Ciberacoso: cómo proteger a tus hijos
Si bien ser adolescente nunca ha sido fácil, la masificación del Internet y la popularidad de las redes sociales han generado nuevos campos de batalla a los que niños y niñas de todo el mundo se deben enfrentar.
El cyberbullying o ciberacoso consiste en conductas de hostigamiento o acoso mediante internet, con tácticas como la publicación de mensajes maliciosos y dirigidos, incluidos los mensajes de texto; divulgación de rumores; amenazas; catfishing o hacerse pasar por alguien más con una cuenta falsa; creación de cuentas en redes sociales con el solo propósito de acosar a alguien; e instar a alguien a que se suicide.
Múltiples estudios y campañas de prevención se han encargado de informar acerca de los riesgos que cualquier tipo de abuso conlleva, tales como ansiedad, depresión, trastornos del sueño y dificultades académicas, además de una importante conexión entre el bullying y los comportamientos suicidas. Sin embargo, a pesar de la innegable lista de daños que provoca el ciberacoso en la vida de las víctimas, esta práctica no parece estar en retirada: el 2018, en un informe del Centro de Investigaciones PEW, el 59% de los adolescentes entrevistados afirmaron haber sido hostigados o acosados en internet, y señalaron creer que ni los profesores, ni las redes sociales ni los políticos ayudan realmente a solucionar el problema.
Y es que el impacto de acoso online a menudo se minimiza por la idea de que no existe realmente una amenaza física. Muchas veces estos casos son desestimados, tanto por padres como por autoridades escolares, debido al argumento de que los niños podrían simplemente evitar entrar a la red. Es común que los adultos no dimensionen el impacto real que el ciberacoso tiene para sus hijos, quienes experimentan vergüenza y humillación al ver la propagación de rumores y fotografías en sus escuelas, temerosos también de cuántos más lo habrán visto o compartido. Además, la persecución online es incesante, puesto que los hostigadores tienen acceso ilimitado a dispositivos y a internet.
Reconocer las señales
Debido a los miles de casos de ineficiencia de las autoridades para combatir el ciberacoso, muchas víctimas prefieren guardar silencio y no denunciar. Por lo mismo, es importante percibir las señales:
- Que parezcan tristes o enojados al navegar internet.
- Un aumento o una reducción considerable en la actividad en línea.
- Que apaguen la computadora o cambien de ventana cuando un adulto pasa por donde están.
- Que los niños se vuelvan retraídos, ansiosos o eviten las situaciones sociales; problemas para concentrarse; que presenten cambios en las calificaciones o comportamientos poco característicos.
Tips para adultos:
- Monitorea regularmente sus actividades en línea y las configuraciones de privacidad de sus redes sociales.
- Si alguien acosa a tu hijo en internet, toma capturas de pantalla de los comentarios. Incluye el nombre del sitio web o la aplicación en la imagen y una fotografía del perfil de quien comenta.
- Si los ciberacosadores van a la escuela de tu hijo, infórmaselo al personal administrativo y muéstrale las imágenes. Si el colegio decide no cooperar, acude a autoridades superiores o a la policía.
- También es importante hablar con los niños sobre qué hacer si son testigos de ciberacoso: no participar en él, no compartir el contenido y decírselo a un adulto de confianza.
- Habla del ciberacoso con los niños y explícales que, si sucede, no es su culpa. Enséñales a no ignorarlo (deben informárselo a un adulto de confianza y tomar capturas de pantalla) y establece un plan de acción que defina qué deben hacer si los atacan.
Por Equipo Espacio Mutuo
Mutual de Seguridad