Regreso a la rutina: Conoce los efectos y cómo enfrentar de la mejor manera el retorno a la estructura diaria

por | Nov 30, 2020 | Empresas que cambian

Contenido de Emol en colaboración con Espacio Mutuo

Si bien la pandemia del coronavirus sigue afectando a gran parte del país, las cifras de las últimas semanas han llevado a las autoridades a levantar las medidas de confinamiento en varias comunas, generando un impacto en distintos ámbitos de la sociedad y el mundo laboral no ha quedado ajeno a esta nueva etapa. 

De hecho, hace ya varias semanas algunas empresas han optado por realizar un retorno gradual a las labores presenciales -cumpliendo todos los protocolos sanitarios- y de ahí que los expertos ponen el énfasis y entregan recomendaciones para enfrentar de la mejor manera el regreso a la rutina y a tener una estructura diaria. 

“Primero que todo, cabe destacar que esta pandemia nos ha afectado a todos y es normal que estemos intranquilos, más angustiados y agotados. El hecho de pasar meses confinados en casa cambió nuestras dinámicas y rutinas, teniendo que, en primera instancia, readaptar el trabajo a casa ¡Difícil! Una situación a la que no estábamos acostumbrados, que implicó contar con nuevos formatos laborales, tales como tener reuniones virtuales, con lo que implica la dinámica de casa – niños, pareja, mascotas, etc-, además, de intentar mantener horarios, sin alterar el ritmo de trabajo y aun así respondiendo constantemente a los requerimientos laborales. Fue complejo”, explicó Patricia Canales Viancos, psicóloga de Nueva Clínica Cordillera.

Debido a esa situación es que volver a la rutina puede no ser tan sencillo e incluso puede generar diversos efectos en los trabajadores. “Si bien aún estamos en pandemia, el hecho de ir retomando las rutinas, a través de protocolos establecidos por la autoridad sanitaria, tales como el paso a paso tras meses de confinamiento – para la mayoría de las personas, el salir de sus casas, su ‘sitio seguro’, genera altos niveles de ansiedad y angustia”, aseguró. 

Además, existen diversos factores externos que incrementan esa sensación como el caso de los padres que tienen hijos y que “éstos deben quedarse en casa, producto que aún no funcionan los jardines y colegios de manera presencial; las redes de apoyo son más escasas, a raíz del distanciamiento social, como es el caso de los abuelos, quienes son uno de los grupos de riesgos (…) la angustia y ansiedad aumenta ante el temor de contagiarlos si se tiene que salir del hogar; por ende, los síntomas de intranquilidad y aprensión incrementan”, observó. 

“Otro aspecto son los traslados, el verme expuesto a contacto con más personas a través del transporte público, la cercanía puede hacer que experimentemos falta de control y temor al contagio”, complementó.

En términos laborales, Katherine Suzarte, Senior Manager de Deloitte Consulting, experta en Recursos Humanos, ahondó en que los colaboradores que regresan a una rutina “deben esperar que las condiciones físicas del lugar de trabajo sean las adecuadas para resguardar su bienestar y adicionalmente cierta flexibilidad y empatía por parte del equipo de liderazgo (de las jefaturas), dado que en general, jardines, colegios y otras redes de apoyo no han vuelto a la normalidad y los temas de la rutina diaria del hogar no están totalmente resueltos”. 

Cómo enfrentar el regreso a la rutina 

Tomando todos esos antecedentes es que la psicóloga afirmó que ante el regreso a la rutina lo primero que los colaboradores deben tener en cuenta es “ser muy responsable de uno mismo. No exponerse, tomar todas las medidas de seguridad y protección y mantenerlas a lo largo del tiempo, tales como mantener distancia social, el uso de mascarillas, entre otras, puesto que reitero, aún estamos en pandemia”. 

En ese sentido añadió que “establecer rutinas o retomar las que se tenían, permite bajar los niveles de ansiedad, dado que las personas conocen sus propios ritmos y trabajo cotidiano que hacen a diario, en otras palabras, sé lo que viene, por lo que de cierta forma puedo controlar mi entorno inmediato. El mantener cierto control, aumenta mi nivel de seguridad y, por lo tanto, mi autoeficacia, o sea, mi nivel de resultados. De esta forma, baja mi sensación de inestabilidad y miedo. También esto me permite optimizar mis tiempos y cumplir con mis responsabilidades de manera efectiva”. 

“Otro aspecto a tener presente es tener en claro que los factores externos, tales como son esta pandemia u otro aspecto que no podemos controlar, debemos aceptarlos con la mejor actitud. De esta manera, esto permitirá a las personas adaptarse al nuevo entorno y desenvolverse de manera más fácil, evitando que las emociones se apoderen y se pierda realmente el control, generando un clima de vulnerabilidad ante cualquier situación”, prosiguió la profesional.

Por otro lado, Patricia Canales hizo hincapié en que “es importante que, si realmente las personas se sienten sobrepasadas, pidan ayuda y tengan claridad que muchas de ellas se encuentran en una situación similar. La idea es otorgar herramientas que les permitan aceptar, trabajar y adaptarse al retorno de una forma segura”. 

En tanto, Katherine Suzarte manifestó que en el caso de Deloitte Consulting “nos hemos dado cuenta que la forma en que se trabajaba antes de la pandemia no será la misma a la que regresarán los trabajadores”. 

De esta forma ejemplificó que “para el retorno, se trabajarán 2 a 3 días a la semana desde la oficina y el resto desde la casa, lo que facilitará la generación de nuevas rutinas, tanto en el hogar como en las dependencias de la empresa”. 

Así, entregó algunas estrategias para enfrentar esta nueva rutina entre las que resaltó “poner cuidado en los lugares de relacionamiento masivo como cafeterías y casinos, considerar espacios abiertos para las reuniones de equipo de trabajo y estar conscientes de que en muchas de las reuniones participarán personas de forma presencial y en forma virtual”. 

Recomendaciones a la hora de retomar la estructura diaria 

Finalmente, ambas expertas entregaron algunas recomendaciones para retomar la estructura diaria sin generar mayores dificultades entre los colaboradores. Patricia Canales, por su lado, destacó la importancia de “mantenerse informado, tanto a nivel de autoridad sanitaria, por los cambios que pudiesen surgir y afecten ya sea mis desplazamientos, aforos máximos, horarios, etc, así como también en mi lugar de trabajo”.

En ese mismo sentido profundizó que en términos laborales es “ideal que exista un Prevencionista de Riesgos, quien esté encargado de otorgar toda la información, materiales o implementos de seguridad y protección disponibles. Además, que existan delimitación de espacios, utilización de protocolos de ingresos, alcohol gel, entre otros aspectos sanitarios relevantes”, detalló. 

Por último, planteó que “si atiendo público, es importante que se respeten las distancias. La idea es que el trabajador se sienta seguro en todo sentido. Esto incluye también fortalecer los canales de comunicación con los colaboradores, tales como reuniones semanales con el equipo y jefaturas, a fin de saber cómo se encuentra cada uno de sus subalternos en relación más cercana y/o afectiva. Esto significa que éstos puedan expresar cómo han vivido cada uno de ellos este período, si existe alguno que tenga mayores dificultades o que esté experimentando un duelo, etc. Es muy importante compartir experiencias ya que no existe nadie, a quien la pandemia no le haya afectado”. 

En el caso de Suzarte, argumentó que, al generar una nueva forma de trabajar, para lograr un buen retorno a la rutina “se requerirá una adecuada coordinación, no solamente sobre el trabajo que se tiene que ejecutar, sino también la disposición física y tecnológica de las oficinas”. 

En ese contexto también hizo hincapié en la labor que cumplen las jefaturas a la hora de retomar una rutina, puesto que “el liderazgo cumple un rol fundamental” en este sentido. 

La empatía, flexibilidad y comunicación son esenciales para que los trabajadores se sientan más tranquilos en este proceso de regreso a la normalidad”, sentenció.

Compártelo
Compártelo