Rupturas o crecimiento del amor: la cuarentena pone a prueba la vida en pareja

por | Jun 29, 2020 | El Valor de Vincularse

Las relaciones sociales son, quizás, el aspecto humano que más se ha visto afectado por la actual pandemia del COVID-19. Mientras algunos sufren por las medidas de distanciamiento social, otros, por el contrario, darían lo que fuera por alejarse lo más posible de quienes llevan toda la cuarentena habitando con ellos. 

Sumado al impacto psicológico de la incertidumbre y la crisis económica, en los hogares alrededor del mundo las parejas se han visto obligadas a pasar más tiempo juntas que nunca antes, llevando la convivencia al límite. Si bien para algunos ha resultado ser una bendición, para otros… más bien ha sido una tortura

DEL AMOR AL ODIO

En marzo, la ciudad china de Xi’an confirmó que las solicitudes de divorcio habían registrado un aumento sin precedentes, apenas se relajó un poco la cuarentena y se abrieron los juzgados. 

¿Será el alza de divorcios post cuarentena un fenómeno social a nivel mundial? Los expertos se inclinan a creer que sí. “Al acabar definitivamente el confinamiento va a haber una eclosión de juicios”, prevé Ana Clara Belío, abogada y presidenta de la sección de Derecho de Familia del Colegio de Abogados de Madrid. “Por un lado, se activan los procesos de divorcios que ya estaban en marcha y se vieron suspendidos al declararse la cuarentena. Por otro, las parejas que no habían iniciado estos trámites van a tener que acudir por primera vez al juzgado”, señala la letrada, que prevé un repunte debido a este “doble efecto”.

En España, los datos demuestran que las solicitudes de divorcio siempre aumentan después del verano y de Navidad. Pero pasar juntos unos días en la playa o visitar a los suegros es muy distinto a atravesar una cuarentena: las vacaciones tienen una fecha de término. El confinamiento supone una convivencia forzosa, por lo que los expertos esperan que las consecuencias en el ámbito familiar sean más profundas y deriven en más rupturas

EL EFECTO ESPEJO 

Si bien aún no se realizan encuestas y entrevistas rigurosas que permitan evaluar los verdaderos efectos de la cuarentena en las relaciones de pareja, la psicóloga y sexóloga Ana García Mañas cree en la teoría del ‘espejo potenciador’: “Los comportamientos y actitudes que se daban antes de la cuarentena, ahora se han intensificado. Si ya existía violencia, aumentó; si habían ganas de volver, también crecieron”. 

Durante los meses en casa, García Mañas ha visto cómo aumentan las sensaciones de invasión y de rabia en función de los metros cuadrados disponibles en cada hogar, algo que también ha hecho más visibles cuestiones de clase social, subraya. “Las parejas que viven en casas muy pequeñas lo han llevado peor, porque no han podido aislarse y desconectar, ya que se necesita un espacio propio al que poder retirarse”, señala. 

Hay que tener en cuenta que, durante este tiempo, todas las emociones se han tenido que resolver en casa y en convivencia – ya sea rabia, tristeza o miedo. Por lo mismo, es importante distinguir si, por ejemplo, nuestra pareja está enojada porque ha perdido el trabajo o irritable porque está asustada, o porque realmente nos ha dejado de querer, recalca la experta.

AMOR EN LA ADVERSIDAD

Pero la cuarentena no le ha hecho mal a todo el mundo. Por ejemplo, quienes antes sufrían con la sensación de abandono, ahora han dejado de sentirla dado que la otra persona está siempre presente. 

Pero lo que tiene más esperanzados a los expertos es la evidencia de cómo se ha intensificado el amor romántico en ciertas parejas. Aquellas que han debido pasar este tiempo de aislamiento separados los ha llevado a echarse muchísimo de menos, “generando así estrategias creativas para compartir a la distancia las mismas cosas que antes se hacían de manera presencial, desde el erotismo hasta ver una película juntos”, explica García Mañas. 

Para otras parejas, vivir juntas esta experiencia tan particular las ha fortalecido. Y es que no hay mejor prueba de fuego que una pandemia: si sobreviven a esto y se siguen queriendo, es porque efectivamente se entienden muy bien y hacen un gran equipo.  

Muchas parejas han utilizado este tiempo para darse cuenta de sus sueños y ambiciones, e incluso han llegado a darse cuenta de que, en realidad, estaban listos para formar una familia. 

CÓMO SABER SI ES EL FIN

Diferenciar entre una discusión pasajera o una auténtica crisis de pareja a veces resulta complicado, pero hay pistas que ayudan a detectarlo.

1. Cuánto tiempo tarda la pareja en reconciliarse y cómo vuelve. Después de una discusión, suele haber una fase de enfriamiento y luego otra de resolución o reconciliación, que puede tardar desde una hora a varios días. Es interesante observar cuánto tiempo pasa normalmente hasta que la pareja se reconcilia y si, al hacerlo, es capaz de restablecer más o menos el estado en el que se encontraba antes de discutir. Si pueden regresar, sin demorarse mucho, a esa base previa en la que había cariño, bienestar, confianza en el otro y en la relación, no se trataría de una crisis fuerte. Si, por el contrario, cada uno empieza a sentir desconfianza por el otro, a pensar que la relación podría acabarse, y este estado se prolonga en el tiempo, sí habría un problema.

2. Fijarse en la frecuencia y la intensidad de las discusiones. Si se ha discutido una vez en un mes, aunque sea de forma muy fuerte, pero no es algo que suela ocurrir, en principio no habría por qué preocuparse. Si ya aparecen faltas de respeto, que dañan tu integridad, habría que pensárselo e incluso considerar pedir ayuda profesional.

3. Haber atravesado durante mucho tiempo un proceso de asimilación de pérdida o de duelo también puede ser un indicador de que ha llegado el momento de separarse, al darse cuenta de que, en realidad, no tienes ganas de solucionarlo o no puedes, de que no albergas sentimientos hacia el otro y de que lo mejor es decir adiós.

4. Hacerse preguntas clave. Antes de divorciarse, los expertos recomiendan a las personas que quieran salvar su matrimonio hacer una lista de dos columnas: qué cosas crees que necesitas para salvarlo y – muy importante – qué puede hacer tu pareja para intentar solucionar ese problema. Por otro lado, cabe preguntarse si se es realmente feliz, si se sigue sintiendo amor, si se le ve al otro como a un compañero de casa donde no hay ningún tipo de deseo sexual o si se sigue ahí por miedo a la soledad o al futuro económico.

MANTENERSE CORDIALES

“Actualmente, las parejas tienen que intentar bajar al máximo las escaladas de tensión y llegar a acuerdos, aunque sea a futuro, que los abogados pueden redactar y presentar o ratificar una vez se haya terminado la cuarentena estricta”, recomienda la abogada Ana Clara Belío. Si las diferencias son irreconciliables y la decisión de separarse está tomada, también es importante tomarse un tiempo para decidir cómo separarse y hacerlo juntos. Una separación brusca y abrupta puede generar mucho malestar en toda la familia, pero una que se desarrolla en conjunto, de forma reflexiva y que atienda las necesidades de ambos miembros de la pareja,  puede transformarse en una experiencia completamente distinta. 

Comunícate responsablemente con tu pareja. No te aísles, dile cómo te sientes y escucha sus respuestas. Lo más probable es que la otra persona hará todo lo posible por hacerte sentir mejor. 

Si bien el estado mental de cada uno se ha visto fuertemente golpeado por la pandemia y es probable que estés sintiendo o reflexionando sobre temas que nunca antes te habías planteado, es importante escuchar a tu instinto y velar por la propia tranquilidad. Si realmente sientes que la relación no da para más, recuerda que no es tu culpa y que mereces ser feliz – después de todo, en mitad de una pandemia, estar solo es quizás mejor que estar mal acompañado…  

Por Equipo Espacio Mutuo

Mutual de Seguridad

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