La intimidación no solo ocurre en los pasillos del colegio, los parques y los juegos de niños. También ocurre en los lugares de trabajo. 

Es confuso, nos hace tropezar, nos ciega, nos hace sentir inestables en nuestros propios pies.

Si fuimos intimidados cuando éramos niños, probablemente huimos a buscar seguridad en nuestra familia. Cuando la intimidaron en el trabajo, Ruth Namie no huyó. En cambio, en 1997, ella y su esposo, Gary Namie, fundaron el Workplace Bullying Institute (WBI). En las casi 3 décadas transcurridas desde entonces, el acoso laboral se ha estudiado con más profundidad, pero se ha escrito poco desde la perspectiva de las personas que se convierten en verdaderos objetivos, aquellos de quienes se aprovecha. Primero, necesitamos entender los fundamentos de un juego perverso.

EL BULLYING OCURRE EN TODAS PARTES

Para empezar, ¿qué es el acoso laboral? No es simple grosería o descortesía. No es un debate saludable, una tensión creativa o una diferencia de opinión. No se trata de ser desafiado o presionado o tener un mal día. Y no se trata de conflicto.

El bullying consiste en que una persona domina a otra. Se trata de deshumanizar, degradar y devaluar a una persona que se fija como un objetivo. Se trata de poder y control.

Es muy importante comprender que el acoso laboral es real, tiene un nombre, tiene perpetradores y objetivos. ¿Por qué? Porque a menos que lo nombres, no puedes lidiar con ellos. El WBI define la intimidación en el lugar de trabajo como “maltrato repetido que daña la salud de un empleado, por parte de una o más personas de la empresa: conducta abusiva que toma la forma de abuso verbal; o comportamientos percibidos como amenazantes, intimidatorios o humillantes; sabotaje laboral; o alguna combinación de los anteriores.”

El acoso laboral ha afectado a casi 80 millones de trabajadores estadounidenses, según una encuesta del WBI de 2021. Para proporcionar algo de contexto, eso significa que uno de cada 2 trabajadores se ha visto afectado por el acoso laboral. La encuesta continua destacando que el 67% de los acosadores en el lugar de trabajo son hombres, y sus objetivos preferidos son las mujeres. Los objetivos preferidos de las mujeres acosadoras también son mujeres. 

UN TEMA DEL QUE NO SE HABLA

Aunque uno de cada 3 empleados denuncia acoso en el lugar de trabajo, sigue siendo tabú, dice el WBI.

Así que discutámoslo – el acoso laboral cambia vidas. Infunde dudas en las personas que son seguras y competentes. Congela a líderes visionarios, de mente clara y orientados a objetivos en una niebla de dudas, incapaces de avanzar, retroceder o hacerse a un lado.

El bullying conduce a la pérdida de talento. Debido a que las víctimas de la intimidación pueden estar literalmente en cualquier nivel de la organización, esta pérdida de talento ocurre en toda la amplitud de cualquier empresa que tolera o permite la intimidación. El acoso obliga a las víctimas a dejar las organizaciones en las que todavía están contribuyendo a un alto nivel, y donde aún tienen mucho camino por delante.

LOS 5 TIPOS DE BULLY EN LA OFICINA

El bullying es público o privado, abierto o encubierto. El comportamiento de intimidación abierta es obvio: es gritar, golpear una mesa, comportamiento agresivo y amenazante. El comportamiento de intimidación encubierto está oculto, matizado, sutil. Es silencioso y confuso, a veces entregado en reuniones uno a uno. El acoso público es presenciado por otros. El acoso privado es presenciado únicamente por el acosador y el objetivo.

1. El bully “en tu cara”: El único propósito del acosador público/abierto es denigrar a alguien en un entorno público. Este tipo de matones quieren testigos. Quieren que todos sepan que están en el poder, están a cargo, son intocables. En el lugar de trabajo, son los líderes que gritan, golpean la mesa o señalan con el dedo.
2. El bully “rata”: El acosador público/encubierto vive para hacerte tropezar. Es una forma de crear confusión. En el lugar de trabajo, juegan sucio, sabotean tu trabajo y pueden ser fáciles de detectar porque son los que les gusta reírse a expensas de otras personas. Son los líderes que intencionalmente pronuncian mal tu nombre, intervienen tu equipo de trabajo, miran su teléfono y se ríen mientras les hablas. 
3. El bully de “dos caras”: El acosador privado/abierto es el que te humilla y te menosprecia en privado. Al igual que los otros, los matones de dos rostros quieren que sepas que están en el poder, que están a cargo. Pero su paliza ocurrirá en privado, después de cantar las alabanzas del objetivo en público. En el lugar de trabajo, son los líderes que le dicen a todos el gran trabajo que estás haciendo y, en privado, te cortan con un lenguaje mordaz y degradante.
4. El bully “falso”: Justo cuando parece ir en una dirección, este tipo de matón bruscamente dará un giro de 180 grados. Difícil de identificar, su agresividad pasiva es matizada, sutil, escondida en las sombras. Tienen un don particular para hacerte creer que son tus amigos cuando simplemente te usan a ti y a la información que compartes con ellos para dirigir su narrativa deseada, mientras avanzan en su propia agenda de intereses. En el lugar de trabajo, son los líderes pasivo-agresivos que te preguntan sobre tu reunión cuando ya han sido informados al respecto por sus “espías”, ubicados con precisión.
5. El bully “gaslighter”: Dentro de la familia del acoso encubierto hay un tipo de matón particularmente inquietante, el gaslighter. Se exceden en su habilidad para engañar y embaucar. Son expertos en juegos mentales. Quieren que sepas que están en el poder, que están a cargo al mantenerte en vilo y desconcertado. En el lugar de trabajo, son los líderes que sabotean tu trabajo, te piden información que ya les has dado, cambian los lugares de reunión y luego preguntan: «¿Dónde te habías metido?». 

El efecto acumulativo de cualquier forma de intimidación constante es debilitante, paralizante y aterradora, haciendo que las personas que son víctimas objetivo se sientan como si estuvieran desapareciendo. Terminan sintiéndose confundidos, locos y responsables de su propio deterioro. Debido a la intimidación, personas que alguna vez se sintieron seguras de sí mismas comienzan a dudar de sus capacidades. Una buena razón para prestar atención por si estás trabajando con alguno de estos 5 tipos de acosadores.

Por Equipo Espacio Mutuo

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