Sistema de Tratamiento Automatizado de Infracciones del Tránsito, el gran paso que Chile necesitaba para avanzar en seguridad vial
La aprobación del Congreso de la Ley CATI (Centro de Tratamiento Automatizado de Infracciones del Tránsito) es el gran el paso que Chile necesita para la prevención de siniestros viales. De acuerdo a la experiencia internacional, habría una disminución sustancial tanto de los accidentes de tránsito, como en la cantidad de fallecidos con su implementación.
Después de una discusión parlamentaria que duró alrededor de 10 años, la Cámara de Diputados aprobó los cambios introducidos por el Senado al proyecto de ley que crea el Sistema de Tratamiento Automatizado de Infracciones del Tránsito (CATI), iniciativa que fue impulsada de manera transversal por los diferentes gobiernos de la época y que ahora está en condiciones de ser promulgada como ley de la república.
CATI es un sistema de fiscalización impulsado por el Ministerio de Transporte y Comunicaciones, cuyo principal objetivo es fiscalizar 24/7 infracciones tales como, excesos de velocidad, no respeto a la luz roja, incumplimiento de restricción vehicular y el uso de vías exclusivas del transporte público, gracias a la implementación de una red de cámaras inteligentes en puntos específicos de la ciudad.
Recordemos que el 2022 nos dejó uno de los balances más tristes de los últimos 15 años: 1.738 personas fallecidas en 84.731 accidentes de tránsito.
“hoy en promedio 5 personas fallecen al día producto de accidentes de tránsito y anualmente más de 60.000 personas quedan lesionadas, incluso terminando muchas de ellas con algún grado de discapacidad de por vida. Además, en el contexto laboral el 69% de los accidentes con resultado de muerte, corresponden a siniestros de tránsito. Estas cifras no sólo son un drama humano y familiar, sino que constituye un importante desafío para nuestro país. Sólo desde un punto de vista económico, el costo para el Estado por temas relacionados a siniestros de tránsito se estima que asciende al 3% del PIB. En 2020, por ejemplo, un año atípico considerando la pandemia de Covid, el gasto fue del 2,01%, es decir más de US$5.480 millones”, enfatiza Felipe Bunster, Gerente General de Mutual de Seguridad.
Experiencia Internacional
De acuerdo con una auditoría al sistema de fiscalización del tránsito de Chile realizado por Mutual de Seguridad, donde además se realiza un comparativo con otros países que cuentan con un sistema de fiscalización similar al que Chile pondrá en marcha, los números demuestran que es posible cambiar los hábitos y reducir los accidentes y fatalidades.
Un ejemplo de lo anterior es España. Si bien el parque automotriz en ese país cuadriplica al de Chile, hay tres veces menos fallecidos por accidentes de tránsito por millón de habitantes. Una de las principales razones de esta cifra, fue la implementación de un ecosistema tecnológico de control y fiscalización en las rutas. Algo similar ocurre en Inglaterra, donde hay cinco veces más vehículos que en Chile y sólo un tercio de fallecidos.
“La implementación de un centro automatizado de infracciones y fiscalización también será un apoyo a la labor de carabineros, ya que la instalación de cámaras y radares automáticos, significa que la dotación policial puede estar destinada a temas tan relevantes como son la seguridad y el orden público. Acá la tecnología es nuestro aliado”, complementa el Gerente General.
La experiencia internacional demuestra que la tecnología y un sistema eficiente de control y fiscalización como CATI, además de otras iniciativas que están corriendo en paralelo como El Pacto por la seguridad vial que impulsa el Ministerio de Transportes en conjunto con la Conaset o el trabajo de las diferentes mutualidades va a modificar la conducta de los chilenos. El objetivo es uno, que nunca más haya un año como el 2022, con un récord que nadie quiere tener.
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