Cómo trabajar desde tu casa y no enloquecer en el intento
El futuro es hoy – y la comodidad está de tu lado. Trabajar desde el propio hogar, sin necesidad de acudir a una oficina, ha dejado de ser sólo un sueño para transformarse en la realidad laboral de muchos chilenos y chilenas.
Este fenómeno, en un principio disponible sólo para algunos afortunados, es ahora una tendencia en alza, respetada y legítima. En agosto de 2018, de hecho, el gobierno presentó una ley que modificaba el Código del Trabajo en esta materia, buscando «generar certezas que permitan promover el trabajo a distancia, atendida la relevancia que cobra en el mundo laboral actual y las oportunidades de trabajo que entrega». Se espera que el número de empleos formales bajo esta modalidad prospere y beneficie a aproximadamente 100.000 trabajadores y trabajadoras.
Pero trabajar desde casa es más difícil de lo que parece. La libertad, la comodidad, las distracciones… En este caso, eres tu peor enemigo. Aquí te damos 6 tips para trabajar a la distancia sin perder el control.
Comienza temprano, como si fueras a una oficina real.
Sin la presión de llegar a cierta hora a trabajar, la transición entre la almohada y tu escritorio puede ser pospuesta indeterminadas veces, quizás hasta para siempre. Haz un esfuerzo y mentalízate como si tuvieras un horario: despierta temprano y resiste las ganas de quedarte en piyama (“Total, nadie lo sabrá…”). Esto te mantendrá centrado y productivo.
Evita distracciones y tentaciones.
Es fácil dejarte llevar en la completa libertad. Tu televisión está justo ahí, Netflix a un click de distancia, la pantalla de tu celular vibra y brilla con cada nueva notificación… Combate todas estas tentaciones y dificulta tu distracción. Trabaja desde una habitación aislada o elimina todas tus redes sociales hasta que termines la tarea que te falta.
Contáctate con tu Mutual correspondiente.
Si bien es cierto que el trabajo a distancia tiene una serie de beneficios para el empleado, es importante recordar que continúas trabajando, y eso de por sí conlleva ciertos riesgos. Después de todo, la salud laboral importa sin importar desde dónde realizas tu “labor”. Espacios aptos para trabajar, ambiente adecuado y equipamiento necesario son factores por considerar, por lo que contactar a la mutual de seguridad tu empresa para informarte acerca de cómo prevenir malas prácticas sería una buena idea.
Planifica, planifica, planifica.
Sin nadie que te recuerde lo que falta por hacer ni que insista en la urgencia de cierta entrega, puedes olvidar tus objetivos o abrumarte con trabajo. Anota las tareas que faltan por realizar y arma un calendario para decidir en cuánto tiempo debes terminarlo. Hacer listas diarias de cosas que hacer es una buena manera de mantenerte focalizado y positivo – nada más relajante que ir tachando una a una las labores finalizadas.
¡Interactúa con humanos!
Aunque quizás a veces te sientas así, no eres una máquina. Trabajando desde casa puedes perder la noción de que hay todo un mundo allá afuera – donde perteneces. Establece horarios de término a tus jornadas, haz ejercicio, disfruta con tu familia y amigos, sal a caminar un rato para distraerte. Si aún tienes cosas por hacer, visita un café con WIFI y trabaja desde allá, rodeado de otras personas. Te hará bien cambiar de ambiente.
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Por Equipo Espacio Mutuo
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