Tic, tac, tic, tac: ¿Por qué parece que nunca tenemos tiempo?

por | Abr 10, 2024 | Actualidad

Después de unas merecidas vacaciones, regresar al trabajo y la rutina normal puede sentirse como una montaña rusa de emociones. Entre llamadas urgentes de amigos, correos electrónicos de último minuto y citas médicas que se interponen en nuestra agenda, el tiempo parece escaparse entre nuestros dedos. 

A primera vista, la cuestión parece sencilla. La presión del tiempo se reduce a la falta de tiempo, ¿verdad? Bueno, en parte – es la sensación de que no tenemos suficiente tiempo para hacer lo que queremos hacer. Sin embargo, “sentimientos”, “suficiente” y “querer” son conceptos subjetivos… 

EL TIEMPO ES UNA ILUSIÓN

En un estudio realizado con más de 7.000 trabajadores australianos, los investigadores declararon que la presión del tiempo es una “ilusión”. Calcularon cuánto tiempo es necesario para la vida básica (horas de trabajo remunerado, tareas domésticas y cuidado personal) y lo compararon con la cantidad de tiempo libre que tenían las personas en sus horarios reales. Resulta que había una gran discrepancia, que era más extrema en los hogares sin hijos y más pequeña en los hogares monoparentales.

«Aquellos que se sienten más sobrecargados de trabajo –aquellos que tienen menos ‘tiempo libre’– en gran medida se lo provocan ellos mismos», escribieron los investigadores. En otras palabras, en teoría podríamos dedicar menos horas a ganar dinero, pasar la aspiradora y lavar platos, o cocinar y comer, y nos las arreglaríamos sin sentirnos abrumados. 

Aunque es posible que no quieras subsistir con menos que lo justo o prestarles la menor atención posible a tus hijos, el punto más amplio es importante: el estrés del tiempo limitado tiene que ver con las cosas que valoramos y el tiempo que les dedicamos. Y, como sugiere otra investigación, también se relaciona con nuestras actitudes y mentalidades sobre el tiempo. 

En lugar de culpar siempre al reloj, podemos encontrar algunas raíces de la escasez de tiempo en lo más profundo de nuestra propia psicología. A continuación, te contamos algunos conocimientos científicos que te ayudarán a distinguir entre la presión real del cronómetro y la presión innecesaria que podrías estar ejerciendo sobre ti mismo.

  • ALEGRÍA Y PASIÓN

En un estudio realizado en 2004 entre casi 800 personas trabajadoras en Ohio, Estados Unidos, los investigadores descubrieron una tendencia desconcertante en relación con la presión del tiempo y los roles de género. Mientras que las mujeres que dedicaban más de 10 horas a la semana al trabajo doméstico se sentían más limitadas por el tiempo y, en consecuencia, más deprimidas, los hombres que realizaban la misma cantidad de trabajo doméstico no experimentaban un efecto similar. Esta tendencia se extendía a las actividades de voluntariado, donde los hombres parecían beneficiarse de una reducción en la depresión, mientras que las mujeres se sentían más estresadas por las limitaciones de tiempo, posiblemente debido a la diferencia en la naturaleza de las tareas que realizaban: los hombres participaban típicamente en actividades más agradables y gratificantes, como entrenar equipos deportivos, en comparación con las mujeres que a menudo se encontraban realizando tareas monótonas y menos gratificantes.

Los estudios sugieren que el nivel de participación y disfrute en las actividades juega un papel importante en la percepción de la presión del tiempo. Otra investigación sobre empleados en empresas de tecnología y servicios financieros indicó que las personas apasionadas por su trabajo y comprometidas con tareas significativas experimentaban menos prisa y estrés. Agregar tareas más atractivas al horario podría aliviar potencialmente la sensación de estar abrumado, enfatizando la importancia de encontrar alegría y satisfacción en las labores cotidianas.

  • CONFLICTO INTERNO

La pasión parece liberar nuestro tiempo porque los empleados apasionados tienden a ver sus objetivos como complementarios entre sí, mientras que aquellos sin pasión experimentan conflicto entre sus metas, compitiendo por tiempo y atención. Esto sugiere que la presión del tiempo no solo depende de lo agradable que sean nuestras actividades, sino también de cómo encajan estas actividades en nuestra mente. Por ejemplo, pensar en metas conflictivas, como ahorrar dinero vs. comprar cosas bonitas, puede generar más estrés y ansiedad, lo que a su vez nos hace sentir que tenemos menos tiempo disponible.

Expertos como el profesor Tim Kasser y la profesora Lyndall Strazdins, señalan que algunas tareas en nuestra lista de quehaceres son elegidas libremente, mientras que otras son en gran medida influenciadas por nuestra sociedad o cultura. Este fenómeno puede generar un conflicto interno sobre qué tareas priorizar, lo que puede llevarnos a sentir que no podemos expandir nuestro día para abarcar todo. En tales casos, considerar la posibilidad de dejar ir ciertas tareas puede ser una opción para reducir la carga y el estrés.

  • SENSACIÓN DE CONTROL

Cuando nos encontramos en conflictos de tiempo, a menudo se debe a alguna obligación externa: pasar a buscar a tu hijo al colegio coincide con una reunión importante, o tu turno de trabajo comienza a las 9, pero el metro está con retraso. La presión del tiempo va de la mano con la sensación de no tener control sobre nuestro propio horario.

En un estudio de 2007, los investigadores entrevistaron a 35 madres trabajadoras de bajos ingresos que cuidaban al menos a un hijo. Les pidieron a las madres que hablaran sobre cómo pasaron el día anterior y cómo logran alimentar a sus familias cuando todo es caótico. Los investigadores pudieron identificar diferentes formas de gestionar el tiempo, algunas más exitosas que otras. El estilo menos exitoso fue el «reactivo», donde las madres no se sentían en control de sus días. Todas esas madres sentían escasez de tiempo, sujetas al reloj, incapaces de lograr todo lo que querían. En contraste, las madres que tenían un estilo de tiempo «activo» tuvieron cierto éxito en la planificación, gestión y estructuración de sus días. Se sentían ligeramente más en control de su propio tiempo y un poco menos estresadas por el tiempo que el grupo reactivo. Da pequeños pasos, como optimizar tu lista de tareas pendientes o practicar cómo decir «no» a las personas que te piden favores.

  • EL VALOR DE TU TIEMPO

Una última pieza del rompecabezas de la presión del tiempo es el dinero, y esa es complicada. Si trabajas en múltiples empleos o no puedes pagar un cuidador de niños, es probable que te sientas escaso de tiempo. Sin embargo, algunas investigaciones han encontrado que las personas con altos ingresos se sienten particularmente escasas de tiempo, y las personas que se hacen más ricas se vuelven aún más apuradas de lo que eran antes. Incluso solo sentirse rico puede hacerte sentir más apurado.

¿Por qué una abundancia de dinero se siente como una escasez de tiempo? Una posibilidad es que las personas ricas tengan tanto que podrían hacer con su dinero, pero solo tienen unas pocas horas fuera del trabajo para hacerlo, sugieren los investigadores Daniel Hamermesh y Jungmin Lee. ¡Tantos pasatiempos costosos para perseguir, y tan poco tiempo! Pero otra posibilidad es que simplemente le den más valor a su tiempo.

Revisa cómo lograr más control sobre tu tiempo este año. Solo de ese modo evitarás poner tanta presión a tus responsabilidades. Y valorarás más el tiempo que tienes para ti. 

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