La situación de crisis generada por la propagación mundial del virus Covid-19 ha desbordado a la gran mayoría de los sistemas de salud y ha desestabilizado la economía mundial, por lo que es mucho más que una crisis sanitaria y requiere de agentes que se adapten rápidamente a las nuevas realidades en todas las esferas de las sociedades.

Las características de esta crisis son muy distintas a las anteriores, como la de 1929, la de 1997 o la del 2008, por nombrar las más importantes. Las empresas deben comprender los alcances de esta crisis y actuar en consecuencia, considerando que la liquidez económica no es la única variable para sobrevivir a entornos cada vez más complejos. Según los expertos en compliance, las prácticas responsables relacionadas con la sustentabilidad ambiental, social y de gobernanza (ASG), pueden aportar valor a las empresas pasando del paradigma de la maximización que ha imperado hasta ahora, hacia el de la optimización.

Las ASG influyen significativamente en la continuidad del negocio de las empresas y esto queda claro al realizar una mirada de la experiencia comparada en donde se puede constatar que las empresas que internalizaron la cultura del compliance antes de la crisis del Covid-19 estuvieron en mejor posición de lograr continuidad de sus negocios. La OCDE ha entregado múltiples directrices en estas materias.

Hay diversas formas en que esto se puede materializar, así como múltiples ejemplos de cómo las empresas han incorporado las ASG antes y durante esta crisis. Y la principal conclusión es que las ASG no deben ser tomadas únicamente como medidas particulares para ciertos momentos de crisis. Por el contrario, deben ser políticas constantes y permanentes en todas las empresas ya que les permitirán enfrentar de mejor manera las crisis y las complejidades de los nuevos entornos en donde deben convivir.

En Chile las grandes empresas no pueden permanecer ajenas a la tendencia mundial descrita y necesitan reprensar las medidas que tomarán en relación con el negocio, sus stakeholders y la comunidad donde operan. Según el gobierno corporativo y la estructura de cada empresa, es altamente recomendable la creación de un Comité de Crisis o de Riesgos al interior de la organización que se encargue de tomar las decisiones y divulgarlas oportunamente. Asimismo, la elaboración de una matriz de riesgo de Covid-19, incluyendo las áreas afectadas, los riesgos principales, la probabilidad de impacto o de ocurrencia, el tipo de contingencia que generará y las medidas de mitigación que se implementarán, resultarán centrales para la supervivencia y la continuidad de las operaciones a largo plazo.

Por último, en este escenario incierto y cambiante día a día, deberán pensar qué va a suceder cuando termine la pandemia. Todas las medidas que adopten en materias de compliance tendrán un impacto significativo en la reputación corporativa de las empresas, probablemente porque ya nada volverá a ser como antes, ni siquiera la forma de desarrollar negocios.