A practicar la paciencia: Distanciamiento social podría mantenerse hasta el 2022
Aunque a veces pareciera que no estamos haciendo nada, el distanciamiento social es nuestra única arma frente al enemigo invisible – el coronavirus. Si bien vemos personas en Estados Unidos que protestan contra las medidas sanitarias por considerarlas «una violación a sus libertades civiles», o incluso en nuestro país somos testigos día a día de personas que continúan haciendo fiestas y reuniones, la gran mayoría de la población está siendo responsable y ejemplar.
Y es que nuevos estudios confirman la importancia de estas medidas para controlar la propagación del virus, y dan indicios de cómo los países deberán actuar en el futuro para prevenir nuevos brotes.
DISTANCIAMIENTO SOCIAL AL ESTILO DE HONG KONG
Un equipo de investigadores del Centro de Enfermedades Contagiosas y Epidemiología de Hong Kong, en colaboración con la OMS, tiene muy claro que el distanciamiento social es la única forma de evitar el colapso de la red de salud de cada nación.
Por lo mismo, decidieron realizar un nuevo estudio observacional, publicado en The Lancet, para comprender cómo su país fue capaz de aplanar la curva sin necesitar cuarentenas estrictas y obligatorias.
Descubrieron que tanto Hong Kong como Singapur y Corea del Sur emplearon sólo medidas preventivas – pero inmediatamente. Comenzaron a tomar pruebas de los ciudadanos cuanto antes, y exigieron equipamiento de distanciamiento y protección apenas surgieron los primeros casos de contagio.
Los investigadores de la OMS revisaron tres encuestas telefónicas, desde el 20 de enero hasta el 13 de marzo, para entender los cambios de actitud de los ciudadanos a medida que progresaba el virus. ¿El descubrimiento? Ninguna sorpresa: una combinación de cambios de comportamiento, como el distanciamiento social y el uso de equipo de protección en público (mascarillas, guantes), restricciones fronterizas y el aislamiento de casos confirmados -y sus contactos- ayudaron a frenar la propagación.
LA OTRA CARA DE LA MONEDA
Si bien se espera que el ejemplo de Hong Kong sirva como precedente para otros países, los investigadores están preocupados por el actual «relajamiento» de medidas que varios países están implementando, en un intento anticipado de «volver a la normalidad».
«Nuestros hallazgos sugieren fuertemente que el distanciamiento social y los cambios en el comportamiento de la población, que tienen un impacto social y económico que es menos perjudicial que el aislamiento total, pueden controlar significativamente COVID-19″, lee el texto del estudio. «Sin embargo, las políticas de relajo que los países buscan implementar desde marzo probablemente generen un aumento de contagios», sentencia el informe.
EE.UU: TODO LO QUE NO HAY QUE HACER
Mientras tanto, en Estados Unidos, las autoridades piden a los adultos mayores que sacrifiquen sus vidas por la economía, los tests y diagnósticos están lamentablemente ausentes, y el único objetivo del presidente Donald Trump es hacer que las tiendas y los negocios vuelvan a funcionar, sin importar las consecuencias que esto tenga para la salud. Sí, entendiste bien: exactamente las medidas opuestas a las que proponen los investigadores y expertos en salud.
Como Cynthia Cox, directora del rastreador del sistema de salud Peterson-Kaiser, le dijo a Vox: «El fracaso de las pruebas está ejerciendo una presión adicional sobre nuestro sistema de salud ya desafiado. La combinación de todos estos factores hará que Estados Unidos empeore mucho más que otros países similares».
¿QUÉ NOS DEPARA ESTA NUEVA «NUEVA NORMALIDAD»?
Un nuevo estudio de modelado de la Escuela de Salud Pública de Harvard T.H afirma que, si bien un período de distancia de 2 o 3 meses logra aplanar la curva, los grupos susceptibles a COVID-19 (es decir, personas mayores de 65 años y personas que padecen afecciones subyacentes, así como los obesos) continuarán en riesgo hasta que se produzcan tratamientos efectivos y, potencialmente, una vacuna. Recomiendan la institución mundial de políticas de distanciamiento social hasta 2022.
Los investigadores de la OMS explican que todas las medidas de distanciamiento social deben permanecer, ya que, por el momento, no parece haber una sola respuesta correcta: «Debido a que se usaron una variedad de medidas simultáneamente, no pudimos separar los efectos específicos de cada una, aunque esto puede ser posible en el futuro si algunas medidas se fortalecen o relajan localmente, o con el uso de comparaciones transnacionales o subnacionales de la aplicación diferencial de estas medidas», señalaron desde Hong Kong.
AVISO: SALUD, NO POLÍTICA
Conscientes de la respuesta que su recomendación de un distanciamiento social prolongado puede provocar, los líderes del estudio de Harvard se han apurado en aclarar algo esencial: no se trata de política.
«Los autores escribieron que son conscientes de las graves consecuencias económicas, sociales y educativas del distanciamiento social. Dijeron que su objetivo no es abogar por una política en particular, sino señalar ‘la carga potencialmente catastrófica sobre el sistema de salud que se predice si el distanciamiento es poco efectivo y/o no se mantiene durante el tiempo suficiente», lee el comunicado oficial.
Nunca hay un retorno a la normalidad, ya que eso supone que la sociedad es una línea constante. Nos estamos moviendo de un lugar a otro, al que nuevamente llamaremos «normalidad»… hasta que nos movamos de nuevo. Debemos ser responsables durante esta transición, capaces de detectar la información y la verdad escondidas entre tanto bullicio.
Por Equipo Espacio Mutuo
Mutual de Seguridad