¿Qué tiene 4 patas, es peludo y puede ser la solución a tu ansiedad pandémica? Pues, un perro o un gato, al parecer. 

En tiempos de crisis como lo ha sido la pandemia de COVID-19, debemos ser capaces de apoyarnos en cada posibilidad que tengamos a la mano. Según estudios de la Universidad de Ottawa, en Canadá, el año pasado aumentó en un 24% el insomnio, en un 22% el estrés postraumático, en un 16% la depresión y un 15% la ansiedad. Afortunadamente, muchas personas encontraron la respuesta para sobrellevar estos difíciles momentos: compartir la vida con un compañero animal. 

LA RECETA DEL DOCTOR: ACARICIA A TU MASCOTA

El cariño y cuidado que los animales exigen y entregan es de gran ayuda para controlar las emociones más nocivas, así como también para potenciar las más positivas. Un reciente estudio de la Universidad de Washington, en Estados Unidos, aseguró que con sólo pasar 10 minutos al día acariciando a un perro o gato nuestros niveles de estrés se reducen significativamente. 

La investigación tenía como objetivo comprobar de qué manera interactuar con animales servía para reducir los niveles de estrés entre personas que padecían esta reacción fisiológica. Los 249 estudiantes universitarios que participaron fueron divididos en 4 grupos: El primero se relacionó inmediatamente y a su libre albedrío con perros y gatos durante 10 minutos; el segundo tuvo que aguardar su turno, contemplando durante el tiempo de espera imágenes de personas acariciando a animales; el tercero visionó fotos de las mascotas que iban a tocar cuando fuese su turno; y el cuarto grupo permaneció en silencio, sin posibilidad de utilizar ningún elemento externo de distracción -como un libro o un celular-, pero se les dijo que pronto se relacionarían con los animales.

Durante 3 meses, los estudiantes se sometieron a la obtención de varias muestras de cortisol, conocida como “la hormona del estrés”. Tras analizar los datos, los investigadores comprobaron una disminución muy significativa de esta hormona en aquellas personas que entraron en contacto directamente con las mascotas. 

Según Patricia Pendry, profesora asociada al Departamento de Desarrollo Humano de la Universidad de Washington, el fin de este trabajo era “aprender si la exposición a animales podía ayudar a los sujetos a reducir su nivel de estrés de una manera menos subjetiva. Y lo hizo, lo cual es emocionante porque la reducción de las hormonas del estrés puede, con el tiempo, tener beneficios significativos para la salud física y mental. Sólo 10 minutos al día pueden tener un impacto significativo”.

MÍRENSE A LOS OJOS

¿Crees en el amor a primera vista? La Universidad de Azabu, en España, sí que lo cree – y asegura que los perros son grandes expertos en la materia. En su experimento, publicado en la revista Science, los científicos comprobaron que el contacto visual entre humanos y canes aumenta los niveles de oxitocina en sangre. “Los resultados sugieren que los humanos muestran un afecto similar por sus mascotas al que sienten por su familia”, afirman los investigadores.

30 perros de diferentes razas y sus respectivos dueños participaron en el ensayo. A través de un examen de sangre, los investigadores midieron los niveles de oxitocina en las personas antes y después de interactuar con el animal. En todos los casos, verificaron que éstos eran mayores tras relacionarse con los canes: observaron concentraciones más altas en aquellos que habían entrado en contacto visual durante más tiempo.

SER UN DUEÑO RESPONSABLE

El amor es la mejor medicina y la cura de todo mal… pero el respeto debe ser mutuo entre ambas partes. La Real Sociedad Canina de España detectó un incremento del 50% en la demanda de cachorros durante el confinamiento, pero más tarde -al aligerarse las restricciones sanitarias en mayo- los abandonos aumentaron en un 25% respecto a las cifras registradas en años anteriores. Este fenómeno se ha repetido cíclicamente a medida que se sucedían nuevas olas de la pandemia. 

La ciencia ha demostrado los efectos beneficiosos que tienen los animales para las personas, especialmente en momentos duros como los actuales. Sin embargo, debemos preocuparnos de que nosotros, los humanos, también tengamos efectos beneficiosos en nuestras mascotas.

Desde la RSCE insistieron en que los animales no son un simple pasatiempo y que incorporarlos a nuestras vidas requiere asumir el compromiso de respetarlos. “Debemos cuidarlos y quererlos como a un miembro más de la familia, uno que además sabe siempre acompañarnos en los malos momentos”, concluye Julián Hernández, presidente de la organización.

Por Equipo Espacio Mutuo

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