¿Necesitas un héroe? Es posible que sólo necesites mirar a tu alrededor
En el contexto apocalíptico de los últimos meses, destacan ciertas imágenes recurrentes: una es de personas haciendo fila afuera de las tiendas de alimentos, cada una con una mascarilla para frenar la propagación del COVID-19 y respetando los lineamientos del distanciamiento social. La otra -que se ha repetido con ciertas variaciones en distintas naciones del mundo, es de cientos de personas marchando en calles y plazas públicas, manifestándose en contra la desigualdad económica y social del país.
Ambas imágenes tienen mucho en común, más allá de las similitudes visuales: ambas cuentan con grandes grupos de personas involucradas en lo que el psicólogo Phil Zimbardo llama «actos de heroísmo cotidiano», buenas obras a pequeña escala que pueden parecer ordinarias. Sin embargo, multiplicado por millones, el impacto de tales actos, en vidas salvadas y en mentes cambiadas, supera con creces lo que cualquier acto heroico puede generar.
En medio de 2 crisis (una social y otra sanitaria) el heroísmo colectivo está teniendo un momento que no ha tenido desde el apogeo de la era de los derechos civiles. “Estamos atrapados en una red ineludible de reciprocidad, atados en una sola prenda del destino”, escribió Martin Luther King cuando se encontraba preso en la cárcel de Birmingham. “Lo que afecta a uno directamente, afecta a todos indirectamente”.
EL LOBO SOLITARIO
En América, y en Occidente en general, el concepto de heroísmo está ligado al ideal del triunfo individual. Libros y artículos exaltan las hazañas de Malala Yousafzai, Sully Sullenberger y Wesley Autrey, quienes arriesgaron sus vidas y su seguridad por los demás. Figuras imponentes como estas también dominan nuestro léxico ficticio compartido: Aquiles, Pantera Negra, Katniss Everdeen de “Los Juegos del Hambre”.
Según estudios, estos héroes reales y ficticios nos impulsan a reflexionar sobre nuestros valores e incluso a tomar medidas desinteresadas por nuestra cuenta. Pero nuestra primera lista de héroes también refleja la adoración tan estadounidense del individualismo y la autosuficiencia. Virtudes como éstas son útiles cuando estás atrapado en una mentalidad de culto o cuando eres el único que puede salvar una vida… pero también pueden ser contraproducentes frente al cataclismo global.
ATRAVESAR EL CAMINO DEL HÉROE – PERO JUNTOS.
Sin embargo, incluso en una nación inmersa en el credo de la autosuficiencia, el heroísmo colectivo ha estado buscando sus momentos de brillar. Durante la Segunda Guerra Mundial, millones de personas cultivaron jardines para que las reservas de alimentos del país pudieran ir a las tropas. Durante la pandemia de gripe de 1918, las campañas de uso de mascarillas a gran escala probablemente salvaron miles de vidas. Y durante la era de los derechos civiles, miles de estadounidenses negros se negaron a viajar en autobuses urbanos segregados, una posición que finalmente ayudó a impulsar la aprobación de la Ley de Derechos Civiles de 1964.
Victorias compartidas como éstas “surgen de alguna necesidad social apremiante que requiere un esfuerzo de equipo”, dice el psicólogo de la Universidad de Richmond Scott Allison, autor del libro Liderazgo Heroico. “Este gran colectivo puede atravesar las etapas del viaje del héroe como lo hace un individuo, comenzando con el paso a un mundo peligroso y desconocido, los encuentros con obstáculos y enemigos, la transformación y, en última instancia, el triunfo”.
En el mejor de los casos, el heroísmo colectivo puede incluso eliminar la necesidad de sacrificios heroicos individuales. En los países donde la mayoría de la gente hizo cambios de comportamiento a pequeña escala para mantener a raya al COVID-19, los heroicos médicos no tuvieron que navegar por las salas desbordadas de pacientes sin suficiente equipo de protección.
LO ORDINARIO SE VUELVE EXTRAORDINARIO
La cualidad distintiva del heroísmo colectivo es que se compone principalmente de actos cotidianos y ordinarios: usar mascarilla, unirse a una protesta, caminar al trabajo en lugar de tomar el autobús.
Por sí mismos, tales actos son fáciles de descartar como insignificantes. Llevados a cabo de forma aislada, probablemente serían demasiado pequeños. Para tener éxito, se debe construir un esfuerzo heroico colectivo como una pirámide humana: cada actor debe tener confianza en que otros se unirán para soportar el peso de la estructura. Los estudios de la Universidad de Surrey muestran que, para inspirarnos en la acción colectiva, primero debemos tener una creencia básica o esperanza de que es posible un cambio social amplio. Sin esa esperanza, la gente expresa menos deseo de participar en movimientos sociales.
A menudo hay un fuerte núcleo de este tipo de acción cooperativa debajo de lo que nuestra cultura define como heroísmo individual. Muchas figuras que consideramos profetas o enviados divinos estaban más interesadas en fomentar el heroísmo colectivo que en convertirse en héroes ellos mismos. “Casi todos los héroes de los movimientos sociales son sólo la cara visible de una forma de valentía grupal mucho, mucho más grande y más compleja”, dice Zeno Franco, psicólogo y experto en heroísmo del Medical College of Wisconsin, Estados Unidos. “La línea entre el heroísmo individual y el heroísmo colectivo es borrosa, porque ninguno de nosotros hace el viaje del héroe solo”.
CÓMO INSPIRAR EL HEROÍSMO COLECTIVO
En sociedades que valoran la autodeterminación, motivar a las personas a la acción heroica colectiva puede ser una tarea más difícil que en culturas que elevan la unidad y la interdependencia.
Aun así, la nueva investigación ofrece algunos puntos de entrada prometedores. Un experimento de juego en línea sugiere que colaborar para lograr un bien común inspira activamente más dicha colaboración. En un estudio de la Universidad Técnica de Berlín, en Alemania, los investigadores registraron la frecuencia con la que los jugadores usaban funciones de juegos cooperativos, como actualizar los recursos de otros jugadores y controlar el progreso del grupo. Resultó que los jugadores que usaron estas funciones expresaron más un deseo continuo de apoyar el bien común. Esto puede ser el resultado de un círculo virtuoso: participar en una acción colectiva, ya sea que implique ayudar a otros, protestar o comprometerse a usar una mascarilla, te hace sentir bien con tu contribución y esa excitación te motiva a contribuir más en el futuro.
Prepararse para el heroísmo colectivo también requiere ampliar el círculo que define quién te importa y de quién son las alegrías y las tristezas que compartes. Parte de lo que ha mantenido el racismo y el machismo institucional en su lugar es una falla centenaria de empatía: las personas se negaron, o estaban mal preparadas, para comprender el alcance total de la discriminación racial y de género.
“El imperativo moral aquí no es un imperativo individual”, dice Franco. “Hemos olvidado en los últimos 30 años cuánto poder colectivo tenemos. Si tomamos riesgos como colectivo, es posible un resultado diferente. Y eso es, en última instancia, lo que hacen los héroes: nos ayudan a imaginar un futuro más justo”.
Por Equipo Espacio Mutuo
Mutual de Seguridad