Los niveles de estrés en los trabajadores han ido en aumento durante la última década. El bombardeo constante de información, el frenético ritmo del trabajo y los deberes domésticos son factores que pueden abrumar a las personas. Y así lo muestran los datos: según el estudio de Gallup, el 44% de los trabajadores del mundo se siente estresado, cifra que mantiene el récord alcanzado durante 2021. 

Sin embargo, aún hay esperanzas: la misma investigación concluyó que los trabajadores comprometidos con sus empleos son más propensos que los demás a informar a sus empleadores que sienten estrés. Este dato puede ser clave para los líderes: quizás hay algo pueden hacer para reducir la sobrecarga mental de los trabajadores. 

UN DIAGNÓSTICO GLOBAL

En el informe publicado por Gallup sobre el Estado Mundial del Trabajo 2023, Asia Oriental empató con la región de EE.UU. y Canadá en el nivel más alto de estrés, con un 52%, y Australia y Nueva Zelanda tuvieron la segunda tasa más alta, con un 47%. 

La situación de Chile también es preocupante. Según las estadísticas de la Superintendencia de Seguridad Social (Suseso), dos de cada tres trabajadores que presentaron una enfermedad profesional de origen laboral en 2022 tuvieron un diagnóstico de salud mental y eso correspondió al 67% del total. La cifra significó, además un incremento respecto del 52% del año anterior.

El estrés se ha convertido en un compañero constante de la vida moderna. Las exigencias del trabajo y las responsabilidades personales pueden parecer implacables en medio del bombardeo constante de información y las presiones sociales. Es ineludible y, a veces, asfixiante.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el estrés es “un estado de preocupación o tensión mental causado por una situación difícil. Es una respuesta humana natural que nos impulsa a hacer frente a los retos y amenazas de nuestra vida”. Además, añade: “Todo el mundo experimenta estrés en algún grado. Sin embargo, la forma en que respondemos al estrés marca una gran diferencia en nuestro bienestar general«.

LA IMPORTANCIA DEL COMPROMISO EN EL TRABAJO

Aunque el estrés es inevitable, la forma de afrontarlo puede influir significativamente en el bienestar general de las personas. En ese sentido, la conclusión de Gallup sobre que los empleados comprometidos tienden a ser más abiertos y comunicar sobre su estrés laboral en sus lugares de trabajo, también sugiere que estos responden mejor a los retos.

Por ejemplo, los empleados comprometidos con sus empresas suelen tener a mano un sistema de apoyo, conexiones sociales y acceso a programas de acompañamiento. Por otra parte, estos trabajadores también tienden a disfrutar más de su trabajo y a tener un propósito. Como resultado, es menos probable que experimenten agotamiento emocional.

Las empresas pueden marcar una diferencia en la salud mental de sus colaboradores. Crear lugares de trabajo más felices, centrados en el bienestar de las personas aumenta el compromiso y la comunicación necesaria para un buen ecosistema laboral.

3 FORMAS EN QUE LAS ORGANIZACIONES PUEDEN AYUDAR:

1. Implantar políticas y programas que favorezcan el bienestar de los empleados. Esto podría incluir acuerdos de trabajo flexibles y formas para que los colaboradores fortalezcan sus relaciones. 
2. Desarrollar a los directivos para que sean entrenadores, no jefes. Los datos de Gallup muestran que los directivos son responsables de al menos el 70% de la variación en el compromiso de los empleados. Esto significa que construir liderazgos positivos fideliza el talento.
3. Proporcionar acceso a servicios de coaching o asesoramiento. Potenciar el talento capacitando y dando perspectivas de crecimiento a los trabajadores. Además, estos programas pueden entregar herramientas y redes útiles para lidiar contra el estrés.

6 RECOMENDACIONES PARA LÍDERES Y DIRECTIVOS:

1. Mantener conversaciones cercanas y lograr una comunicación transparente con los colaboradores. 
2. Ayudar a los empleados a priorizar sus deberes en relación con lo que se espera de ellos. Sobre todo cuando se sientan abrumados.
3. Comprender y reconocer los retos de los empleados fuera del trabajo. Explorar qué flexibilidad puede ofrecerles para ayudarles con sus problemas.
4. Animar al equipo a compartir sus desafíos y estrategias para afrontarlos.
5. Aprovechar al máximo la presencialidad usando ese tiempo para conectar, colaborar y hacer juntos un trabajo más creativo.
6. Dar el ejemplo. Es importante que los líderes no se limiten a hablar de cómo gestionar eficazmente el estrés, sino que también lo demuestren a nivel personal. Si un directivo no está comprometido o no gestiona adecuadamente el estrés laboral, es probable que el equipo pierda confianza en él y que, al mismo tiempo, deba cargar con esa tensión. Es por eso que, al igual que sus empleados, los directivos deben buscar apoyo en caso de sufrir estrés.

Los estudios de Gallup indican que los empleados comprometidos tienen mayores niveles de bienestar psicológico, ya que experimentan más emociones positivas y muestran mayores niveles de resiliencia cuando se enfrentan a retos. Esta resiliencia emocional les ayuda a amortiguar el estrés y les permite hacer frente con mayor eficacia a las exigencias del trabajo. Las organizaciones que invierten en el compromiso de sus empleados a través de políticas, ofertas y desarrollo de directivos pueden ayudar a cuidar a su equipo para que sea más resiliente cuando se enfrenta al estrés.

Por Equipo Espacio Mutuo

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