¿El dinero puede comprar la felicidad? Quizás sí… si lo inviertes bien
Imagina que alguien te da un regalo en efectivo y te dice que, en lugar de ahorrarlo o invertirlo, debes gastarlo ahora mismo. ¿En qué deberías invertir tu dinero si quieres ser más feliz?
Según investigaciones anteriores, seremos más felices si gastamos dinero en una experiencia que si compramos un objeto material –como viajar o salir a comer- en lugar de comprar el último producto que vemos en las redes sociales. Por ejemplo, las personas reportan más gratitud cuando gastan en experiencias que en posesiones.
Por otro lado, probablemente todos podamos pensar en ocasiones en las que gastamos dinero en una experiencia que terminó sin valer la pena. Tal vez compraste tickets costosos para un evento… solo para darte cuenta el mismo día que preferirías una noche acogedora en casa. O tal vez saliste a cenar con un amigo a un restaurante elegante… solo para descubrir que tu amigo estaba más concentrado en publicar la comida en Instagram que en tener una conversación profunda.
Resulta que podría haber otro factor en juego más allá de si gastamos dinero en una experiencia o en un artículo material: según un nuevo estudio publicado en el British Journal of Social Psychology, también puede importar cómo nuestras compras se alinean con nuestros objetivos.
DINERO CON PROPÓSITO
En el estudio, los investigadores pidieron a 452 participantes en una encuesta en línea que describieran una compra reciente. Se les pidió que escribieran sobre algo en lo que habían gastado dinero en los últimos 3 meses, excluyendo los gastos diarios como servicios básicos y alimentos. Después de describirlo, se les pidió a las personas que indicaran en qué medida la compra ayudó a cumplir diferentes objetivos. También notaron cuánto sintieron que la compra contribuyó a su felicidad y satisfacción con la vida.
Según la teoría de la autodeterminación, las metas reflejan nuestras motivaciones intrínsecas y extrínsecas. Los objetivos extrínsecos son cosas que otras personas esperan de nosotros: por ejemplo, trabajar duro en un trabajo no porque te apasione el trabajo, sino porque necesitas el dinero o quieres un trabajo de alto nivel para impresionar a los demás. Los objetivos intrínsecos, por otro lado, son aquellos que tenemos una fuerte motivación interna para perseguir. En la encuesta, los objetivos extrínsecos incluían ganar riqueza o estatus social, mientras que los intrínsecos incluían cultivar relaciones, ayudar a otras personas y contribuir al crecimiento, el aprendizaje y el desarrollo.
Los investigadores descubrieron que, cuanto más reflejaba una compra los objetivos intrínsecos de las personas, más pensaban que mejoraba su bienestar. En otras palabras, el mayor bienestar ocurría cuando las personas gastaban dinero en algo que era personalmente importante para ellos.
Para comparar este hallazgo con investigaciones anteriores, el estudio actual también pidió a los participantes que indicaran en qué medida su compra fue una experiencia o un artículo material. Al igual que en investigaciones anteriores, los participantes informaron un mayor bienestar a partir de las experiencias. Sin embargo, cuando los investigadores observaron ambos factores juntos, encontraron que cuando una compra reflejaba los objetivos intrínsecos, explicaba más las diferencias en el bienestar que si algo era material o experiencial.
INVIERTE EN TI
Entonces, ¿qué significa esta investigación para nuestros hábitos de gasto? Olaya Moldes, profesora de la Universidad de Cardiff y autora del estudio, señala que estamos bajo mucha presión para gastar dinero en estos días. Sin embargo, esta presión por gastar tiene un inconveniente: en investigaciones anteriores, Moldes descubrió que las personas que están expuestas a mensajes más materialistas tienen un menor bienestar.
Antes de adquirir algo, recomienda hacer una pausa para pensar el motivo de nuestra compra, y qué uso le vamos a dar. Si estamos gastando dinero en tratar de impresionar a las personas o proyectar una determinada imagen (en otras palabras, objetivos extrínsecos), es posible que la compra no valga la pena.
Entonces, la próxima vez que planees comprar algo, tómate un momento para pensar si es algo que estás comprando porque sientes que es lo que se espera de ti, o si realmente es algo que deseas.