“Burnout”: ¿qué tan cerca estás de ‘quemarte’ en el trabajo?
El año pasado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) añadió un nuevo y muy moderno problema al Manual Internacional de Enfermedades Reconocidas. Descrito como un síndrome “provocado por el estrés laboral crónico que no se ha tratado correctamente”, es una condición popular entre deportistas profesionales, emprendedores y hasta famosos Youtubers: el “burnout”.
Mientras en español el término es traducido como “agotamiento”, la expresión en inglés ilustra mucho más la angustiante sensación que representa – hace referencia al fuego, algo así como “quemado” a más no poder, “incinerado” por completo.
¿DE DÓNDE VIENE LA PALABRA?
Por irónico que parezca, el término era usado en la década del 70 para describir los efectos secundarios del uso recurrente de drogas, esa disminución de las facultades mentales que tantos fiesteros conocieron en la época.
Sin embargo, años después su acepción cambió – ya no eran los drogadictos quienes mostraban síntomas así, sino los profesionales que debían cuidarlos. El psicólogo Herbert Freudenberger observó en 1974, en un refugio para indigentes en Nueva York, cómo los voluntarios que trabajaban ahí comenzaban a sentirse drenados emocionalmente, desmotivados, cínicos e incluso depresivos. El trabajo que en un principio los inspiraba a dar lo mejor de sí, ahora los dejaba en un nivel de extenuación tan alto, generado por la intensa carga laboral, que ya no eran capaces de entregarles la suficiente atención a los pacientes.
RECONOCE EL FUEGO
Para reconocer qué tan cerca estás del agotamiento extremo, es importante diferenciar el estrés crónico de, por ejemplo, un mes difícil. El “burnout” tiene tres elementos fundamentales, según la OMS:
- Sentimientos de cansancio excesivo.
- Desapego mental con el trabajo propio.
- Mal rendimiento laboral.
Para la psicoterapista Siobhán Murray, autora del libro “The Burnout Solution”, los síntomas resultan muy parecidos a aquellos de la depresión. Pon atención, ya que malos hábitos como un aumento en el consumo de alcohol o la dependencia del azúcar para poder soportar la jornada pueden ser señales de un problema mayor, así como también la fatiga permanente. “Si duermes bien, pero a las 10 de la mañana ya estás mirando el reloj, contando las horas que faltan para volver a la cama, o si no tienes energía para hacer deporte o salir a caminar, quizás deberías ir al doctor”, indica Murray.
Es normal sentir un chispazo de adrenalina al pensar en ese gran proyecto del trabajo, incluso tal vez no te deja dormir por la noche. Pero si el proyecto ya finalizó y aún así no puedes dejar de pensar en él, puedes estar en riesgo de “burnout”: “El problema es cuando sigues llevando toda esa ansiedad al día siguiente, y continúas añadiéndole más estrés”.
El cinismo y la baja en la calidad de tu trabajo son claras señales de que te acercas al agotamiento extremo. Si sientes que tu trabajo tiene poco y nada de valor y que estás disminuyendo sin querer tu rendimiento, puede que estés “burnout”.
EXTINGUE EL INCENDIO
La única forma de recuperarse es identificar y solucionar el problema de raíz. ¿Qué es exactamente lo que te drena de energía y motivación?
Quizás necesitas dormir mucho, de manera que al menos te liberes de los síntomas físicos del agotamiento. Quizás debas luchar contra tu perfeccionismo, o aceptar que quizás no eres tan bueno en tu trabajo y por eso debes trabajar el doble que el resto para ocultarlo.
En gran parte de los casos, sin embargo, el ambiente laboral es el problema. Según el estudio Gallup del 2018, los y las empleadas están exhaustas debido al trato injusto en el trabajo, una carga laboral exigente y una falta de claridad acerca de qué tarea le toca cumplir a quién, además de un horario imposible y de no contar con el apoyo de los superiores.
Sea como sea, el principal consejo profesional de Murray es el siguiente: “sé amable contigo mismo”. En su opinión, la actual epidemia del “burnout” radica en nuestra mentalidad de querer tenerlo todo: aceptémoslo, a veces no es posible tener una vida social activa, cumplir con ese proyecto difícil y lograr nuestras metas deportivas al mismo tiempo. Si sientes que estás cerca de llegar a tu capacidad máxima, respira hondo y da un paso atrás. Determina cuál es el problema y no te exijas demasiado.
Por Equipo Espacio Mutuo
Mutual de Seguridad