Todo el mundo se hace la misma pregunta y todo el mundo tiene algo distinto que decir: ¿Cómo podemos educar con éxito a niños y adolescentes para que prosperen online? Y la verdad es que nadie tiene la respuesta perfecta –comprensiva, basada en evidencia y práctica; que ofrezca una guía clara para padres y profesores acerca de lo que deben hacer. 

En las manos correctas, el Internet es un lugar asombroso, una herramienta capaz de transformar la sociedad para mejor. Sin embargo, con sólo escuchar algunas de las historias que nuestros hijos y sus amigos cuentan es fácil comprender que también trae riesgos para ellos y para la sociedad en general. Si queremos que los jóvenes aprovechen al máximo las oportunidades y estén menos expuestos a los riesgos, entonces padres y educadores tienen el deber de intervenir y luchar para ayudar a sus hijos a encontrar formas de vivir bien online.

LAS REGLAS DEL JUEGO CAMBIARON

Parte del desafío educativo se debe a la naturaleza del Internet y las plataformas de redes sociales, de las posibilidades que brindan a sus usuarios.

Primero, muchos de nosotros simplemente no sabemos qué hacen nuestros hijos en línea. Es algo así como una caja negra. Por ejemplo, mientras que detectar una agresión es sencillo en el patio de recreo, es mucho más difícil saber si nuestros hijos están siendo víctimas (o victimarios) de acoso en alguna de las plataformas de redes sociales.

En segundo lugar, las reglas online son diferentes: los niños pueden trascender el tiempo y el espacio de una manera que los adultos nunca pudieron mientras crecían. Si querías hablar con un amigo, tenías que quedarte en la calle hasta que apareciera uno, llamarlo a un teléfono fijo o esperar hasta verlo en el colegio. En la era de TikTok, Snapchat e Instagram, este no es el caso: no es raro que los niños tengan miles de micro-interacciones con sus amigos, si no hay restricciones, todo el día y la noche.

Esas posibilidades por sí solas no significan que los niños necesariamente se comporten de manera poco virtuosa en Internet, pero han cambiado las reglas de participación. Cuando los niños piensan que pueden actuar de forma anónima y en formas que en gran medida no tienen restricciones, quizás no sea sorprendente que surjan tendencias preocupantes en Internet, como los desafíos dañinos de TikTok, donde se alienta a los niños a cometer acciones impactantes, como estropear los carteles de la escuela o golpear un profesor.

Si queremos ayudar a los niños no sólo a sobrevivir sino a prosperar en línea, necesitamos que muestren las virtudes que han unido a las personas durante muchos años. Estas son las virtudes de la honestidad, la compasión, el coraje, la humildad, la gratitud, la justicia social y otras. Cuando una masa crítica de usuarios de Internet muestra estas virtudes, entonces la tecnología puede ser verdaderamente una fuerza para el bien. En ausencia de estas virtudes, puede ser un lugar de abuso, crimen y desinformación que daña a las personas y socava el tejido de la sociedad.

VIRTUD Y SABIDURÍA ONLINE

Todos podemos estar de acuerdo con las virtudes pero, por lo mismo, la siguiente pregunta es más compleja aún: ¿Cómo educamos a niños, niñas y adolescentes para que actúen de esa forma? ¿Cómo podemos ayudar a nuestros hijos a cultivar cualidades deseables y, lo que es más importante, mostrarlas en línea, especialmente cuando nadie está mirando?

Gran parte de las investigaciones de los últimos años se ha centrado en evaluar los enfoques educativos para perfeccionar la virtud que se ha denominado “Cíber-sabiduría”. La sabiduría cibernética está en el corazón de los nuevos estudios académicos acerca de la educación online. Por ejemplo, recientemente se realizó una encuesta en el Reino Unido que mostró que tanto los adolescentes como los padres aprecian la sabiduría como la virtud más importante en la era digital. 

También se publicó un artículo sobre un modelo conceptual de 4 componentes de sabiduría cibernética que se basa en el trabajo más amplio del Jubilee Centre sobre phronesis. Los componentes, todos los cuales creemos que se pueden educar, son:

1. Alfabetización en ciber-sabiduría. Esta es la habilidad y el lenguaje necesarios para identificar diferentes virtudes en línea.
2. Razonamiento de ciber-sabiduría. La capacidad intelectual y crítica para reflexionar sobre el mejor curso de acción en línea, particularmente cuando se presentan dilemas morales y en formas que dependen del contexto.
3. Auto-reflexión de la ciber-sabiduría. Esta es la práctica de reflexionar sobre las propias experiencias en línea y de navegar, en consecuencia, las diferentes perspectivas y emociones involucradas en el proceso de toma de decisiones morales en línea.
4. Motivación ciber-sabiduría. Esto implica tanto una visión subjetiva como colectiva de la buena vida, así como una motivación para lograr el florecimiento humano en línea.

Actualmente, el equipo de expertos de Jubilee Centre se encuentra desarrollando un nuevo programa que busca educar a jóvenes de 13 a 16 años sobre esos 4 componentes de la sabiduría cibernética. La meta es el razonamiento y la práctica autónoma de la virtud. 

Esto implica ayudar a los niños a desarrollar sabiduría que puedan aplicar a sus vidas en línea y al uso de las redes sociales, en lugar de decirles a los niños cómo comportarse. Se trata de proporcionar historias, ejemplos, andamiaje, tutoría, apoyo, comprensión, perdón y mucho más además de ayudar a los niños a experimentar en línea y tomar mejores decisiones con el tiempo.

Por Equipo Espacio Mutuo

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