Aún no está todo dicho respecto del impacto del trabajo remoto: lo bueno y lo no tanto
Las compañías más importantes del mundo continúan debatiendo acerca del impacto del trabajo remoto a gran escala, y la información continúa llegando: un nuevo estudio de más de 61.000 empleados de Microsoft descubrió que el teletrabajo ha provocado que las personas se aíslen más en su comunicación: participan menos en conversaciones en tiempo real y pasan menos horas en reuniones.
EL ÚLTIMO ESTUDIO
El estudio, publicado recientemente en la revista Nature Human Behavior, utilizó datos de antes y después de que Microsoft impusiera el mandato de teletrabajo para toda la empresa, en respuesta a la pandemia de COVID-19.
Los hallazgos sugieren que una fuerza laboral remota a tiempo completo puede tener más dificultades para adquirir y compartir nueva información – lo que podría tener implicaciones directas en la productividad y la innovación entre los trabajadores de la información en el futuro.
“Históricamente, medir los efectos causales del trabajo remoto ha sido difícil, porque sólo se permitía a ciertos tipos de funcionarios trabajar fuera de la oficina. Eso cambió durante la pandemia, cuando casi todos los que podían trabajar desde casa debían hacerlo”, dice David Holtz, co-autor de la investigación. “La obligación de tener que trabajar desde casa creó una oportunidad única para identificar los efectos del trabajo remoto en la comunicación y colaboración de los trabajadores de la información de toda la empresa”, explica.
SEPARAR LA PANDEMIA DEL TELETRABAJO
El análisis se basó en datos anónimos que describían los correos electrónicos, los mensajes instantáneos, las llamadas, las reuniones y las horas de trabajo -todos despojados de su contenido e información de identificación, por supuesto- de casi todos los empleados y empleadas de Microsoft en Estados Unidos.
Holtz, miembro de la facultad del Instituto de Ciencia de Datos de Berkeley, dijo que si bien la pandemia ofrecía una oportunidad única para estudiar el impacto del trabajo remoto en toda la empresa, se requería un esfuerzo significativo para comprender la medida en que los cambios en el comportamiento fueron causados por el trabajo a distancia en particular y no por la agitación de la pandemia en sí. Después de todo, los trabajadores y las trabajadoras se encontraron repentinamente encerrados, manejando la escasez de suministros, cuidando a niños y adultos mayores desde casa… y, por si fuera poco, lidiando también con la ansiedad y el estrés general de la situación global.
La gracia fue que Microsoft, donde el 18% de la fuerza laboral trabajaba de forma remota incluso antes del COVID, ofreció la oportunidad de comparar. Los autores separaron los efectos del trabajo remoto de los demás efectos de la pandemia mediante el uso de una técnica estadística para comparar a quienes ya estaban trabajando desde casa con los que se volvieron abruptamente online durante la pandemia.
LOS PRINCIPALES DESCUBRIMIENTOS
Los investigadores tuvieron acceso a datos anónimos sobre los roles de los empleados y empleadas; su estado gerencial; su grupo empresarial; su antigüedad en la empresa y cuántos de sus colegas eran remotos desde antes de la pandemia. También utilizaron resúmenes semanales de la cantidad de tiempo que las personas dedicaron a reuniones y llamadas programadas y no programadas; la cantidad de correos electrónicos y mensajes instantáneos que enviaron y la duración de sus semanas laborales, así como resúmenes mensuales de las redes de colaboración de los trabajadores.
¿Cuáles fueron sus conclusiones clave?
– El trabajo remoto en toda la empresa hizo que las redes de colaboración de los trabajadores se volvieran menos interconectadas y más aisladas. Se comunicaban con menos frecuencia con personas de otros grupos empresariales, tanto formales como informales.
– El trabajo remoto hizo que los trabajadores dedicaran un 25% menos de su tiempo a colaborar con colegas de todos los grupos, en comparación con los niveles pre-pandémicos. El trabajo remoto también hizo que los trabajadores agregaran nuevos colaboradores de forma más lenta.
Por el contrario, el trabajo remoto llevó a los trabajadores a comunicarse con más frecuencia con las personas en su red interna y a construir más conexiones dentro de esa red interna.
-El trabajo remoto hizo que los trabajadores pasaran más tiempo utilizando formas asincrónicas de comunicación, como plataformas de mensajes y correo electrónico, y menos tiempo manteniendo conversaciones sincrónicas en persona, por teléfono o por videoconferencia.
-El trabajo a distancia también provocó que la cantidad de horas que las personas dedicaban a las reuniones se redujera en aproximadamente un 5%, lo que sugiere que el aumento de las reuniones que muchos experimentaron durante la pandemia no se debió al trabajo a distancia, sino a otros factores relacionados con la pandemia.
Según Holtz, el equipo también pudo separar los efectos del trabajo remoto en 2 componentes separados: cómo se ven afectados tus propios patrones de colaboración cuando trabajas de forma remota y cómo se ven afectados tus patrones de colaboración cuando son tus colaboradores quienes trabajan de forma remota. Ambos, concluyeron, son muy importantes.
“El hecho de que el estado de trabajo remoto de tus colegas afecte tus propios hábitos de trabajo tiene importantes implicaciones para las empresas que están considerando políticas laborales híbridas o de modo mixto”, dice el experto. Por ejemplo, tener compañeros de equipo y colaboradores en la oficina al mismo tiempo mejora la comunicación y el flujo de información tanto para quienes están dentro como fuera de la oficina. “Es importante reflexionar sobre cómo se implementan estas políticas”, concluyó Holtz.
Por Equipo Espacio Mutuo
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