también la mitad de los entrevistados tiene la percepción de realizar más tareas desde la casa que en su lugar de trabajo habitual.
En ese sentido, estudios como el realizado por la Asociación Americana de Psicología (APA por sus siglas en inglés), agregan que una conectividad mal encausada, puede generar consecuencias negativas, como sentirnos «atados al trabajo» o percibir que, aunque hagamos las mismas tareas que antes, al no descansar bien, las cargas se sienten más pesadas.
Además, hoy en día las videollamadas también se extendieron a la hora de socializar con amigos o comunicarse con seres queridos, generando una presión sobre las personas en términos digitales.
Tomando en cuenta esos antecedentes, y que se estima que continuaremos al menos por varias semanas más viviendo este contexto debido al avance de la pandemia, Mutual de Seguridad entrega una orientación para regular la forma en que podemos vincularnos con otros en forma virtual y, sobre todo, reducir los efectos nocivos en el sueño que provoca la hiperconectividad. Así mantendremos el bienestar psicológico que necesitamos hasta salir todos juntos de esto.
El secreto está en dosificar la exposición a la luz
¿Existe una relación entre la sobre exposición a las pantallas y la percepción de cansancio? Así es. La Escuela de Medicina de Harvard identificó que la luz azul que emiten las pantallas suprime la síntesis de melatonina, que es la hormona del sueño. Si bien esta luz azul tiene efectos positivos como aumentar la atención, los tiempos de reacción y el estado de ánimo, exponerse más de 6,5 horas, puede provocar insomnio. Eso es lo que muchos estamos experimentando en estos tiempos de Covid, con síntomas como cansancio durante el día, mal humor e irritabilidad, más ahora que estamos en cuarentena.
Frente a esto, es importante tener conciencia de cuántas horas pasamos expuestos a esta luz de las pantallas, de manera de establecer pausas de 10 minutos por cada hora y usar opciones como el ajuste de la opción de «modo nocturno».
Diversifica los canales de comunicación
No todos tienen la misma tolerancia a los cambios de rutina, pero debemos intentarlo, conscientes de que esto nos ayudará a reducir la ansiedad natural que nos provoca esta pandemia, sobre todo en la exposición a las pantallas. Para eso, considera ir alternando las plataformas tecnológicas que usas. No todo tiene que ser una videollamada, ya que puedes llamar por teléfono, pararte del lugar en que estás trabajando y aprovechar de distender la posición de tu cuerpo. Un estudio encontró que, durante una llamada de solo voz, los participantes transmitieron información de manera más precisa que durante una llamada de video. Las personas reparan en explicar mejor, sin la presión que provoca verse expuesto a mostrar su imagen a otros.
Más orden en la alimentación
La alteración de la melatonina que provocan las pantallas también afecta la sensación de estar satisfechos al alimentarnos y si se desbalancea, dan ganas de comer. Es por eso que no descansar bien puede, en extremo, llevarnos a desarrollar sobrepeso y hasta diabetes y por eso es clave tener horarios de alimentación definidos, evitar la cafeína durante la tarde y realizar tu última comida del día dos horas antes de irte a dormir.
Preparación consciente del momento de dormir
Una hora y media antes de ir a la cama puedes hacer actividades más relajantes, lejos de herramientas tecnológicas, usando luz más baja, idealmente cálida, leer, darte un baño, o escuchar música de relajación. Vuelve a usar las llamadas telefónicas para ponerte al tanto de lo que pasa con tus familiares y amigos y cuando vayas a dormir, recuerda apartar tu celular y busca que, idealmente, la habitación esté en completa oscuridad.
Artículo de Emol.com publicado en colaboración con Espacio Mutuo.
Por Equipo Espacio Mutuo
Mutual de Seguridad