¿Continuará la vida “no presencial” después de la vacuna?: claves del futuro de la vida virtual post pandemia

por | Feb 22, 2021 | Nuevas Miradas

Reuniones de amigos y familiares por Zoom, FaceTime, Skype y Google Meet; teletrabajo por Microsoft Teams y Slack; aulas digitales, conciertos online, eventos deportivos sin público, congresos a distancia e incluso viajes virtuales… 

Es sorprendente la velocidad con la que nuestras vidas se transformaron por completo para convertirse en una vida no presencial… una especie de “telepresencia” o “televida”. Hoy en día, para cada tipo de socialización que teníamos antes de la pandemia existe una nueva versión en pantalla – desde los íntimos y privados hasta los más multitudinarios. 

Pero a medida que las vacunaciones avanzan, no podemos evitar soñar con un futuro que recupere lo presencial. Una vez que el virus desaparezca, ¿qué ocurrirá con la “vida no presencial” que construimos durante el último año? ¿Nos olvidaremos de las videoconferencias para siempre o se mantendrán las tecnologías a la distancia? ¿Qué aspectos de nuestra vida digital perdurarán?

LOS BENEFICIOS DEL TELETRABAJO

Si bien es claro que la virtualidad está presente en cada aspecto de nuestras vidas, el trabajo y la educación fueron los que experimentaron la transición más brusca y urgente. Para poner las cosas en perspectiva, considera las estadísticas de España: un informe estimó que el número de empresas con personal trabajando desde casa pasó de un 4% a un 88% tras el COVID-19. 

Y aunque existan personas ansiosas por volver a la oficina, los expertos aseguran que el teletrabajo no se irá a ninguna parte – mucho menos para aquellos que ya probaron sus beneficios. La expansión del trabajo remoto está impulsando un fenómeno llamado “nomadismo digital”, en el que personas jóvenes y sin familias a su cargo se dedican a viajar por el mundo mientras teletrabajan

Según Susan Hayter, asesora técnica de la Organización Internacional del Trabajo de Naciones Unidas, “los empleados ya no necesitarán desplazarse para trabajar, a menos que elijan hacerlo”. Según ella, es motivo de celebración tanto para la gente como para el planeta, ya que reducir los desplazamientos redundará en una mayor sostenibilidad ambiental. 

… PERO TAMBIÉN SUS DESAFÍOS

Sin embargo, Hayter advierte que incluso en los países desarrollados aún es sólo un 27% de los empleados quienes pueden teletrabajar, lo cual, a su vez, plantea retos como el derecho a la desconexión para separar trabajo y descanso o la mejora de las condiciones de sanidad y seguridad en los centros de trabajo para quienes no puedan ejercer esta modalidad, o simplemente prefieran combinarla con la clásica: según una encuesta de la plataforma de comunicación de negocios Slack, el 72% de los profesionales consultados opta por un modelo híbrido

A pesar del desafío que supone, el teletrabajo post-COVID ya se ha implantado en nuestro estilo de vida. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha solicitado a los gobiernos un fomento de la inversión “para maximizar la ganancia en productividad y bienestar inherente a la mayor extensión del teletrabajo”, mientras que otras grandes compañías como McKinseyDeloitte o PwC ya están trabajando para garantizar la productividad y la ciberseguridad de su organización. 

CIBERSEGURIDAD

Un aspecto de la televida que muchas personas ignoran es la ciberseguridad, aunque debería ser una de las principales preocupaciones de las empresas – y de los usuarios privados como tú. 

Al comienzo de la pandemia la herramienta de videochat Zoom se alzó como la opción mayoritaria para los encuentros virtuales en todo el mundo: pasó de contar con 10 millones de usuarios diarios en diciembre de 2019 a superar los 300 millones en abril de 2020. Este explosivo crecimiento dio pie a la aparición de fallos de seguridad y casos de robo de datos -a los que la compañía reaccionó con ciertas actualizaciones- pero que también obligaron a los usuarios a adaptarse rápidamente para extremar las precauciones en sus encuentros online

Por supuesto, el eventual fin de la pandemia nos devolverá al cara a cara con amigos y familiares, pero las herramientas de videollamadas también aumentarán nuestro contacto con aquellos que se encuentren lejos.

ATENCIÓN MÉDICA VIRTUAL

Si bien antes era una práctica muy limitada y poco conocida, la asistencia médica es otro ámbito que se ha expandido a nuevas versiones virtuales a causa de la pandemia: las videoconsultas del servicio médico de la West Virginia University (WVU) en Estados Unidos  aumentaron un 8.000% de enero a abril de 2020. La teleasistencia sanitaria hoy incluye opciones como la videoconsulta, la monitorización remota de los pacientes mediante dispositivos y las herramientas de comunicación y gestión de datos, tanto para el paciente como para el profesional.

Es probable que el miedo al coronavirus haya empujado a muchos usuarios a buscar la ayuda médica remota, pero es muy probable que siga siendo una tendencia, sobre todo a medida que aumenta la implantación de Realidad Aumentada (RA) y la Realidad Virtual (RV)Según la profesora de la WVU, Jennifer Mallow, experta en teleasistencia, “no toda la atención sanitaria puede hacerse a distancia, pero sí una gran parte de ella, y la investigación muestra que en muchos casos es tan buena como la asistencia en persona”.

NUEVAS EXPLORACIONES CULTURALES

La cultura y el espectáculo también han explotado las posibilidades de las plataformas virtuales. En lugar de restringirse sólo a la emisión de eventos grabados o de streaming en vivo -opción elegida para numerosos conciertos o presentaciones de trabajos musicales– también se han montado producciones interactivas online con participación de la audiencia, inventando nuevas experiencias inmersivas y personalizadas que sólo son posibles por medio de la tecnología.

Aunque algunos expertos consideran que el teatro digital es apenas un antojo temporal, algo así como “un mal sucedáneo” que desaparecerá después de la pandemia, otros, en cambio, vaticinan que estas nuevas exploraciones “nacidas de la necesidad” son una oportunidad de repensar el teatro” y “deberían conformar su futuro”, según lo que escribía Kelsey Jacobson, profesora de arte dramático de la Queen’s University de Ontario, Canadá, en su artículo en The Conversation.  

La normalidad que experimentemos después de la pandemia probablemente sea diferente a la que conocíamos antes. Volveremos a sentarnos cara a cara, pero quizá losviajes de negocios, las reuniones presenciales de trabajo, las visitas al banco o incluso los apretones de manos “serán cosa del pasado”, reflexiona la bióloga y empresaria india Kiran Mazumdar-Shaw. “El COVID-19 reiniciará el mundo hacia una realidad virtual”, dice, pero depende de nosotros evitar un futuro distópico: “Al final, la gran lección que el virus puede enseñarle a la humanidad es que todos estamos en esto juntos, que lo que afecta a una sola persona en cualquier lugar nos afecta a todos en todas partes, que como Homo sapiens necesitamos pensar y actuar unidos”. 

 

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