El cambio climático exige edificios inteligentes
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Contenido de expertos en colaboración con Espacio Mutuo
“El emisor número uno de emisiones de gases de efecto invernadero no es la industria. No es el transporte. Son los edificios”, dice David Greschler, director ejecutivo y cofundador de Nomad Go, compañía que crea tecnología de visión por computadora para ayudar a los espacios físicos a reducir su huella de carbono, ser más saludables y ahorrar energía.
Es un tema que nos debe importar, más aún luego de que este verano en el hemisferio norte hubo importantes olas de calor, incendios y sequías severas, por lo cual parece que hemos llegado a un punto de inflexión con el cambio climático. La urgencia es ahora.
De hecho, según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, los edificios comerciales representan el 39% de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) del planeta. Ese gas que atrapa el calor, que permanece en la atmósfera durante cientos de años, impulsa el cambio climático y sus brutales efectos sobre el clima, dicen los científicos.
¿Por qué las estructuras comerciales son un problema tan grande? Sus sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado (o HVAC, por sus siglas en inglés) por lo general se controlan mediante temporizadores preestablecidos que funcionan 12 horas al día (o más), ya sea que haya personas presentes o no. A menudo queman energía para hacer que las salas vacías y los espacios comunes sean cómodos solamente por la promesa de que serán ocupados en algún momento.
Nomad Go ha creado -junto a Microsoft- un producto para frenar ese desperdicio: la visión por computadora que puede detectar si hay personas presentes en un espacio comercial y, de ser así, cuántas y por cuánto tiempo. Los datos de esta solución se utilizan para calentar, enfriar y ventilar con precisión una habitación en función de los ocupantes en lugar de horarios establecidos, lo que reduce de manera significativa el uso de energía y las correspondientes emisiones de gases de efecto invernadero.
Mediante el uso de visión por computadora e inteligencia artificial (IA), la solución aprende de manera rápida y reacciona a los matices de cada habitación, cómo la cantidad de luz solar diaria que suele recibir o la frecuencia con la que llega un equipo de limpieza por la noche. Estos ajustes optimizan aún más el consumo de energía en la habitación. También han implementado su solución dentro de los edificios de una variedad de empresas, incluidas las áreas comunes de rascacielos residenciales, salas de conferencias en torres de oficinas y dentro de varias sedes corporativas. Después de esas implementaciones, las empresas informaron menores costos de energía, disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero, mejor calidad del aire y reducciones en el desgaste.
Una de esas empresas, McKinstry (una firma de construcción y servicios energéticos) dijo que ha ahorrado más del 38% en el uso de energía y la misma cantidad en emisiones de CO2 dentro de su sede de Seattle, incluida su sala de conferencias principal. Antes, esa sala de conferencias dependía de un sistema HVAC que se encendía en automático a las 6 a.m. y se apagaba a las 5 p.m. cada día de la semana.
¿Cuánto más limpio es el medio ambiente si solo un edificio de 12 pisos y 460 mil pies cuadrados implementara el sistema Nomad Go? Solo eso reduciría las emisiones de CO2 en más de mil toneladas cada año, según las matemáticas de Nomad Go, que se basan en una calculadora de huella de carbono ofrecida por la Agencia de Protección Ambiental de Estado Unidos. Eso representa las emisiones de más de 230 vehículos de pasajeros conducidos durante un año. Consideremos que sólo en Estado Unidos, hay casi 8 millones de edificios, incluidos 5.6 millones de estructuras comerciales y 1.7 millones de complejos de apartamentos.
En su libro recién publicado, “Cómo evitar un desastre climático”, el cofundador de Microsoft, Bill Gates, escribió que el aumento de la población del planeta hará que se duplique el inventario mundial de edificios hasta 2060, el equivalente a “construir una ciudad de Nueva York cada mes, durante 40 años “. Pero mucho antes de eso, el eventual regreso de millones de trabajadores a espacios de trabajo híbridos, proporcionará otro obstáculo para que los sistemas existentes manejen.
“La aparición del espacio de trabajo híbrido hace que (el enfoque en) la ocupación sea aún mayor”, dice Greschler. Y agrega: “No sabemos quién va a estar en la habitación. ¿Habrá alguien en la habitación o no? Ese tipo de espacios son candidatos perfectos para esto”.
Para Microsoft, la protección al medio ambiente es fundamental y ya nos hemos comprometido con importantes iniciativas al 2030. Por un lado, somos carbono neutral en todo el mundo desde 2012 y nuestra meta es ser carbono negativo para 2030. Con respecto al agua, estamos decididos a reducir nuestro consumo y reponer lo usado en las regiones que operamos. Con respecto a los residuos, disminuimos nuestro consumo de fuentes de materiales y los tratamos con métodos responsables con el medio ambiente. Como empresa tecnológica con un profundo compromiso con la sostenibilidad, entendemos que nuestra responsabilidad va más allá de nuestras propias operaciones para innovar hacia un futuro más saludable y mejor en términos más amplios.
En este camino, en 2017 Microsoft obtuvo la certificación LEED Gold para nuestros data centers, esto nos permite avanzar en la utilización de estrategias que promueven una mejora global en el impacto medioambiental de la industria de la construcción, algo que por cierto tendrá nuestros data centers en nuestro país próximamente.
Sabemos que solos no podemos, por eso tenemos como objetivo trabajar con otras empresas como Nomad Go, así como capacitar a las personas y las organizaciones para que resuelvan los desafíos ambientales globales aumentando el acceso a las herramientas de IA y las oportunidades educativas, al tiempo que acelera la innovación. Es un trabajo de todos, incluso de los edificios donde vivimos o trabajamos.
Por Equipo Espacio Mutuo
Mutual de Seguridad