10 consejos para evitar que el trabajo se apodere de tu vida

por | Ene 9, 2023 | Empresas que cambian

Tener un trabajo que amas puede ser un arma de doble filo. Tanto física como mentalmente, desconectarte puede resultar todo un desafío… pero no te preocupes. No eres la única persona a la que le está costando encontrar el equilibrio entre ambas partes de tu vida. 

Un estudio reciente realizado por Tait Shanafelt y sus colegas mostró que, después de una ligera caída en 2020, las tasas de agotamiento entre los profesionales de la salud aumentaron casi un 100%, con un 62,8% de médicos con al menos un síntoma de burnout y casi la mitad insatisfechos con su balance de vida laboral/privada. Los datos son igualmente desalentadores en los servicios de enfermería, enseñanza y salud mental. 

Por si fuera poco, en nuestra realidad híper digital, incluso aquellas personas con un horario de oficina tradicional tampoco pueden simplemente «dejarlo en la oficina». Las mujeres, especialmente las que tienen hijos en casa, y las personas de color tienden a sufrir más que otras.

¿EQUILIBRIO? NO SON FUERZAS OPUESTAS

El conflicto entre el trabajo y la vida surge en un par de formas. Sufrimos cuando nuestras tareas (como ver pacientes, por ejemplo) y nuestros valores (como valorar el tiempo con nuestra familia) están desalineados. 

Pero usar la palabra “equilibrio” puede resultar contraproducente, porque sugiere compensaciones: debemos tomar de la Vida para dar al Trabajo. Con “equilibrio”, existe la implicación de que la vida y el trabajo están en oposición y que la “vida” ocurre fuera del trabajo.

Pero, para muchas personas, el trabajo es una parte importante de la vida, creadora de sentido y propósito. La lucha es cómo integrar el trabajo con nuestros otros roles y responsabilidades, tanto los que debemos hacer como los que queremos hacer. Por eso, quizás es mejor pensarlo en términos de integración trabajo-vida, no de equilibrio.

INTEGRACIÓN DE LA VIDA LABORAL/PERSONAL

La integración de la vida laboral sugiere que puede haber una combinación de trabajo y vida, e incluso posibles sinergias entre aspectos de la vida, como la familia, el trabajo, la comunidad y el bienestar personal. 

Nuestro objetivo debe ser una alineación de nuestros valores personales y nuestras prioridades -las tareas que debemos completar- en términos de nuestra asignación de tiempo y energía.

El conflicto también puede surgir con la pérdida de control de los límites, cuya construcción debe ser completamente individual y personal: leer para el trabajo por la noche después de hacer las tareas escolares con los hijos puede ser una buena forma de integración para algunos, pero para otros, las noches deben ser un tiempo de inactividad no negociable. El objetivo es establecer límites claros para que podamos estar presentes y ser productivos en las tareas que estamos realizando.

¿QUÉ ES MÁS IMPORTANTE PARA TI?

Cómo crear exactamente estos límites puede ser fácil en principio, pero complicado en la práctica. Entonces, ¿cómo debemos avanzar hacia un estado de integración? Cory Pitre y sus colegas de la Universidad de Indiana, Estados Unidos, desarrollaron un gran programa para ayudar a su personal médico con este proceso. 

Uno de los primeros pasos en su programa consistió en pedirles a los participantes que se sentaran y escribieran sus valores. Según el programa, estos deberían ser más filosóficos; deben ser sobre las ideas rectoras por las que queremos vivir, como el amor, el tiempo con la familia, el servicio a la comunidad, la sabiduría o el cuidado personal.

Luego, debemos identificar nuestros roles y responsabilidades más importantes en el hogar, el trabajo y nuestra vida personal. Estos deben ser específicos, como una clase de yoga, ganar dinero, cuidar niños, atención al paciente, un gran proyecto en el trabajo, tiempo con amigos.

Se ha dicho que “la clave no es priorizar tu horario sino programar tus prioridades”. Una vez que hayas pensado en tus responsabilidades y valores más importantes, puedes usar esa información para guiar tu programación.

Cuando se realiza en pequeños grupos, este ejercicio conduce a mejoras duraderas en la integración de la vida laboral y personal. Del mismo modo, el coaching individual sobre esto mejora la integración y reduce el agotamiento, según un estudio de 2019.

10 CONSEJOS PARA HACERLO BIEN

Mucha gente ha ofrecido planes para mejorar nuestra integración entre el trabajo y la vida, pero tienden a centrarse en la eficiencia en lugar de abordar los conflictos cognitivos (ya sabemos muy bien que por más que cerremos el computador y nos digamos a nosotros mismos que hemos terminado de trabajar, no significa que tus pensamientos sobre el trabajo desaparezcan). Tampoco incluyen estrategias para hacer frente a los conflictos entre el trabajo y la vida que surgirán en una vida ocupada y con propósito.

Aquí hay 10 pasos que puedes seguir. 

1. Comienza con la autoconciencia. 

El simple hecho de reconocer la necesidad de integrar tu trabajo a tu vida personal requiere de conciencia. Hacer un hábito de notar hacia dónde va nuestra mente y qué dice nuestro cuerpo es clave para asegurarnos de que estamos en el camino correcto con nuestro plan.

Nuestros límites no son sólidos como un muro de piedra: un marco de tiempo y ubicaciones definidas pueden ayudar, pero al final los límites también deben ser cognitivos. Nuestra mente tiende a vagar a lugares a los que preferiríamos que no fuera – como ponerse a pensar sobre el trabajo cuando intentamos conciliar el sueño. La autoconciencia es nuestro mejor método para investigar por qué esto podría ser y luego trabajar en soluciones.

2. Articula tus prioridades, establece tus límites y haz tu horario. 

Mira el ejercicio anterior y deja que te informe mientras planificas. La planificación semanal o incluso diaria es tiempo bien empleado. A medida que programes, planea asumir tus tareas laborales importantes primero cuando estés en su mejor momento. Programa tiempo para ti mismo y tus seres queridos también. Pon buenos límites alrededor de los «imprescindibles» de su vida personal.

3. Perfecciona tus habilidades de gestión del tiempo.

Encuentra «trucos» tecnológicos que te ayuden a planificar y coordinar esos planes con otras personas, como usar y compartir Google Calendar en casa y en el trabajo. Convierte los tiempos de transición -como los desplazamientos en auto o transporte público- en tiempo productivo: reflexiona sobre tus éxitos y fracasos mientras revisas tus estrategias de gestión del tiempo.

4. Delega.

En casa, esto significa hacer que las personas con las que vives hagan su parte. En el trabajo, esto significa operar al máximo de tu conjunto de habilidades mientras capacitas a otros para que asuman tareas cuando sea apropiado.

5. Maximiza tu atención tomando descansos y trabajando en tandas. 

Haz el trabajo duro en ráfagas, evitando las interrupciones y el multitasking. Serás más productivo y creativo si tomas descansos que usan otras partes de tu cerebro. ¡También tenga en cuenta que estar al aire libre y las vacaciones te hacen más productivo!

6. Trabaja con fluidez, pero ten en cuenta tus límites.

Puede estar bien recibir llamadas cuando preparas la cena, pero solo si le das el tiempo que realmente quieres fuera del trabajo y los pensamientos de trabajo no se quedan contigo toda la noche. Necesitas conocerte a ti mismo para que tus límites se mantengan.

7. Sé tu yo auténtico mientras te conectas con los demás. 

Para la integración laboral/personal, es esencial ser «el verdadero tú» en el trabajo. Serás más feliz, mejor en tu trabajo y más capaz de abogar por los cambios que necesitas para ajustarte.

8. Comunica. 

Trata de hablar con familiares, amigos y colegas sobre lo que es más importante para ti. Pregúntales acerca de sus propios valores, necesidades y responsabilidades. Puedes descubrir lo que tienes en común con tus compañeros de trabajo. En casa, puedes averiguar con tus seres queridos si tu idea de integración laboral y personal funciona para ellos.

9. Saca fuerza de tu sentido de propósito. 

Encontrar significado en nuestro trabajo y en nuestra vida personal ayuda a afirmar nuestros valores y proporciona la fuerza para amortiguar el estrés que surge cuando nos encontramos con problemas de límites inevitables.

10. Sé amable contigo mismo. 

Las cosas pasan, hasta los mejores planes salen mal y la mayoría de nosotros no tenemos las expectativas más realistas. Es posible que tu casa no esté tan limpia como te gustaría, que el cabello de tus hijos pueda estar mejor cepillado y que no todos tus resultados del trabajo estén a la altura. Estate atento a tus valores, sigue haciéndote el tiempo para organizarte y ve qué podrías necesitar cambiar… y, por supuesto, también asegúrate de darte un poco de amor a ti mismo y agradecer el privilegio de tener una vida tan rica y dinámica.

Por Equipo Espacio Mutuo

Mutual de Seguridad

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