¿Volverán los besos y abrazos?

por | Jul 20, 2020 | El Valor de Vincularse

Aquellos que saben inglés quizás están familiarizados con los siguientes términos: disease, illness y sickness. En su traducción al español, sin embargo, estas tres palabras se entienden como sinónimos y quedan registradas bajo un solo concepto: enfermedad.

Pero, si hay algo que nos ha enseñado la pandemia de COVID, es que detrás de cualquier enfermedad se esconden múltiples dimensiones, significados y efectos, representando mucho más que un simple diagnóstico médico.

SICKNESS: EL RIESGO SOCIAL

En 1967, Andrew Twaddle introdujo a la ciencia tres términos distintos para explicar las verdaderas implicancias de una enfermedad.

Así, se entiende por disease el aspecto biológico de la condición (diagnóstico, pronóstico, tratamiento) e illness representa la narración subjetiva del paciente (sus síntomas, el estado de ánimo que le provoca).

Sickness, por su parte, corresponde a la dimensión social de la patología – la visión que la sociedad tiene sobre la enfermedad y las consecuencias que trae consigo para la comunidad.

LA PANDEMIA SOCIAL

La actual situación sanitaria ha resaltado la importancia que el aspecto social de una enfermedad posee. La población mundial se está viendo obligada a seguir una serie de restricciones y recomendaciones, manteniéndonos aislados – tanto contagiados como no contagiados – desde hace meses.  

El distanciamiento social es aquel punto de mayor debate y discordia: las personas no podemos reunirnos en grupos, acercarnos los unos a los otros ni mucho menos tocarnos. Los besos y abrazos, incluso los apretones de mano, son un recuerdo lejano.

Un escenario global tan particular ofrece una oportunidad única para analizar las diferencias culturales. ¿Acaso todas las culturas están experimentando este distanciamiento de la misma manera? ¿Qué significa para algunas culturas el no poder acercarse ni tocar a los demás?

EL LENGUAJE DE LA DISTANCIA

El antropólogo estadounidense Edward T. Hall dedicó su carrera a estudiar la proxemia: el uso y significado del espacio en las interacciones humanas.

Como quizás ya has percibido a lo largo de tu vida, la distancia que mantenemos con los demás es una forma no verbal de transmitir nuestras costumbres y el tipo de relación que establecemos con quienes nos rodean. La esfera es invisible, pero los individuos protegen decididamente su espacio para no sentirse invadidos.

Al igual que las costumbres y los idiomas, existen notables diferencias culturales respecto a la proximidad y el espacio personal de cada nación. En Latinoamérica y el Medio Oriente, por ejemplo, la gente se suele sentir más cómoda con distancias más cortas, en contraste con las distancias que se mantienen en Norteamérica y el norte y centro de Europa. Allí, un acercamiento mayor probablemente provocará incomodidad e incluso ansiedad.

HACER CONTACTO (FÍSICO)

 Gestos tan simples como un saludo pueden marcar la diferencia entre una cultura y otra, dado que la frecuencia del contacto físico varía en cada país. Quizás para ti los besos y abrazos ya sean costumbre, pero en el país de al lado, tocar el brazo u el hombro de alguien durante una conversación puede que no sea tan bien recibido.

 Cómo, cuándo, a quién y en qué circunstancias se puede tocar a otra persona varía mucho entre culturas. En México, por ejemplo, se acostumbra a saludar con un apretón de manos a los hombres y un beso a las mujeres, al igual que en Chile. Esta práctica se repite cada vez que te encuentras con alguien, aunque sea varias veces durante el mismo día, o cuando recién te presentan a una persona.

En Estados Unidos, sin embargo, los besos no forman parte del saludo habitual y mucho menos si se trata de desconocidos. En algunas culturas asiáticas, una reverencia o leve inclinación es más frecuente, y se mantiene la distancia evitando el contacto físico.

En España, es común que una persona resfriada le advierta a los demás que no puede saludar con dos besos, para no contagiar a nadie del resfrío. Cuando esto sucede, es habitual que, por cortesía o por no quedar mal, la otra persona le conteste que no importa, y le plante dos besos en la mejilla de todas formas.

PROXEMIA POST PANDEMIA

Tras meses de aislamiento y distanciamiento, la población espera con ansias volver a las costumbres y hábitos de contacto de antes. Sobre todo países de alto contacto físico, como Chile, ya están soñando con el primer gran beso y abrazo que se darán con sus seres queridos, una vez que se contenga la pandemia.

Pero dada la gravedad de la coyuntura – una exhaustiva y fulminante pandemia, ni más ni menos – vale la pena preguntarse: ¿cambiarán los comportamientos de la sociedad chilena tras el coronavirus?

Si ya aprendimos que cada enfermedad tiene repercusiones sociales, si ya hemos visto en la Historia que las personas cambian sus hábitos, sus costumbres y sus visiones de mundo tras eventos importantes… ¿volveremos a acercarnos, a abrazarnos, a besarnos con conocidos y desconocidos como solíamos hacerlo?

Quizás es muy pronto para dar una respuesta definitiva. Pero, afortunadamente, todo parece indicar que la gente está ansiosa por recuperar la distancia perdida. Los abrazos y los besos volverán, tal vez incluso con más ímpetu ya que hemos descubierto cuánto nos hacen falta una vez que no son posibles.

Sin embargo, quizás – y sólo quizás – de ahora en adelante, cuando alguien te diga que no puede saludarte porque está con un resfrío… debieras empezar a hacerle caso.

Por Equipo Espacio Mutuo

Mutual de Seguridad

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