El poder y los riesgos de confiar en tu intuición
Tu instinto es sorprendentemente inteligente. Sabe lo que te conviene, y cómo lograr que tu cuerpo continúe funcionando. Cuando estás en peligro, es tu instinto el que activa tus alarmas: huir o luchar.
¿Pero confías en él? ¿En tus propias decisiones? Lo más probable es que a veces sí lo hagas, y otras… no tanto. Incluso es probable que hayas sentido -en más de una ocasión- que tu propio instinto está traicionándote.
La confianza es algo muy difícil para nosotros los humanos porque constantemente nos cuestionamos a nosotros mismos. Tenemos esta increíble capacidad de pensar las cosas y analizar diferentes escenarios, pero a veces eso puede jugar en nuestra contra. Cuando confiamos en nuestra intuición puede ser algo muy poderoso.
CONFIAR EN LO QUE TE DICE TU “GÜATA”
El instinto suele describirse como esa pequeña voz en tu cabeza que te indica lo que está bien y lo que está mal, aunque en Chile solemos utilizar la expresión “de güata”: esa sensación en tu estómago que te hace sentir que algo no está bien, incluso aunque no puedas explicar por qué. Confiar en tu instinto significa hacerle caso a tu güata y actuar en consecuencia.
Por ejemplo, puedes conocer a alguien y tener un mal presentimiento sobre ellos. Tienes esta sensación persistente que te dice que tengas cuidado, pero no puedes explicar por qué. Sería mejor confiar en tu instinto y mantenerte alejado de esa persona si ese es el caso.
A veces, confiar en tu instinto puede ser difícil, especialmente cuando no puedes explicar por qué te sientes así. En estas situaciones, es importante recordar que tu intuición se basa en sus experiencias y conocimientos. Si tienes un mal presentimiento, probablemente sea porque tu intuición está tratando de decirte algo.
EL RIESGO DE SEGUIR TU INSTINTO
Peter Guber, ex director ejecutivo de Sony Entertainment, entiende la importancia del estómago, la experiencia y el instinto al momento de dar la luz verde a proyectos importantes.
Según confesó en una entrevista, más de una vez se equivocó: aquellas películas que juraba que serían un éxito de taquilla fracasan estrepitosamente. “Pero de eso se trata la industria cambiante”, añadió. El instinto es una herramienta esencial, de la misma forma que estar dispuesto a correr ciertos riesgos también lo es. Si deseas tener éxito, al menos. La clave está en reconocer que, incluso aunque tu instinto te lo diga, el riesgo está ahí. Pero eso lo hace interesante, ¿no?
CUÁNDO NO SEGUIR TU INSTINTO
Un presentimiento a menudo se considera una forma bastante precisa de tomar decisiones. Si bien la investigación sobre el tema es limitada, algunos estudios han demostrado que las personas que confían en sus instintos tienden a tomar mejores decisiones que aquellas que no confían en su intuición. Esto puede deberse a que nuestras entrañas procesan información constantemente, incluso cuando no estamos pensando conscientemente en ello. Como parte de tu proceso de toma de decisiones, vale la pena escucharlo –puede que no siempre esté en lo correcto, pero generalmente es un buen indicador de lo que debes hacer.
Cuando estés tomando una decisión, es importante que te preguntes si tu instinto se está basando en la lógica o en las emociones. Si se basa en la lógica, probablemente sea una buena idea confiar en él. Sin embargo, si se basa en las emociones, debes tener cuidado antes de seguirlo.
Las emociones pueden nublar nuestro juicio y llevarnos a tomar decisiones impulsivas de las que luego nos arrepentiremos. Si te sientes sobrepasado por una decisión, es mejor que te tomes un tiempo para calmarte y pensar bien las cosas antes de decidir definitivamente.
Además, ciertos sesgos inconscientes pueden estar influyendo en nuestros presentimientos. Por ejemplo, si tenemos prejuicios contra alguien, podemos confiar en nuestros instintos y evitarlos, incluso si no son realmente dañinos. Es importante ser consciente de ellos y tratar de anularlos al tomar decisiones. Puede ser difícil, pero es importante recordar que nuestros instintos no siempre son precisos. Debemos confiar en ellos solo cuando tienen sentido lógico.
Así que ahí lo tienes: 3 razones por las que debes confiar en tu instinto: porque generalmente es correcto, puede ayudarte a mantener la calma y se basa en la intuición. Así que confía en tu instinto la próxima vez que te sientas inseguro. Puede que te sorprenda lo preciso que es. E incluso si tu intuición no es 100% correcta, al menos tendrás la satisfacción de saber que tomaste la decisión tú mismo.
Por Equipo Espacio Mutuo
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