Liderazgo y amabilidad: 4 hábitos de la gente especialmente amistosa

por | Ene 16, 2023 | El Valor de Vincularse

¿Qué tipo de persona eres en los eventos sociales? ¿Prefieres encontrar a la gente que conoces y quedarte hablando con ellos por el resto de la velada, o te gusta conectar con muchos de los asistentes, generar conversación y hacerlos sentir bienvenidos?

Ser amigable en esos entornos es una verdadera habilidad. Tu amabilidad afecta la moral de todo un grupo, por lo que se vuelve particularmente importante cuando asumes roles de liderazgo. Los líderes deben ser buenos para dar su tiempo a los demás y lograr amenizar el ambiente de cualquier fiesta o reunión social laboral.  

Afortunadamente, el arte de la socialización es un talento que todos podemos desarrollar, con nuevos hábitos que nos hagan ser más amigables con el resto. 

Aquí hay cuatro cosas que las personas amigables tienden a hacer especialmente bien, y de las que todos podemos aprender.

  • INICIAR LAS INTERACCIONES. 

Una de las cosas centrales que hacen las personas amistosas es tomar la iniciativa en situaciones sociales. Se acercan a la gente nueva y se presentan. Buscan personas en un grupo que no parezcan estar conectadas con nadie más y comienzan una conversación. Buscan asegurarse de que todos se sientan incluidos en una reunión.

Puedes desarrollar este hábito sin tener que salir demasiado de tu zona de confort. Ser amigable no significa necesariamente ponerse en el centro de un gran grupo de personas, sino que puedes acercarte a una sola persona y comenzar una conversación. Realmente es tan simple como saludar, presentarse y hacer una pregunta sobre la persona. Eso a menudo crea una apertura para una conversación agradable.

Aunque iniciar una conversación con otra persona puede parecer una intrusión, existe evidencia de que entablar una conversación con una persona al azar en un avión o tren termina creando una experiencia positiva para todos (aunque la mayoría de las personas piensan que preferirían que los dejaran tranquilos en esos entornos…).

  • ACEPTAR LA INCOMODIDAD. 

Muchas personas evitan relacionarse con otras personas en entornos sociales porque se sienten incómodas o tienen cierta ansiedad social. Les preocupa decir algo que se interprete como incorrecto y que a alguien más no le agrade o que, sin darse cuenta, insulte a otra persona.

En este caso, la ansiedad infla el riesgo real. La mayoría de las personas se enfocan en la intención de una conversación y no en las palabras específicas que alguien usa. Es posible que temas haber dicho algo de manera incorrecta, pero la persona con la que estás hablando probablemente ni siquiera se dio cuenta de la forma en que lo expresaste. Este miedo también puede impedir que halagues a otras personas.

Para poder participar mejor en estas conversaciones, simplemente acepta que es probable que sientas incomodidad e incluso ansiedad. Esa ansiedad puede continuar incluso después del evento al recordar las cosas que le dijiste a la gente. Pero, si prestas atención a los resultados, descubrirás que los temores que tienes sobre estas interacciones sociales no se cumplen; en cambio, tú y tus colegas se divertirán en el momento e incluso quizás desarrollen una relación más cercana. 

  • APORTAR ENERGÍA. 

Cuando entablas una conversación con otra persona, ambos tienen una tendencia natural a reflejarse mutuamente, como en un espejo. Observa a las personas hablando en una fiesta y verás que su lenguaje corporal, sus expresiones faciales e incluso el tono de voz tienden a ser similares.

Eso significa que tienes cierto control sobre la forma en que transcurre una conversación. Si saludas a alguien con una sonrisa y le inyectas algo de energía y entusiasmo a la conversación, es probable que también te reciban con energía y una sonrisa

Quizás al principio tengas que recordarte a ti mismo que debes crear esa vibra positiva, pero una vez que hayas iniciado la conversación, se sostendrá por sí sola – sólo tendrás que preocuparte de responder lo que comenta tu interlocutor. 

  • NO JUZGAR. 

Por supuesto, no todas las conversaciones que tienes son con alguien que no conoces bien. También tienes colegas que ves con frecuencia y deseas mantener una relación amistosa con ellos. El problema es que puede haber algunos colegas que no te gustan mucho – tal vez te han tratado mal en el pasado o no cumplieron con un compromiso.

Es útil tener poca memoria para los desaires y defectos de tus colegas cuando se trata de las interacciones diarias con ellos. Eso no significa que debas confiar instantáneamente en ellos para realizar nuevos proyectos. Pero sí significa que no debes permitir que ninguna frustración que puedas tener con ellos influya en tus interacciones con ellos en este momento.

Por Equipo Espacio Mutuo

Mutual de Seguridad

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