Cómo apoyar a alguien que está en una relación abusiva

por | Jul 25, 2022 | El Valor de Vincularse

A la mayoría de nosotros se nos enseña que las relaciones de otras personas no son asunto nuestro, que son privadas y personales. 

Entonces, cuando ves una que va muy, muy mal, puede ser increíblemente difícil saber cómo intervenir. Incluso es posible que sientas que no deberías, que no corresponde.

Sin embargo, debemos mejorar en esto, dice Katie Hood, educadora de relaciones y directora ejecutiva de One Love Foundation. “En lo que todos nosotros tenemos más experiencia son las relaciones”, dice Hood. “Simplemente nunca nos han dado un marco o una guía de instrucciones sobre cómo manejarlas”.

Con el 25% de las mujeres en Estados Unidos experimentando violencia íntima de pareja en su vida (¡y el 10% de los hombres en Estados Unidos también!), las posibilidades de que esto, en algún momento, le suceda a alguien que conoces y te importa son lamentablemente altas. En todo el mundo, el 27% de las mujeres experimentan violencia de pareja a lo largo de su vida.

LAS SEÑALES, DE AFUERA HACIA ADENTRO

“Cuando eres un amigo que mira desde afuera, lo que es realmente claro para ti con frecuencia no lo es para la persona que está en la relación”, dice Hood. “Si alguien te pega un puñetazo en la primera cita, sería la última cita. Pero debido a que el comportamiento abusivo se te acerca sigilosamente -comienza como adoración y emoción, y todas estas narrativas que tenemos culturalmente sobre lo que significa enamorarse- le sigues el juego”.

Incluso cuando es claro para ti -alguien fuera de la relación-, puede ser difícil saber cuándo y cómo actuar. Aquí hay algunas señales de alerta comunes a tener en cuenta, que pueden ayudarte a estar más seguro de que estás viendo algo en lo que necesitas intervenir.

  • SEÑAL DE ALERTA NÚMERO 1: Una amistad se está aislando cada vez más de ti y de las cosas que le gusta hacer. 

Esta es una primera señal que con mucha frecuencia se pasa por alto, dice Hood, debido a cómo normalizamos este aspecto de las relaciones. Esperamos que alguien desaparezca cuando está en la fase de “luna de miel”. “Incluso bromeamos al respecto: ahora tienen novio y se han olvidado de todos sus amigos…”, dice Hood.

Pero debes prestar atención si esto se prolonga o se vuelve inusual, dice Karen Mason, cofundadora y directora de práctica comunitaria de SOAR (Supporting Survivors of Abuse and Brain Injury through Research) o en Español: “Apoyo a los supervivientes de abusos y lesiones cerebrales mediante la investigación”, con sede en el Reino Unido.

Si alguien con quien sueles pasar mucho tiempo no está disponible y pone excusas por no estar disponible, o si nunca se presenta a las actividades sociales en las que siempre estuvo muy emocionado y con muchas ganas de participar, eso es una señal de alerta”, explica Mason.

  • SEÑAL DE ALERTA NÚMERO 2: Lesiones y dolores sin explicación de las cuales la persona no está dispuesta a hablar. 

Si bien muchos abusadores se preocupan de causar lesiones que no se pueden ver fácilmente, o incluso que no dejan marcas, es posible que notes que tu amistad ha tenido una serie repentina de «accidentes» que parecen fuera de lugar.

“Las lesiones o hematomas inexplicables, o las historias sobre lesiones o hematomas que simplemente no parecen encajar, y el deseo de evitar discutir la causa, pueden ser signos reveladores”, dice Mason.

  • SEÑAL DE ALERTA NÚMERO 3: Abuso emocional y financiero. 

A veces, esto ocurrirá abiertamente, con un abusador menospreciando, controlando o tratando mal a su pareja frente a familiares y amigos. Pero tu amistad puede tratar de compensar esto disculpándose o afirmando que hizo que su pareja se comportara de esa manera. Por el contrario, puede parecer que se toman este comportamiento con calma, como diciéndote: “Tranquilo, yo puedo manejar esto”. 

Ya sea que tu amistad se disculpe o compense en exceso, intenta ser consciente del comportamiento que no es normal para él o que no te parece correcto –especialmente si ha cambiado desde que comenzó la relación. Presta atención a las menciones frecuentes, incluso en forma de bromas, de que no debe hacer o usar ciertas cosas que «molestarán» a su pareja. O, si parecen necesitar permiso para gastar dinero.

También es importante recordar, dice Mason, que las personas en relaciones abusivas no siempre parecen oprimidas, como cabría esperar. A las personas de apariencia fuerte y empoderada también le ocurren estas cosas. “Esto no es una debilidad”, coincide Hood. “Están en una relación muy complicada”.

TRAS RECONOCER LAS SEÑALES, HABLARLO A SOLAS. 

Si estas señales de alerta han estado apareciendo y sientes que es una situación de la que quieres hablar con tu amistad, el siguiente paso es encontrar una manera de reunirte con ella a solas. Debe ser una conversación uno a uno, especialmente si te preocupa que su pareja pueda tener acceso a su teléfono u otros dispositivos.

“Mantén las cosas ligeras, simples y normales en el contexto de la vida de esa persona”, aconseja Mason. “Lo último que quieres hacer es ponerlos en mayor riesgo de daño”.

Puede haber una actividad o un proyecto relacionado con el trabajo a través del cual puedan juntarse para discutir. Tiene que ser algo que sea muy normal, que ambos hagan juntos y que su pareja no tenga motivos para asistir.

CÓMO GUIAR LA CONVERSACIÓN

La forma en que abras esta conversación será increíblemente importante. Debes entrar con un enfoque totalmente libre de prejuicios y estar preparado para escuchar y aceptar lo que escuches. Ten en cuenta que gran parte de la autonomía y el control de esta persona ha sido arrebatado por su abusador, por lo que tu trabajo es restaurar eso. “No tiene que gustarte”, dice Mason. “Pero debes honrar sus elecciones, dejando en claro que te importa y que se trata de querer lo mejor para ellos y de querer estar seguro de que están a salvo”.

  • Hood sugiere esta suave apertura: “Lo primero que quiero que sepas es que te amo y quiero lo que es bueno para ti. Siempre estoy de tu lado, pase lo que pase. Sin dudar. Pero me sentí muy incómodo el otro día cuando vi que esto sucedió…”. Puedes describir el incidente que viste. Mantén tu relato breve y concéntrate en el comportamiento que presenciaste, no en la pareja en sí, ya que esto puede hacer que tu amistad se ponga a la defensiva.
  • O bien, podrías señalar que has notado que ya no asisten a eventos sociales. Mason sugiere preguntas como “Me pregunto qué te pasa. Pareces diferente que antes”, o “¿Qué tan segura te sientes? ¿Qué te gustaría que supiera sobre lo que te está pasando en este momento?”. 

“La clave en todo esto es escuchar y hacer preguntas abiertas desde un lugar de curiosidad y cuidado, en lugar de juzgar, y estar abierto y dispuesto a escuchar lo que viene a continuación”, dice Mason.

Tienes que aceptar cualquier respuesta que te den. Es posible que ignoren tu preocupación o que se abran las compuertas. Toma su iniciativa y valida sus sentimientos, incluido el hecho de que ama a su pareja.

“Ninguno de nosotros quiere pensar que esta es la persona que amamos”, dice Mason. “Hay una razón por la que nos enamoramos, y existe ese ciclo de abuso para que no sean un monstruo todo el tiempo. Podemos ser como una flor desesperada por el sol; cuando es bueno, se siente maravilloso”.

“Allí hay amor”, dice Hood. “Es solo un amor enfermo”.

MANTENER LA COMUNICACIÓN ABIERTA

Después de esta primera conversación, tu trabajo principal es mantener abiertas las líneas de comunicación con tu amistad. Quieres ser alguien con quien se sientan seguros hablando si las cosas se vuelven peligrosas, pero puede llevarles mucho tiempo incluso reconocer que están experimentando abuso. 

Has plantado esa semilla, y es posible que tengan algo de vergüenza y estigma que deben superar antes de que puedan avanzar. “La persona promedio toma 7 intentos para dejar una relación abusiva”, dice Hood. “Entonces, si te frustras cuando no se van la primera vez y dejas de atender sus llamadas, todo lo que estás haciendo es empoderar a la persona abusiva para que tenga más control sobre ellos”.

Está bien -y en realidad es muy importante- cuidarse durante este proceso. No es fácil ver a alguien que te importa ser lastimado, y no se vuelve más fácil con el tiempo. Asegúrate de tener a alguien con quien hablar, sin revelar nada que pueda poner en peligro a tu amigo.

Mason recomienda que sigas reforzando lo mucho que te importa y que siempre estarás ahí, pase lo que pase. “La partida ocurre con el tiempo. Existen estos pequeños actos diarios de resistencia de los que quizás ni siquiera nos demos cuenta”, dice ella.

Si te preocupa que tu amistad esté en peligro físico, es posible que debas considerar intensificar sus esfuerzos. Encuentra a otro amigo o pariente de confianza con quien hablar. Haz un poco de planificación para su seguridad, como averiguar qué servicios de violencia doméstica están disponibles en su área e identificar un lugar donde la persona podría quedarse si necesitara abandonar su hogar repentinamente.

Al final, “la vida de una persona es mucho más importante que tu relación con ella”, dice Mason, y si esto significa intervenir en contra de su voluntad en una situación muy amenazante, es posible que tengas que hacerlo.

Por Equipo Espacio Mutuo

Mutual de Seguridad

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