5 consejos de mamás para proteger mejor

por | May 7, 2020 | Vivir Mejor

Las madres que se quedan en casa, las que trabajan, las “helicóptero”, las “leonas”. Cada año, una nueva figura maternal se hace popular y se establece como modelo a seguir por todas las mujeres con hijos. Pero por más que las películas, la televisión y las revistas promuevan un determinado estilo, las que mandan son ellas mismas – las mamás chilenas de carne y hueso, con experiencias y aprendizajes que van más allá que cualquier tendencia de moda.  

En el contexto actual, con una pandemia en pleno apogeo y recién descubriendo el mundo del teletrabajo, este grupo de mujeres, todas trabajadoras pertenecientes a Mutual de Seguridad, comparten sus propias experiencias ganadas en este tiempo de confinamiento.

CORRESPONSABILIDAD: CUIDAR JUNTOS ES MEJOR

Ya sea con hijos pequeños o mayores, la cuarentena en familia representa un desafío complejo. Rocío Amaya, psicóloga del área psicosocial, lo sabe: con una bebé de 11 meses, “equilibrar el rol de madre, de mujer y de trabajadora, entre otros, se vuelve una tarea titánica”. Afortunadamente, Rocío tiene la solución clara, y sabe que es esencial “fomentar espacios de comunicación y coordinación entre los padres, con el objetivo de evitar la sobrecarga de sólo uno de ellos respecto a las tareas del hogar y el cuidado de los niños”.

Cuenta que con su pareja hicieron una lista en conjunto, definiendo todas las actividades que debían desarrollar con Alejandra, su hija. “Fuimos viendo cuáles eran, como juegos; estimulación; hacerla dormir; darle de comer; bañarla, y en cuáles cada uno se podía desenvolver de mejor manera. En virtud de ello, distribuimos estas responsabilidades”, explica.

Por supuesto, la paciencia es clave en todo trabajo en equipo: “Es importante ser tolerantes y comprensivos con el otro. Nosotros hemos procurado respetar la manera particular en que cada cual ejecuta las tareas que le corresponden, sin intentar imponer nuestra forma de hacer las cosas. Nos dimos cuenta que cada cual se relaciona de una manera distinta con nuestra hija”. Pero, como indica Rocío, el esfuerzo vale la pena. “Esta experiencia me ha permitido darme cuenta de que no necesito ser una “súper mamá”. Las tareas son mejor distribuidas en la medida en que somos capaces de compartir nuestras preocupaciones y aprehensiones, y sobre todo cuando somos capaces de trabajar en equipo como padres y madres. Esto no sólo nos ha permitido cuidar saludablemente de nuestra hija en este tiempo de pandemia, sino también de cuidar de nosotros como papás”, concluye.

RESCATAR EL VALOR DE LOS AMIGOS

Si el aislamiento social resulta difícil para los adultos, imagina qué sentirán los niños y niñas más pequeños, encerrados todo el día en sus casas, con las clases suspendidas y sin poder salir, como si se tratara de un castigo. A Marcia Flores, quien integra el equipo de Comunicaciones y Marketing, se le partía el corazón viendo a sus hijos “incomunicados de sus amigos y demás familiares”.

Así que se le ocurrió una solución: “Busqué la forma de ayudarlos así que, en conjunto con nuestros vecinos, hacemos deporte desde los patios delanteros y a través de las rejas que nos separan, manteniendo distancia y precaución. Nos reunimos a las 18:00 todos los días, utilizando elementos como pelotas, botellas de agua, palos de escobas y música para que ellos interactúen y se diviertan”. La creatividad colectiva, al parecer, fue efectiva. “Nos ha resultado una actividad maravillosa para alegrar los corazones de mis pequeños”, dice Marcia.

LA REALIDAD… CON LA VERDAD

Sin importar la edad, los niños y niñas sí son capaces de percibir cuando algo anda mal. Mientras algunas familias creen que es imposible explicarles cómo funciona una pandemia a los más pequeños, Cristina Ramírez, quienes es Jefa de desarrollo organizacional, cree que el mejor camino a ayudarles a ver la realidad y aceptar que esta crisis “nos ha cambiado la vida a todos, sobre todo a nuestros niños”.

En ese sentido, Cristina recomienda hacerlos partícipes de la situación y dirigirse a ellos con madurez: “Lo que más me ha funcionado es hablar con ellos, explicarles lo que está pasando claramente y hacerlos responsables también de sus propios actos, como lavarse las manos y el autocuidado en general”.

De esta forma, los niños y niñas estarán más conscientes del ambiente que los rodea, en un aspecto tanto general como el más íntimo. “Enseñarles a valorar el encierro como una posibilidad de estar más juntos en familia, de jugar con ellos, dedicarles tiempo de calidad”, son aspectos muy valiosos que ofrece la cuarentena, pero para Cristina, la oportunidad más significativa es “que vean en mí una mamá real… permitiéndome espacios para decir “estoy cansada”, “ahora no quiero jugar, más ratito sí” o “este café me lo quiero tomar tranquila”. Creo que el cuidado y el bienestar de los hijos también pasa por el cuidado de una misma”, concluye.

EL SECRETO ESTÁ EN LA COCINA

Cada hogar ha respondido de manera diferente a la crisis del COVID-19. En la familia de Andrea Bergeret, Líder TI de Transformación Digital, esto los ha llevado a las raíces, “a querernos y cuidarnos en todos los ámbitos, cuidando la salud emocional de nuestros hijos y también la nuestra como padres”.

¿Pero cómo se hace? En el caso de Andrea, reforzando rutinas familiares y momentos juntos, de manera que se acomoden los horarios de teletrabajo y clases en línea de todos. Es hora de ponerse creativos: “Hemos mantenido e intensificado nuestras dinámicas familiares creando un desafío de comidas tipo ‘Master Chef’, en que todos hemos cocinado, los niños diseñando y elaborando sus platos (con nuestra ayuda 😊) y nosotros poniendo talento para superar nuestro plato anterior”, señala.

“Los fines de semana incluyen compartir todos en el patio, hacer un asado, hacer campeonatos de ping pong, juegos de mesa, escuchar nuestras canciones favoritas”, indica Andrea. Las dinámicas pueden cambiar de familia en familia, pero es vital “promover espacios de cariño, contención y distracción que nos permitan a todos, principalmente a los niños, sentirse tranquilos y protegidos”. Si bien la crisis sanitaria ha puesto a la población mundial a prueba, son consejos como los de Andrea los que nos ayudan rescatar los pequeños regalos que estos tiempos nos entregan.

 

UNA BUENA RUTINA

Enfrentar el día a día en cuarentena significa hacer malabares entre la convivencia familiar y las responsabilidades, tanto las escolares como las domésticas. En una familia numerosa, el caos pareciera estar siempre al acecho. Sin embargo, María Cecilia Oviedo, Jefe del Departamento de Sistemas de Gestión de Prevención de Riesgos, ha logrado mantenerlo a raya.

Con Daniela, Paula y Fernanda, sus hijas de 8, 9 y 13 años respectivamente, organizar los horarios fue lo más difícil. “Hemos abordado el quehacer desde los juegos y la entretención. Al principio nos costó acostumbrarnos a los nuevos horarios de comida, a la necesidad de acompañar presencialmente a las más pequeñas en las actividades del colegio, a ayudar con los quehaceres del hogar, a formar espacios de entretención tanto individual como en familia, pues también teníamos que respetar lo que cada uno quería hacer”, señala María Cecilia.

Pero una vez que se acostumbraron al ritmo cotidiano, la experiencia resultó ser un descubrimiento enriquecedor: “Es potente ver cómo reaccionan en este nuevo escenario, sus caritas de alegría y preocupación en algunas circunstancias, cómo se entretienen, qué conversan, cómo resuelven, qué decisiones toman… Nos ha permitido acompañarlas oportunamente”.

Las rutinas familiares son agradecidas por las más pequeñas, en sus propios términos. “En las tardes, por lo general, las más pequeñas nos sorprenden con bailes, actuaciones, desfiles, juegos, rutinas de gimnasia, donde todos participamos. En otras ocasiones también vemos alguna película y aprovechamos de degustar alguna preparación familiar… lo dulce es lo más apetecido”, nos cuenta María Cecilia.

Por Equipo Espacio Mutuo

Mutual de Seguridad

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