El reconocimiento importa. Según una investigación realizada por los expertos en reconocimiento OC Tanner, sólo el 61% de las personas se sienten apreciadas en el trabajo. Y aunque muchos empleadores piensan que la razón por la que las personas se van es la remuneración, sólo el 12% de las personas que dejan su empresa mencionan esa razón para su partida. 

¿La verdadera razón por la que la gente se va? Un sorprendente 79% dice que se fueron por la puerta debido a la falta de aprecio.

Entonces, digamos que eres un líder que quiere reconocer los esfuerzos de los empleados. O tal vez tienes un compañero que te salvó de un problema y quieres ofrecerle un sincero «¡gracias!». ¿Cuál es la mejor manera de transmitir el mensaje?

La respuesta es, “depende”. Si bien la mayoría de las personas disfrutan ser reconocidas, no todas disfrutan ser reconocidas de la misma manera. Para algunas personas, el reconocimiento con todo el alboroto de ser el “empleado del mes”, recibir un premio frente a toda la oficina y tener su foto colgada en la pared está bien. Otros, sin embargo, preferirían tener un tratamiento de conducto antes de tener a todo el equipo ahí mirándolos. El aprecio no es de una “talla única”. 

LA ECUACIÓN DEL RECONOCIMIENTO

Esto es lo que pasa con el reconocimiento: las personas que lo otorgan tienen buenas intenciones, pero si no saben al menos un poco sobre el destinatario del reconocimiento, el elogio puede quedar muy lejos de los beneficios positivos que esperan. Es por eso que, a veces, sentimos que nuestras muestras de agradecimiento no son apreciadas.

Aquí está la conclusión de la ecuación de la gente: antes de descartar a estas personas como ingratos, considera cómo tu personalidad puede jugar en la imagen. ¿La persona que elogiaste es extrovertida y entusiasta? O tal vez es más reservada. Quizás es un personaje agresivo, o es más del tipo reflexivo y analítico. Prestar mucha atención a las preferencias naturales de reconocimiento de tu colega puede proporcionar pistas sobre la mejor manera de mostrar tu aprecio.

4 PREFERENCIAS DE RECONOCIMIENTO 

Puedes estar pensando, “¿Qué? ¿Ahora hay que ser psicólogo calificado sólo para poder decir ‘gracias’ a un compañero de trabajo?”. No, no necesitas ser un terapeuta. Sólo necesitas reflexionar un poco. Las personas tienden a preferir el reconocimiento que cae en una de estas cuatro categorías:

1. Sin lujos. Las personas con esta preferencia son directas. No quieren que una banda de mariachis anuncie su logro. Mantén el elogio simple.
2. Social. Para esta persona, el entusiasmo es muy importante. Y si la alabanza se puede hacer en público, ¡mucho mejor! Las personas con esta preferencia de reconocimiento son interconectadores naturales: el reconocimiento público les ayuda a sentirse conectados con quienes los conocen.
3. Bajo perfil. Algunas personas simplemente no quieren que se les haga una fiesta. Aprecian el reconocimiento tanto como cualquier persona, pero debe ser tranquilo, reservado y, lo que es más importante, sincero. Las personas que prefieren este tipo de reconocimiento pueden detectar elogios falsos a una milla de distancia.
4. Específico. «Buen trabajo» puede ser suficiente para algunas personas (por ejemplo: Sin lujos), pero eso no será suficiente con una persona que anhela los detalles. A las personas con esta preferencia de reconocimiento les gusta ser reconocidas por logros específicos o habilidades laborales. El elogio no tiene que ser efusivo, simplemente expresado con precisión.

Dar reconocimiento a las personas les permite saber que su trabajo es importante. Cuando lo haces de una manera que respeta sus preferencias únicas, vas un paso más allá: les muestras que ellos son importantes.

Por Equipo Espacio Mutuo

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