5 consejos de convivencia en Navidad, para estar en desacuerdo sin ser desagradables
El lado bueno de esta época del año: reunirnos con toda la familia.
El lado malo de esta época del año: reunirnos con toda la familia.
Navidad y Año Nuevo pueden ser tus fiestas favoritas del año… o tu peor pesadilla. Tras un año tan convulsionado como este -social, política y económicamente-, las conversaciones grupales pueden, en un santiamén, transformar la sobremesa en una guerra campal.
Según el profesor de la Universidad de Standford, Dan Edelstein, sin embargo, existen maneras de estar en desacuerdo sin ser desagradable.
DESACUERDOS SIN DESAGRADO
Edelstein enseña en la clase Ciudadanía en el siglo XXI, parte del plan de estudios básico de Educación Cívica, Liberal y Global (COLLEGE) de la universidad. El programa COLLEGE enseña a los y las estudiantes de primer año habilidades ciudadanas, como la discusión civilizada.
“Para ser ciudadanos exitosos, debemos comprender qué se necesita de nosotros en nuestras interacciones con los demás y cuáles son nuestras expectativas”, dijo Edelstein. “Uno de los principales objetivos de la clase de ciudadanía es normalizar el hecho de que las personas no siempre están de acuerdo y resaltar por qué es tan valioso. De hecho, el desacuerdo es una característica, no un error de la democracia”.
No solo es importante fomentar la diversidad de puntos de vista para que puedan surgir nuevas ideas, sino también confrontar ideas con las que no estamos de acuerdo, ya que “nos obliga a aclarar y refinar nuestros propios pensamientos”, dijo.
MÁS DE UN TIPO DE DIÁLOGO
Quienes están en redes sociales o ven las noticias a menudo ven sólo una forma de diálogo: el debate. Esto implica intentar persuadir a otros de nuestro punto de vista, con poco intercambio de ideas, explicó Edelstein.
“Realmente lo que queremos que practiquen nuestros estudiantes, y lo que creo que necesitamos más en nuestro país y en las democracias de todo el mundo, es la deliberación”, dice Edelstein, citando el trabajo de los académicos James Fishkin y Larry Diamond sobre democracia deliberativa. Y con sólo leer la definición que la RAE da a ese término, es fácil comprender por qué los expertos apuntan a ella: “Considerar atenta y detenidamente el pro y el contra de los motivos de una decisión, antes de adoptarla, y la razón o sinrazón de los votos antes de emitirlos”.
“Es una forma de enmarcar un desacuerdo para mantener viva la conversación y hacerla avanzar, en lugar de convertirla en un choque de puntos de vista”, explica Edelstein.
CONSEJOS PARA MANEJAR LOS DESACUERDOS
-
Ábrete a la posibilidad de cambiar de opinión.
“Para pasar del debate a la deliberación, es realmente tu estado mental el que tiene que cambiar. Cuando estamos debatiendo, somos rápidos, estamos emocionados y apasionados. Ese es un estado mental terrible si quieres ser deliberativo. Necesitas mantener la mente abierta y ser más reflexivo sobre las cosas. Tienes que reducir la velocidad, no dejar que tus emociones se disparen por lo que alguien dice cuando no estás de acuerdo con ellos. Es decirte a ti mismo, ‘Está bien, no estoy de acuerdo con eso, pero aún así voy a escuchar’”. Y a veces incluso puedes descubrir que sí estás de acuerdo con una idea o un punto que antes habías rechazado.
-
Sé curioso acerca de por qué otras personas se sienten como se sienten.
“Incluso si lo que te dice la persona al otro lado de la mesa parece completamente opuesto a todo lo que crees, aún puede ser interesante averiguar: ¿Por qué algunas personas parecen estar persuadidas por una visión del mundo tan completamente diferente a la tuya? Es importante no descartar a las personas como estúpidas o inferiores, lo que puede suceder cuando nos acaloramos y respondemos más en función de una reacción emocional que reflexiva”.
-
Evita las etiquetas.
“Si no estoy de acuerdo contigo y las primeras palabras que salen de mi boca son ‘Bueno, eso es tonto’ o ‘Creo que eso es estúpido’, entonces estoy siendo desagradable. Lo que los expertos en democracia deliberativa han descubierto es que si te abstienes de sobrenombres y etiquetas y, en cambio, hablas de ideas y políticas, entonces, con algunas excepciones, a menudo puedes tener una conversación abierta con alguien que proviene de un campo político o punto de vista diferente”.
-
Comparte tus experiencias.
“Cuando traemos las cosas de vuelta a lo que sabemos por experiencia, lo que hemos pasado, lo que hemos visto, hace que estas conversaciones sean más interesantes y quizás un poco más armoniosas. Si alguien dice algo extravagante, podrías responder: ‘Esa no es realmente mi experiencia, de hecho, mi experiencia ha sido todo lo contrario’. O, ‘Oh, ¿dónde sucedió eso? Sabes, eso suena realmente sorprendente para mí. Ninguno de mis amigos parece haber tenido esa experiencia’ ”.
-
Escucha lo que otros realmente están diciendo.
“La deliberación requiere escuchar activamente lo que dice la gente y no tratar de contrarrestarlos para demostrar que tienes razón y ellos están equivocados. Hacemos hincapié en definir la escucha activa como un tipo muy específico de escucha. Es activa en el sentido de que tienes que revisarte constantemente para permanecer escuchando en este modo más deliberativo, en lugar de tener una reacción instintiva o repulsiva a lo que dice alguien”.
Por Equipo Espacio Mutuo
Mutual de Seguridad