¿A qué oficina volveremos tras la pandemia? Es tiempo de visualizar los cambios que marcarán nuestro regreso

por | Abr 26, 2021 | Empresas que cambian

Con todas las vacunas contra el COVID-19 siendo aplicadas gradualmente en la población, líderes alrededor de todo el mundo han comenzado a imaginar cómo se verá ese tan anhelado retorno a la normalidad laboral. Pero hay algo que algunas personas quizás ignoran: los cambios en el trabajo, ya no tienen vuelta atrás. 

Las organizaciones y sus empleados no han tenido escapatoria – todos se han visto en la obligación de descubrir nuevas formas de trabajar. Algunas empresas han conseguido una completa transformación digital en apenas unos cuantos meses, e incluso aquellas que necesitaban mantener un lugar físico de trabajo supieron cómo innovar para mejorar la seguridad y el compromiso de su gente.  

En lugar de planificar un regreso hacia formas de trabajo que ya se estaban volviendo obsoletas incluso antes de la pandemia, es hora de aprovechar esta oportunidad para aprender: ¿Cómo podemos aplicar los avances del último tiempo y, al mismo tiempo, desarrollar un enfoque de reinvención continua en nuestros espacios laborales? 

NO TODO ES PERFECTO… 

La pandemia nos enseñó que el trabajo a distancia puede ser muy eficaz… hasta cierto punto. Es cierto que las personas pueden colaborar sin fronteras geográficas, físicas ni corporativas: son más productivas cuando no tienen que perder tiempo desplazándose hacia la oficina, y las reuniones -aunque más frecuentes- son más cortas. 

Pero no todo es tan fácil – investigaciones recientes han expuesto los inconvenientes del teletrabajo generalizado, planteando importantes desafíos para las organizaciones que deben hacerse cargo. ¿Cuáles son? 

INNOVACIÓN

Aunque la colaboración remota entre colegas que se relacionaban desde antes de la pandemia sí funcionó, las conexiones fortuitas con otros disminuyeron precipitadamente. La investigación ha demostrado que estos lazos débiles son a menudo de importancia crítica para la innovación y el intercambio de conocimientos en las organizaciones.

INICIAR NUEVOS PROYECTOS

El trabajo remoto tuvo poco impacto en la capacidad de las personas para terminar proyectos que ya estaban en marcha. Pero confiar en la colaboración virtual para iniciar nuevos proyectos fue más difícil y estresante. Este hallazgo subraya el valor del trabajo a distancia, pero plantea dudas acerca de confiar en él exclusivamente para una estrategia de trabajo a largo plazo.

CULTURA

Muchas personas consideran que establecer y mantener la cultura corporativa es complicado -si no imposible- en un entorno virtual. Muchas de las señales que proporciona el lugar físico, como el diseño de la oficina y la forma de vestirse de la gente, desaparecen en el teletrabajo. La falta de un fuerte sentido de la cultura corporativa es un problema particularmente grave con respecto a la incorporación de nuevos empleados.

MENTORES Y COACHING

Durante la transformación al trabajo remoto, las empleadas y empleados -especialmente los más jóvenes- recibieron menos tutoría y entrenamiento. Si las personas no reciben la retroalimentación que necesitan para convertirse líderes más maduros, esta deficiencia podría afectar negativamente el desarrollo profesional a lo largo del tiempo.

¿REMOTO? ¿PRESENCIAL? ¿POR QUÉ NO AMBOS?

El regreso gradual a la oficina representa la oportunidad perfecta para experimentar con el trabajo hibrido. Es responsabilidad de los líderes dedicar los próximos meses a planificar cómo combinar los mejores aspectos de cada uno. 

Por ejemplo, los primeros datos de Asia indican que aquellos trabajadores que regresaban a la oficina sólo uno o 2 días a la semana aumentaron el número de conexiones fortuitas en aproximadamente un 25%, algo muy positivo. Sin embargo, el equilibrio entre el trabajo remoto y el presencial deben considerar un conjunto más amplio de factores: la reapertura de colegios y el transporte público, entre otros. 

¿En qué deberían focalizarse los líderes para la reinvención del lugar de trabajo?

PERMITIR LA FLEXIBILIDAD.

La pandemia ha subrayado la importancia de la agilidad organizativa, y las empresas pueden diseñar lugares de trabajo físicos para apoyarla. Por ejemplo, se pueden emplear diferentes configuraciones de oficina dependiendo de si un grupo está haciendo una lluvia de ideas, organizando un taller o llevando a cabo una reunión diaria.

Sin embargo, los gerentes deberán tener en cuenta las preferencias de los empleados cuando reconsideren cómo se configura un espacio. Janet Pogue, de la empresa de arquitectura y diseño Gensler, explica que el 61% de los estadounidenses aún quiere un escritorio dedicado en el lugar de trabajo, incluso si eso significa que deben ir a la oficina con más frecuencia. Claro, este número puede cambiar a medida que la pandemia se desvanece, pero es importante considerar formas de crear un sentido de propiedad sobre el espacio personal en medio de este boom de flexibilidad. 

CONTINUAR LA EVOLUCIÓN DEL TRABAJO VIRTUAL

La experimentación no se termina con el regreso gradual al trabajo presencial. En primer lugar, la mayoría de la gente ha estado trabajando virtualmente por apenas un año –si bien esa cantidad de tiempo parece considerable, es poco probable que hayan descubierto la gama completa de oportunidades que brinda el trabajo remoto durante ese período. 

En segundo lugar, la naturaleza del trabajo virtual cambiará cuando las organizaciones puedan combinarlo con el trabajo presencial. En vez de hacerlo todo de manera remota, las compañías pueden explorar diversas formas de optimizar los beneficios: la pandemia expuso importantes deficiencias en la forma en que las empresas utilizaban sus herramientas digitales, así como también continúan probando reuniones híbridas en las que todo el equipo se sienta incluido (incluso aunque sólo algunos estén físicamente juntos mientras el resto se conecta online).  

APOYAR DIGITALMENTE EL TRABAJO FÍSICO

Si las personas tienen la opción de trabajar desde casa, es probable que utilicen ese tiempo para realizar su trabajo individual o participar de reuniones virtuales; y cuando decidan hacer el esfuerzo de ir a la oficina, será para participar en los tipos de tareas que requieren interacciones en persona. 

Las herramientas digitales pueden ayudar a maximizar las interacciones en persona al identificar quién estará en la oficina al mismo tiempo. Estas aplicaciones podrían comenzar a incorporar funciones de recomendación más avanzadas, sugiriendo nuevas conexiones mediante el análisis de redes organizativas entre las demás personas que están en la oficina al mismo tiempo. Así, también se podrán mejorar los flujos de conocimiento organizacional. Administrar el desempeño a medida que más empleados adoptan un modelo híbrido con trabajo remoto y presencial se volverá pronto un deber de los líderes responsables.

LUGAR DE TRABAJO + FUERZA DE TRABAJO = TRABAJO

Repensar el lugar de trabajo también abre nuevas oportunidades para repensar la fuerza laboral y, en última instancia, el trabajo en sí. Cuando tu organización no se limita a un lugar de trabajo presencial, la idea de a quién puedes incluir en la fuerza laboral se expande. Por ejemplo, muchas empresas de Silicon Valley han indicado que pueden contratar empleados más diversos cuando su potencial grupo de talentos no se limita a aquellos que quieren vivir en el Área de la Bahía de San Francisco, en Estados Unidos. También crea oportunidades para repensar el trabajo en sí mismo, al crear nuevas formas de integrar la automatización y el análisis para transformar digitalmente la actividad laboral.

El lugar de trabajo, la fuerza laboral y el trabajo del futuro serán fundamentalmente diferentes como resultado de la pandemia. El surgimiento gradual de esta disrupción brinda una oportunidad sin precedentes para explorar y experimentar. Los líderes deben aprender a reinventar continuamente el futuro del trabajo, y el momento de descubrir cómo hacer realidad ese futuro… es ahora.

Por Equipo Espacio Mutuo

Mutual de Seguridad

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