Comenzamos a regresar de la gran pausa pandémica: ¿estás preparado para la siguiente etapa?

por | Sep 6, 2021 | Nuevas Miradas

¿Recuerdas cuando, al comienzo de todo esto, las proyecciones anunciaban que recién el 2022 comenzaría el retorno a la vida normal? Seguro pensaste que esa fecha sonaba imposiblemente lejana. 

Pues, sorpresa – los expertos volverán a tener la razón. Si tenemos suerte, el próximo año podremos mirar para atrás y decir: “Guau, en invierno de 2021 fue cuando comenzamos a regresar, incluso sin saber lo que nos esperaba”.   

Pero lo que estamos por hacer es difícil. La pandemia aún no se acaba, pero niños, jóvenes y adultos están viviendo en un mundo post vacunas: las clases se reinician, el trabajo presencial también y, poco a poco, volvemos a socializar. Deberíamos estar felices, ¿no? ¿Y por qué, en cambio, nos sentimos más nerviosos que nunca?

VOLVER AL PASADO Y MIRAR EL FUTURO

La psicología del regreso a la “normalidad” es complicada – ni siquiera los terapeutas más expertos pueden predecir si el retorno será positivo o negativo para cada uno; lo único que sabemos es que, para algunos, el proceso de volver es más duro de lo que parece. 

Y es que esto que estamos haciendo –regresar– no sólo significa recuperarnos de la depresión, de la pérdida, de la ansiedad de un futuro incierto y de los cambios físicos generados por el estrés, el insomnio o el abuso de sustancias. Es el momento perfecto para discutir cómo deberíamos salir de donde hemos estado. 

Volver a nuestras rutinas de siempre es un alivio tras meses y meses de incertidumbre, pero también nos predispone: nos apresuramos por volver a situaciones a las que antes temíamos, como viajar en el horario peak del transporte público o tener reuniones en la oficina los lunes a las 8 de la mañana. 

Es como una máquina del tiempo: el Yo de ahora se enfrenta a su versión del pasado.  ¿Cómo podemos dejar de resistir este nuevo cambio, que en algún momento todos esperábamos con ansias? Debemos enfrentar algunas verdades sobre este botón de pausa pandémica.

  • ES HORA DE VOLVER A DECIDIR

La pandemia ha agravado problemas preexistentes y ha llegado el momento de decidir cómo abordarlos. Si comiste demasiado, bebiste demasiado, trabajaste demasiado o tuviste problemas con tus compañeros de trabajo o amistades, es probable que durante la pandemia todas esas grietas se hayan acrecentado.  

Es hora de abordarlos. Éstas son las buenas noticias: el mero hecho de que podamos considerar la posibilidad de regresar significa que algunos elementos esenciales están nuevamente en funcionamiento. Esto deja espacio para calcular qué más es importante, a qué queremos volver realmente y qué hemos estado posponiendo. Ahora nos encontramos en la etapa más reveladora de la pandemia, cuando tenemos que hacer un trabajo más profundo. ¿Qué necesita atención? ¿A qué volverás? 

La pandemia nos permitió postergar el deber enfrentarnos a ciertos temas complicados. El retorno a la normalidad significa volver a ellos: muchas opciones y más decisiones de las que estamos acostumbrados. 

  • NECESITAMOS HACER ESPACIO PARA EL DUELO

Regresar de una pandemia mundial funciona como un curso intensivo de duelo. Todos y todas lo vivimos de forma diferente, pero está ahí. 

Lo que es importante para la psicología del regreso -en lo que se refiere a nuestro proceso de duelo colectivo- es que no se volverá a todo a la vez, a pesar de que perdimos muchas cosas a la vez en cuarentena. A pesar de lo difícil que fue entrar en aislamiento y ver la vida detenida, mentalmente era más fácil encerrarnos que regresar. Esto se debe a que en gran parte nos encerramos todos juntos: saludamos a los vecinos en la calle, limpiamos nuestros comestibles, nos compadecemos de la vida de Zoom y aplaudimos a los trabajadores esenciales. Es como si todos estuvieran tomando la misma clase, Introducción a la Pandemia Global. 

Nuestra respuesta al dolor es tratar de reunir lo que hemos perdido, pero incluso eso tiene sus altibajos. Como un videojuego deformado, queremos recuperar tanto como sea posible, sin recuperarlo del todo. Gran victoria cuando te pusiste la vacuna, gran pérdida cuando tu matrimonio aún no se pudo celebrar. Gran victoria cuando te tomaste unas vacaciones, gran pérdida cuando tus amigos aún no se atrevieron a acompañarte. 

  • APRENDE A VIVIR CON EL PASADO Y EL FUTURO LADO A LADO

Regresar no es lo mismo para todos.

Niños, niñas y adolescentes están listos para conectarse con sus amistades al salir de la pandemia. Los adultos, por el contrario, pueden estar tan cansados ​​de mantener todo en orden que socializar y comenzar cosas nuevas puede ser una prioridad menor. De hecho, una encuesta reciente también mostró que el 49% de los adultos dudan si regresar a la vida presencial.

Para los adultos, regresar es a menudo agridulce debido a nuestros recuerdos más completos de épocas anteriores y al cambio reflejado en la realidad actual. Visitamos lugares salvajes que están alterados por el calentamiento global y asistimos a reuniones familiares con miembros desaparecidos, pero aun así volvemos. Simplemente, los adultos tienen más pasado. Eso puede parecer un riesgo, pero podemos convertirlo en una fortaleza.

Lo que esto significa acerca de la psicología del regreso es que hemos dejado pedazos de nosotros mismos por todas partes, y el regreso toca cada uno de estos puntos y nos despierta a ellos. ¿Alguna vez te ha hecho retroceder en el tiempo un cierto olor? ¿Has notado que hay un día que te recuerda que se acerca el otoño?

Muchos de nosotros vemos con esperanza los nuevos comienzos, pizarras limpias, resoluciones y fuerza de voluntad. Pero para lograr un progreso real no es necesario que haya un nuevo comienzo – especialmente en los primeros meses, cuando simplemente existir en tu nuevo mundo se siente como un tipo de logro.

Para evolucionar desde donde te encuentras ahora, debes traer contigo el lugar donde has estado. El “cierre”, dejar atrás el pasado, es un mito que presiona el regreso y nos engaña a nosotros y a los demás. Esto puede significar aprender a vivir con tristeza. Es parte de tu regreso, otra capa de lo que eres y te ha dado humildad y capacidad. Deja que los sentimientos te acompañen cuando lleguen. Ellos fluirán y refluirán.

PREDICCIONES POSITIVAS DEL FIN 

Regresar de la pandemia ciertamente mostrará que han surgido algunos aspectos positivos de ella. La psicología del regreso significa que puedes sentir el extraño optimismo que proviene de vivir un desastre: contento de estar vivo para un nuevo capítulo, consciente de las grietas en el sistema y en tu vida y la oportunidad de trabajar en ellas, tan abrumadoras como quizás sean.

Tu equipo de apoyo sabe que el hecho de que de vez en cuando vuelvas al trabajo, al gimnasio o a reír no significa que la tristeza esté lejos –y, como miembro del equipo de otra persona, es bueno que tú también lo recuerdes. Ayuda a procesar tus sentimientos con personas seguras: aquellas que pueden manejar tus emociones, comprender que están en el contexto del momento más bajo de su vida y simplemente están contigo sin el impulso de cambiar, discutir u ofenderse. 

Regresar es un proceso largo. Recuerda: 2 pasos adelante, un paso atrás. Si la idea de retomar el ritmo de vida “normal” aún te aterra, no te presiones – empieza con algo pequeño y, si parece difícil, hazlo más pequeño hasta que te sientas capaz de comenzar.

Por Equipo Espacio Mutuo

Mutual de Seguridad

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