Los últimos años han afectado el sentido de identidad de muchas personas. La pandemia ha dado paso a nuevas formas de trabajar, una nueva comprensión de la salud y la seguridad de nuestras familias y, a menudo, nuevas prioridades para lo que queremos de nuestra vida profesional y personal. 

Esto puede dejarnos sintiéndonos muy inseguros y hambrientos de cambio: nos damos cuenta de que queremos algo diferente… incluso si no podemos identificar exactamente qué.

Carter Cast, autor de The Right-and Wrong Stuff: How Brilliant Careers are Made and Unmade, (“Lo correcto y lo incorrecto: Cómo se hacen y se deshacen las carreras brillantes”) describe la desconexión entre nuestros valores declarados y nuestros comportamientos reales como una «brecha de integridad». Éstas a menudo emergen gradualmente, cuando nos encontramos haciendo intercambios de valores que comienzan a erosionar nuestro sentido de integridad personal.

Como cuando comienzas un trabajo nuevo y prometes que no perderás el contacto con tus buenos amigos ni tus hobbies, que sólo te quedarás hasta que adquieras necesidades laborales específicas… pero 2 años se convierten en 3, luego en 4 y más tarde en 5, ya que aunque la carga es agotadora y ha comenzado a afectar tus relaciones, la paga es buena. Muy pronto, tu vida personal no refleja ni remotamente tus intenciones.

Se puede evitar una brecha de integridad a través de la reflexión y la recalibración constante, dice Cast. Aquí te mostramos qué herramientas necesitas para mantener tus valores y acciones alineadas. 

COMPROMÉTETE A CUESTIONARTE A TI MISMO

Comprender tanto tus valores (esas cosas lo suficientemente importantes para ti que no quieres que sean parte de ninguna compensación) como tus motivos (esas cosas que te dan energía y te llenan) son fundamentales para tomar mejores decisiones profesionales. Obtener esa comprensión requiere un poco de autorreflexión.

“Consulta contigo mismo de manera regular”, dice Cast, “sobre lo que te motiva y lo que consideras más importante en tu vida. Si haces eso, será menos probable que te encuentres en un trabajo que ya no se alinee con tus valores”.

Tal vez te has quedado demasiado tiempo en un trabajo en el que trabajas todos los fines de semana, o ya no sientes que estás progresando o que te desafían. Tal vez sólo quieras pasar más tiempo con las personas que amas. Reconocer eso puede ser difícil, especialmente para las personas de alto rendimiento.

Cast se dio cuenta de la importancia de tener un agudo sentido de lo que lo motivaba y energizaba y, a su vez, ese conocimiento lo ayudó a identificar trabajos congruentes con esas motivaciones. “Me pregunté: ¿Cómo me pueden pagar por hacer lo que amo? Esa pregunta alimentó mi autoexploración”, dice Cast. “Eso significó darme cuenta de que me encantaba enseñar y aconsejar a la gente. A partir de ahí, me di cuenta de que realmente quería ser profesor, no un ejecutivo de alto nivel”.

Cast sugiere realizar una auditoría en 2 partes. Primero, crea una lista de cómo pasas tu tiempo, actividad por actividad, a partir del último mes de actividades en tu calendario. Luego, etiqueta cada actividad según la consideres «creadora de energía», «neutral» o «reductora de energía». Usa códigos de color para analizar rápidamente los resultados: rojo para reductores de energía, amarillo para actividades neutrales y verde para creadores de energía.

Al final del mes, saca la auditoría y busca tendencias. ¿Algunas actividades te dan energía? Si es así, ¿cómo puedes crear un entorno de trabajo en el que hagas más de eso? ¿Algunas actividades te desmotivan? ¿Puedes quitarlas de tu rutina?

“Me di cuenta de que no se trataba solo de progresar en mi carrera”, dice Cast. «Se trataba de encontrar un ‘buen trabajo’ que fuera una expresión sincera de mí mismo, un trabajo que me diera energía y tuviera significado tanto para mí como para aquellos con quienes interactúe».

PON LÍMITES

Armado con el resultado de su auditoría de tiempo y energía, puedes comenzar a reconfigurar tu calendario general para acercarte a las actividades que te energizan, mientras articulas dónde están tus límites.

Por ejemplo, si tu trabajo exige muchas horas que afectan negativamente a tu familia, establece límites definidos para que el trabajo sea más tolerable. Esto podría significar cenar con tu familia una cierta cantidad de noches a la semana o limitar la cantidad de llamadas nocturnas que estás dispuesto a atender.

“La mayoría de las brechas de integridad surgen cuando ignoramos -o nunca establecemos- nuestros límites no negociables”, dice Cast. “Depende de ti saber dónde está esa línea. ¿Cuáles son tus no negociables? Eso es algo en lo que pensar antes de sumergirse en un nuevo trabajo”.

Cada decisión que tomas sobre cómo pasas tu tiempo es una negociación. ¿Deberías reunirte con un vendedor que cree que hay una solución para tu empresa o deberías ver el partido de fútbol de tu hija? ¿Deberías estar en el mercado hablando con los clientes o en tu oficina, dedicando tiempo ininterrumpido a concentrarse en la estrategia? ¿Deberías tomar un vuelo nocturno para llegar temprano al sitio de un cliente o hacer ejercicio y dormir bien por la noche?

“No cedas esa decisión a otra persona, incluido tu jefe”, dice Cast. “El hecho de que puedas hacer que algo encaje en tu calendario no significa que debas hacerlo encajar”.

CREA PEQUEÑAS PRUEBAS PARA NAVEGAR EL FUTURO

Una de las razones por las que puede ser tan desafiante abordar una desalineación entre lo que quieres hacer y lo que estás haciendo es que una nueva posición deseada a menudo requiere nuevas habilidades que llevará tiempo desarrollar.

“No es como si accionaras un interruptor y de repente estuvieras preparado para hacer algo diferente”, dice Cast. “Hay que sembrar nuevas oportunidades y desarrollar las habilidades necesarias”.

Para ayudar a cerrar esta brecha, Cast recomienda 2 actividades prácticas.

Primero, realiza un análisis de la brecha de habilidades en el que enumeres las habilidades clave necesarias para el trabajo de tus sueños y luego califícate en cada área de habilidades para encontrar dónde eres más fuerte y dónde puedes necesitar capacitación y desarrollo adicionales. Estos aprendizajes no sucederán de la noche a la mañana, pero con paciencia, perseverancia y estudio, podrás alcanzar tus objetivos. 

La segunda actividad que recomienda Cast es hacer lo que él llama «pequeñas apuestas».

“En el método de emprendimiento de startups, tú creas hipótesis, desarrollas prototipos y los pruebas”, dice Cast. “Aprendes, luego repites, una y otra vez hasta que lo haces bien”. Cast recomienda un enfoque similar para el desarrollo profesional. En su caso, creó y probó varias hipótesis para un futuro profesional.

“Me pregunté qué me gustaría hacer en 5 años. Se me ocurrieron 3 o 4 ideas. Luego diseñé pequeñas pruebas para ver si el zapato me quedaba bien, para evaluar si cada carrera profesional resonaba conmigo”, dice Cast.

Si, por ejemplo, crees que puede querer convertirse en profesor en el futuro, la «pequeña apuesta» puede incluir presentarse en una clase como profesor invitado. Si eso va bien, intenta co-enseñar una clase con un profesor experimentado. Eso puede darte una mejor idea de los rigores del trabajo. ¿Sigues entusiasmado con la enseñanza después de eso? Puedes programar una reunión con un decano para averiguar si hay disponible un puesto más duradero en la escuela.

“Rara vez he visto a personas que saben lo que van a hacer en 5 años y luego simplemente lo hacen. En cambio, aprendemos y nos adaptamos. Mantuve la mente abierta y la curiosidad y continué ajustando y probando ideas cuando y como podía, lo que me llevó por un camino muy diferente”.

Por Equipo Espacio Mutuo

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