¿Cómo mantenernos motivados con 8 meses de pandemia y sin un final a la vista?
El agotamiento es una parte normal de tener un trabajo, sea cual sea: No tienes ganas de nada, tu inspiración se ha ido, la emoción que te producía tu trabajo ya no es lo que era antes. Suena dramático, pero no eres la única persona que pasa por momentos así –cualquiera sea tu trabajo, esto eventualmente te va a suceder.
Salir de este estado de desmotivación nunca ha sido fácil, pero tradicionalmente se han planteado unos cuantos pasos a seguir: encontrarle el sentido a tu trabajo, cambiar de rutina, aprender algo nuevo. Con un poco de esfuerzo, tu objetivo estaba claro y tus energías recargadas. ¿Qué podía salir mal?
Pues llegó el 2020 y trajo consigo una pandemia global, un alto grado de incertidumbre laboral y un clima político dividido. Mientras miles de personas mueren alrededor del mundo todos los días y millones pierden sus trabajos, ¿nosotros tenemos que continuar trabajando como si nada? ¿sentirnos afortunados y productivos?
¿Cómo nos mantenemos motivados tras 8 meses de una pandemia que está lejos de terminar? Fácil: reconcíliate con la idea de que será imposible mantener tu energía y productividad de la “antigua normalidad”.
1. NO HAGAS COMO QUE NO HA PASADO NADA
Por supuesto que te sientes menos motivado tanto en tu trabajo como en tu vida personal: todo ha cambiado, y actuar como si simplemente nos adaptáramos y volviéramos a nuestras rutinas y niveles de producción normales sólo empeora las cosas, aseguran los expertos. La disrupción cultural que enfrentamos no se parece a nada que alguien haya experimentado antes. Aceptar que está bien no sentirse tan inspirado como hace un año puede ayudarnos a adaptarnos mejor a esta nueva forma de vida.
“Date un poco de crédito”, dice la Dra. Danielle Hairston, profesora de medicina de la Universidad de Howard, Estados Unidos. “Cambia y modifica tus expectativas. No todo el mundo está comenzando un nuevo negocio, una nueva empresa, una nueva plataforma, haciendo una nueva investigación, una nueva dieta o un plan de ejercicios durante este tiempo. Creo que eso es lo que se retrata mucho, especialmente en las redes sociales «.
La percepción de que no estamos haciendo lo suficiente puede ser dañina para nuestra psiquis y transformarse en un desmotivador en sí mismo. Un paso importante para pasar el día es reconocer que es normal y está perfectamente bien no sentirse productivo o motivado.
De hecho, el estrés añadido de sentir que no eres capaz de seguirle el ritmo a los demás sólo acentúa aún más el problema, haciéndote sentir con incluso menos inspiración y ganas. Es la “paradoja de la productividad”: durante las últimas décadas, nos hemos centrado en la productividad, cómo optimizamos los flujos de trabajo, cómo tenemos herramientas tecnológicas que nos hacen más productivos, cómo podemos sacar más provecho de cada minuto. Ahora, sin embargo, los estudios demuestran que el estrés y la ansiedad matan la productividad. Por lo tanto, puedes tener los flujos de trabajo y las herramientas tecnológicas más optimizadas, pero si estás completamente estresado, no serás tan productivo.
2. ENCUENTRA TU RED – Y APÓYATE EN ELLA
Más allá de la autoaceptación y la compasión por uno mismo, existen otros factores -tanto internos como externos- que impactan nuestra capacidad de recuperación en tiempos difíciles. Investigaciones recientes han probado que, si bien la personalidad y la experiencia de vida pueden tener cierto impacto en nuestra capacidad para lidiar con el estrés, tener una red de apoyo de amigos y familiares puede ayudar a las personas a superar períodos de trauma y mejorar nuestra capacidad de respuesta ante las crisis.
La Dra. Hairston explica que apoyarse en esas redes puede ayudarnos a procesar el mundo que nos rodea y proporcionarnos mecanismos para afrontar el estrés constante que algunas personas sienten.
Todavía puedes permanecer conectado a distancia. “Podría ser simplemente salir y caminar y ver a otras personas con mascarilla puesta. Como, ‘Oh, estoy viva, hay otras personas alrededor’”, indicó la doctora. “Salir y ver a la gente caminando, simplemente cambiando tu entorno” puede ayudarte a recordar que no todo es pesimismo y soledad.
3. HAZ LAS PACES CON LA MONOTONÍA (Y ENCUENTRA ALEGRÍA EN LOS DETALLES)
Recuerda esos primeros días de la pandemia, en marzo y abril. Para muchas personas, se sintió como un caos constante, incertidumbre y niveles sin precedentes de estrés y ansiedad. Todo sucedía todo el tiempo y nadie tenía respuestas o soluciones para nada.
Pero a medida que nos acomodamos -después de todo, llevamos casi un año así- se ha infiltrado un tipo diferente de estrés, dice Liz Fosslien, coautora e ilustradora de “No Hard Feelings: The Secret Power of Embracing Emotion at Work” (“No hay sentimientos duros: El poder secreto de abrazar la emoción en el trabajo”). “Todo ha cambiado. Ahora, 8 meses después, todos los días es el Día de la Marmota. Nos hemos movido hasta el otro extremo del péndulo. No hay chispa en la vida”, explica. “Se siente como si le hubieran quitado el color a todo».
Y continúa: «Es este lugar extraño donde hacemos lo mismo todos los días mientras el mundo que nos rodea se mueve cada vez más y más rápido, y eso es simplemente agotador». Al igual que la Dra. Hairston, Fosslien también hizo un llamado a tenerse paciencia – acepta que habrá días en los que no te sentirás motivado, y está bien. Sin embargo, también señaló que hacer pequeños esfuerzos para romper la monotonía pueden ayudar a obtener una pequeña chispa de inspiración.
Intenta recordar qué cosas le daban alegría o significado a tu trabajo cuando aún era presencial, y tradúcelo a los tiempos actuales. Si tu parte favorita del trabajo eran tus colegas, haz un esfuerzo adicional para programar una reunión social. Si estabas aprendiendo nuevas habilidades, busca formas de continuar. Tal vez te encantaba elegir tu atuendo todos los días… quizás hacerlo de nuevo unas cuantas veces a la semana puede revitalizarte, incluso aunque no salgas de casa.
«Los elementos centrales de la motivación no han cambiado, pero se trata de reconocer que estamos bajo estrés y que hay cosas más pequeñas que puedes hacer para ayudarte a superar aquellos días en los que no te sientes tan energizado”, explica la autora.
LO QUE NO PUEDES HACER: VIVIR INCONSCIENTEMENTE
Las personas que todavía piensan que pueden vivir tan inconscientemente como lo hacían antes de la pandemia lo pasan peor. Recuerda que incluso las personas más calificadas -como psicólogos o psiquiatras, por ejemplo- también están pasando por momentos complicados ahora mismo.
«Definitivamente es un desafío», dice la Dra. Hairston sobre sus propios problemas para mantener la motivación y la inspiración. «Fingir o decir que estás bien cuando no lo estás sólo empeora las cosas y, a veces, el simple hecho de liberar la expectativa de que todo está bien y de que puedes superarlo todo es el primer paso hacia la felicidad”, explicó.
La clave es, después de todo, la paciencia. Aunque sientas que vives en un estado de estrés y ansiedad permanente, recuerda quién eres fuera de la adversidad y la crisis. ¡No dejes que tus días malos o pensamientos negativos te definan!
Por Equipo Espacio Mutuo
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