¿Estás desmotivado? Recupera la “chispa» de tu trabajo
Ya sabes cómo es. La rutina se vuelve aburrida, la emoción no es la misma que al comienzo. Continuas lo mejor que puedes, pero sabes en tu interior que ya no tienes motivación. Pero te rehúsas a aceptarlo, después de todo este tiempo, después de todo lo que han vivido juntos… pero llega el momento del que no puedes escapar. Una mañana abres los ojos y tu primer pensamiento es revelador: tu empleo ya no te satisface y no quieres ir a trabajar.
No te preocupes – la falta de inspiración laboral es una parte inevitable de tener trabajo, sobre todo uno que mantienes hace tiempo. Ya sea un nuevo proyecto que no te encanta demasiado o un email que debes escribir pero no puedes evitar posponer y posponer, el sentimiento de insatisfacción es el mismo e inhibe tu capacidad para hacer cosas. Para las autoras del libro “No Hard Feelings”, Liz Fosslien y Mollie West Duffy, las personas pierden su motivación cuando ya no les parece que su trabajo sea significativo, o al perder de vista el impacto que este tiene a un nivel más amplio.
“Puede pasar en cualquier momento, y en ocasiones puede que ni siquiera te des cuenta de que estás decaído” indica West Duffy. El desgaste profesional, o sentirte “quemado”, es quizás el síntoma final de esta progresión lenta de desmotivación laboral, en la que sientes indiferencia al disponerte a realizar alguna tarea o te sientes esclavo de la rutina.
Hay formas de combatir el problema. Los expertos de Harvard hablan del “Principio del Progreso”, según el cual tener avances en un trabajo que consideramos significativo es “el único factor realmente importante” para dar impulso a nuestras “emociones, motivación y percepciones durante un día laboral”. En base a esta idea, pregúntate si quizás tu objetivo es demasiado ambicioso. Si ese es el caso, redúcelo a “mini-logros”, como redactar un informe o responder finalmente a cierto email, los cuales son más fáciles de cumplir al corto plazo. Tachar estas tareas de tu lista aportará una sensación de logro que puede aumentar tu motivación en general.
Si tu falta de inspiración es más drástica, enfocarte en tus relaciones laborales puede ser otra alternativa para demostrarte a ti mismo el impacto que tienes. “Toma nota de la forma en que tu trabajo tiene un impacto en las personas con quienes trabajas. No siempre hay un impacto externo de toda la empresa, pero sí hay un impacto interno”, añadió Fosslien. Recordar las formas en las que tu trabajo ayuda a tus colegas te motivará a continuar ayudándolos.
De hecho, apoyarte en tus relaciones de trabajo puede ser la salvación: investigaciones han demostrado que la motivación en el trabajo a menudo proviene de trabajar con personas que te importan, y quienes tienen amigos en el trabajo suelen considerarlo más satisfactorio. De acuerdo con una encuesta de Gallup, “cuando los trabajadores tienen un profundo sentido de conexión con los miembros de su equipo, tienen motivación para realizar acciones positivas que beneficien el negocio… acciones que ni siquiera considerarían si no tuvieran una muy buena relación con sus colegas”.
Si todo lo anterior falla, no desesperes. Recurre a tomarte un descanso estratégico de tu trabajo. “Cuando el sentimiento negativo es demasiado perceptible, es el momento más difícil para tomarse ese descanso, pero también es el momento más importante para buscar algo no relacionado con el trabajo que te dé alegría”, indica Fosslien. Las autoras hacen un llamado a no dejar de hacer aquellas cosas que te suben el ánimo, sean hobbies u otras actividades, y a no olvidar quizás lo más importante: tu trabajo es una parte mínima de ti, y no te define en absoluto.
Por Equipo Espacio Mutuo
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