¿Cuánta perfección es demasiada? Cómo ayudar a un miembro del equipo excesivamente autoexigente

por | Nov 1, 2022 | Empresas que cambian

 

“Es dura consigo misma, pero es porque exige la excelencia”. “El equipo es implacable en su búsqueda de la perfección”. 

¿Cuántas veces has escuchado a otros, o dicho algo similar, y lo has dicho como un cumplido? 

Cuando las personas en una empresa exigen la perfección de sí mismos, existe una delgada línea entre el esfuerzo saludable y el perfeccionismo contraproducente. Al igual que con todas las cosas relacionadas con la comunicación del liderazgo, hay un matiz en brindar este elogio. Y si no eres consciente de ello, es posible que estés haciendo más daño que bien. 

¿CUÁNTA “PERFECCIÓN” ES DEMASIADA?

Probablemente no te sorprenda descubrir que existen tipos de perfeccionismo «saludables» y versiones no tan saludables. Esforzarse por mejorar es una meta valiosa y es un tipo de perfeccionismo «saludable»- y si ocupas una posición de liderazgo, necesitas personas en tu equipo que establezcan altos estándares para sí mismos y logren sus objetivos.

Sin embargo, dicen los expertos, demasiado enfoque en la perfección puede hacer oscilar el péndulo hacia un territorio poco saludable, hacia algo que los psicólogos llaman “perfeccionismo desadaptativo». 

Señales de que un empleada o empleado puede tener una relación poco saludable con su búsqueda de la perfección son:

  • Una preocupación excesiva por controlar los resultados.
  • Miedo a cometer errores.
  • Pedir tranquilidad constantemente.

¿Cuál es, entonces, la “fórmula secreta” de la búsqueda de la excelencia? ¿Cómo puedes tú, como líder, alentar a las personas a hacer lo mejor posible sin acumular presión adicional sobre aquellos que ya son autocríticos? Resulta que hay una combinación importante de rasgos que distinguen al individuo seguro y resistente del perfeccionista contraproducente.

LA CONFIANZA ES BUENA, PERO ES MEJOR LA COMPASIÓN

Probablemente hayas notado que los trabajadores más seguros también se encuentran entre algunos de los más productivos y satisfechos. Pero ¿alguna vez te has encontrado con un empleado que parece confiado en el exterior, pero que, sin embargo, en una conversación, revela una hipercrítica de sus éxitos? Es como si no importara cuánto éxito tengan, todavía no están satisfechos. O bien, se desmoronan cuando un proyecto sufre un revés y se culpan a sí mismos de manera desproporcionada.

Parecería que la confianza sería un indicador principal del éxito en el trabajo, pero resulta que la verdadera ecuación de las personas es «confianza + autocompasión = éxito en el lugar de trabajo». De acuerdo con los estudios realizados por la Dra. Kristin Neff, una destacada investigadora en el campo de la autocompasión, son aquellas personas que tienen tanto confianza como la capacidad de «darse un poco de holgura» después de experimentar un fracaso los que son más capaces de manejar el estrés de su vida laboral cotidiana.

3 FORMAS DE AYUDAR

Si notas que un miembro del equipo es muy autocrítico y gira en un círculo vicioso de culparse a sí mismo, es hora de que intervengas como líder y lo entrenes. ¿Cómo ayudar a un empleado que tiene talento, pero que experimenta un comportamiento demasiado exigente consigo mismo?

No basta con decir “deja de ser tan duro contigo mismo”: necesitas ayudarlos a desarrollar habilidades y una perspectiva para cuando la vida les presente un problema. Y una de las mejores maneras de hacer esto es ayudar a los empleados a darse cuenta de hasta qué punto las «historias» que se cuentan a sí mismos se interponen en su progreso.

    • RECONOCER AL CRÍTICO. Todos tenemos un crítico interno que evalúa nuestras acciones. Por eso es importante validar con tu empleado que “El Crítico” se presenta en todos nosotros. Ayúdalo a ver que es la forma en que manejamos esta voz de duda, lo que determina si somos capaces de recuperarnos.
    • ¿CUÁLES SON SUS HISTORIAS? Los seres humanos dan sentido al mundo llevando a cabo un monólogo interior sobre sus observaciones, experiencias e interacciones. Estas “historias” en nuestras cabezas parecen la verdad absoluta. Pero en realidad, hay muchas formas de ver el mundo. Y un gran líder ayuda a las personas a ver narrativas alternativas que pueden guiar a las personas fuera del desánimo y hacia la esperanza.
  • DAR UN PASO ATRÁS. Para ganar perspectiva, a veces necesitamos salir de nosotros mismos. Si una persona está realmente atrapada en el ciclo de vergüenza/culpa, podría ser útil sugerirle este ejercicio: imagina que estás consolando a un colega que se siente mal por un error que cometió en el trabajo. ¿Qué les dirías? Esto los ayuda a distanciarse de su situación y a mitigar lo que los psicólogos llaman «catastrofismo»: la tendencia a tomar pequeños errores y sacarlos de proporción.

La autocompasión no significa liberar a la gente de sus errores. Se trata, en cambio, de fomentar una mentalidad saludable para recuperarse de los contratiempos, desarrollar la resiliencia y experimentar una vida laboral más productiva. Y eso es una victoria tanto para todas las personas de una organización.

Por Equipo Espacio Mutuo

Mutual de Seguridad

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