¿Tiene tu hijo(a) una relación tóxica con la tecnología?

por | Nov 14, 2022 | El Valor de Vincularse

La imagen de un niño pequeño sentado frente a una pantalla 3 veces más grande que su cabeza es capaz de preocupar hasta al padre más tranquilo. 

Y ese es el panorama al que cada vez estamos más acostumbrados: sean decenas de videos de YouTube al hilo o videojuegos grupales que tienen a nuestros hijos hablando y gritando por un micrófono a jugadores anónimos, como adultos es difícil distinguir si se trata de un comportamiento estándar de la era digital o si realmente están en problemas. 

¿Cómo podemos saber si nuestro hijo(a) tiene una relación sana con la tecnología? ¿Y qué podemos hacer para asegurarnos de que su vida online no está perjudicando su bienestar? Un nuevo estudio ofrece una ayuda. 

PATRONES SANOS E INSANOS

Mucha gente usa la palabra “adicción”… pero la verdadera adicción a la tecnología no será el problema para la mayoría de los niños. Ya puedes tachar eso de tu lista. Claro, lo más probable es que a tu hijo le encante jugar videojuegos sin parar, pero aun así continúe cenando en familia, interactúe con otros niños en el colegio y se encuentre físicamente saludable. 

Un estudio reciente ofrece información más clara para cuando intentes evaluar el uso de la pantalla de tu propio hijo(a). La autora principal, Megan Moreno, encuestó a casi 4.000 adolescentes (13 a 18 años) y sus padres, un grupo inusualmente grande. Moreno no tenía una hipótesis preconcebida sobre si los medios digitales eran “malos” o “buenos”. En cambio, preguntó sobre el bienestar y los comportamientos de riesgo, y luego analizó los datos para buscar patrones comunes.

Surgieron 2 grupos distintos. Un grupo, la mayoría (63%), estaban bien. Su relación con la tecnología no pareció afectar sus vidas; por ejemplo, tenían salud y bienestar positivos, con indicadores como menos ansiedad y más sueño. Un factor clave fue cómo los adolescentes interactuaban con sus familias en relación con la tecnología: los padres y tutores conversaban con sus hijos sobre el contenido que vieron o jugaron y sobre sus vidas en línea.

Este grupo informó que tenían reglas estrictas sobre los tipos de contenido al que accedían en lugar de reglas estrictas sobre cuánto tiempo podían pasar en las pantallas. Además, los padres y tutores de este grupo también monitorearon su propio uso de la tecnología – específicamente, pasaron menos tiempo publicando y revisando sus propias redes sociales.

Sin embargo, el otro grupo más pequeño del estudio de Moreno (37%) tenía una relación más problemática con la tecnología y mostraba comportamientos menos saludables en comparación con sus pares. Por ejemplo, dormían menos y reportaban una peor imagen propia. La tecnología fue claramente un factor en estos resultados, pero, nuevamente, estaba relacionada con los comportamientos familiares: en este grupo, los padres tenían reglas de tiempo estrictas sobre el acceso de sus hijos a los videojuegos y las redes sociales, pero no crearon reglas de contenido estrictas. Esto era exactamente lo contrario del primer grupo.

Los padres de este grupo también usaban las redes sociales con más frecuencia. Como uno de los participantes de 15 años relataba: “Mi mamá está constantemente en su teléfono, la mayoría de las veces es como si ni siquiera me escuchara, así que yo también uso mi teléfono”. Los adolescentes de este grupo también dijeron que recibieron sus primeros teléfonos celulares antes de los 11 años o después de los 15, lo que sugiere un estilo de crianza demasiado permisivo o demasiado restrictivo.

CONSEJOS PARA PADRES

Cuando los niños tienen problemas, los medios suelen ser el primer chivo expiatorio al que apuntan los adultos. Se culpa a los videojuegos violentos de los tiroteos y la delincuencia, y se culpa a las redes sociales y a los smartphones de la crisis de salud mental. Sin embargo, la investigación muestra que muchos problemas más importantes afectan a los jóvenes: la desigualdad, el clima, la educación y mucho más.

La ciencia puede ofrecernos la tranquilidad y seguridad que necesitamos. Dado el estudio de Moreno y otros similares, es bueno saber cuáles son algunas acciones claves pueden ayudar a tu hijo(a) a prosperar en la era digital.

1. Crea y mantén reglas del hogar centradas en el contenido y la comunicación. 

La Academia Estadounidense de Pediatría tiene una herramienta para ayudar a crear estas reglas, que puede ayudarte a decidir qué puede hacer tu hijo(a) por su cuenta y orientarte en para qué deben pedir permiso. 

Pregúntale a qué está jugando o viendo y trata de involucrarte verdaderamente en su mundo mediático. Muestra apertura a sus puntos de vista y permítele contribuir. Y si te preocupa que tu hijo(a) pase demasiado tiempo frente a una pantalla, tu médico de cabecera puede ayudarte a comprender si debes buscar otro apoyo profesional.

2. Sé consciente de tu propio uso de la tecnología, particularmente en el hogar y cuando usas las redes sociales. 

¿Estás mirando la pantalla cuando tu hijo(a) te hace preguntas o intenta llamar tu atención? Si es así, deja tu dispositivo y presta toda tu atención. Este tipo de modelo a seguir puede contribuir en gran medida a dar forma a su uso. ¿Estás publicando fotos de tus hijos en línea? Si es así, asegúrate de pedirles su consentimiento para ayudarlos a comprender la importancia de tomarse un momento para reflexionar antes de publicar.

3. Comienza temprano y desarrolla el pensamiento crítico y la autonomía de tu hijo(a). 

Enseñarle cómo tomar sus propias decisiones -incluso cuando tú tienes el control total de su uso de los medios- contribuirá en gran medida a ayudarle a autorregularse a medida que crece. Usa las consecuencias positivas para motivarlos a pensar en sus propias elecciones (por ejemplo, si se salen de la pantalla solos, pueden tener media hora extra el fin de semana). Entrénalos para que piensen en el contenido que consumen, hablándoles sobre por qué dijiste sí a un medio y no a otro, para que puedan comenzar a internalizar tus valores.

Por Equipo Espacio Mutuo

Mutual de Seguridad

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