¿Eres de las personas que compra compulsivamente?

por | Sep 25, 2023 | Actualidad, Nuevas Miradas

Siendo realistas, la mayoría de las personas no compra solo por necesidad, sino también por capricho: para subir el ánimo, para gastar el sueldo recién llegado o lucir una prenda que nos haga sentir atractivos. Hay de todo. El problema, como dice la escritora y psicoterapeuta neoyorkina, Barbra Williams, lo importante no es saber cuándo comprar sino, cuándo parar

En ese mismo artículo, la experta detalla que un 5,8% de la población de Estados Unidos -de la que cerca del 80% son mujeres, según una investigación publicada en la revista científica World Psychiatry-, son catalogados como compradores compulsivos, también llamado trastorno de compra compulsiva, adicción a las compras y oniomanía (de la palabra griega onios, que significa «en venta»).

En Chile no hay cifras actualizadas; sin embargo, un estudio de una empresa de software bancario consultó ¿cómo se relacionan los chilenos con el ahorro y la inversión? El análisis reveló que al menos un 49% de los chilenos realiza compras compulsivas una vez al mes.

Aunque se tome liviano, la oniomanía es un problema serio que puede afectar la salud, las relaciones, la calidad de vida y la seguridad económica de quienes lo padecen.

LOS SÍNTOMAS DEL TRASTORNO DE COMPRA COMPULSIVA (TCC) INCLUYEN:

  • Preocupación constante por las compras y deseos intensos de comprar.
  • Comprar cosas que no se necesitan.
  • Sentir culpa o vergüenza.
  • Ser incapaz de frenar el gasto aunque lo intente.
  • Sentirse eufórico cuando se compran cosas nuevas.
  • Ocultar los artículos comprados a familiares y amigos por sentimientos de culpa.
  • Repercusiones financieras, como tener deudas, tarjetas de crédito al límite o dificultades para hacer frente a los gastos mensuales normales.

ENTENDER EL TRASTORNO

Los comportamientos problemáticos a la hora de comprar se han descrito como trastornos del control de los impulsos, adicciones o trastorno obsesivo-compulsivo (TOC). El Dr. Elias Aboujaoude, director de la Clínica del TOC y de la Clínica de Trastornos del Control de los Impulsos de la Universidad de Stanford, afirma que, aunque durante mucho tiempo se ha considerado que pertenece al espectro obsesivo-compulsivo, «clínicamente, encaja en una adicción conductual».

El TCC, como la adicción al juego o al internet, comparte similitudes con la adicción a sustancias como las drogas o el alcohol, siendo la impulsividad y la falta de inhibición características comunes de ambas. Para las personas que sufren estos trastornos, realizar esas actividades “reduce los estados de ánimo negativos, a la vez que generan sentimientos positivos y un subidón de energía”, dice Williams. La lógica es muy simple: si con esto me siento bien, tengo que seguir haciéndolo.

Lo cierto es que, aunque las personas con TCC vivan en casas rebosantes de cosas, aun así no logran sentirse satisfechos. Además de la adrenalina, la principal motivación de comprar cosas es su convicción de que algún día las necesitarán. Es difícil resistirse al impulso, sin embargo, la culpa, el autorreproche y la vergüenza, como en toda adicción, suelen aparecer más temprano que tarde.

En ese sentido, existen pruebas de que el TCC puede estar relacionado con una baja autoestima. También se asocia con frecuencia a trastornos mentales como la ansiedad o la depresión. Y en la medida en que más se compra, más se agravan estas sensaciones.

EL ACCESO MARCA LA DIFERENCIA

Las investigaciones sugieren que la tasa de trastorno de compra compulsiva es mayor entre quienes compran exclusiva o principalmente por Internet que entre quienes lo hacen en tiendas físicas, afirma Aboujaoude. «Si la gente tiene que conducir hasta una tienda para comprar algo, el intenso impulso de comprar puede disiparse antes de llegar, mientras que las compras en línea permiten una gratificación inmediata. El acceso marca la diferencia».

Al mismo tiempo, los expertos afirman que la facilidad de las compras electrónicas ha aumentado el número de personas con trastorno de compra compulsiva en los últimos 20 años. A esto se suma el crecimiento de los trabajos desde casa desde el inicio de la pandemia, condiciones que dieron a muchas personas la libertad y flexibilidad para trabajar cuando quieren, hacer ejercicio cuando quieren y, por cierto, comprar cuando quieren.

CÓMO COMBATIR ESAS GANAS DE GASTARLO TODO

El doctor James Grubman, psicólogo y asesor de familias de Family Wealth Consulting, afirma que los clientes que gastan más de la cuenta representan uno de los mayores retos para los asesores financieros. Según el experto, el modelo de las etapas del cambio, desarrollado originalmente para las adicciones, puede ser útil para alguien que sufre de TCC.

El modelo consta de cinco etapas:

  1. Precontemplación. Aún no te planteas cambiar comportamientos problemáticos y puede que ni siquiera seas plenamente consciente de las consecuencias de tu comportamiento.
  2. Contemplación. Has reconocido el problema, pero hay ambivalencia, emociones conflictivas o incertidumbre acerca de los cambios.
  3. Preparación. Te sientes preparado para dar pequeños pasos adelante y hacer declaraciones que confirmen tu compromiso.
  4. Acción. Has desarrollado planes claros para el cambio y estás dando algunos pasos hacia los objetivos.
  5. Mantenimiento. Has mantenido los cambios durante al menos seis meses. Tus habilidades de afrontamiento y sistemas de apoyo están firmemente establecidos y estás fuertemente comprometido a mantener los cambios.
  6. Puede pasar: la recaída. Un problema habitual en el proceso de cambio que se caracteriza por la vuelta a los viejos comportamientos y sentimientos de vergüenza, autorreproche y fracaso. Si esto ocurre, es importante recurrir a un sistema de apoyo y retomar el camino rápidamente.

CÓMO GESTIONAR TU TCC

Para reducir las compras impulsivas, dificulta el acceso a tu dinero y evita los portales de venta online. Si lo necesitas, destruye las tarjetas de crédito y los números almacenados digitalmente. Intenta pagar con efectivo o tarjetas de débito. Reconoce qué te gatilla la compra impulsiva.

Para eso, intenta ver cómo te sientes antes de empezar comprar: ¿feliz?, ¿triste? ¿solo?, ¿enojado?, ¿privado? Luego de eso, busca estrategias para tranquilizarte y formas de satisfacer tus necesidades de forma saludable.

Si las medidas de autoayuda no funcionan, podrías probar la terapia cognitivo-conductual con un especialista. La terapia de grupo también puede ayudar. 

¿MEDICAMENTOS? TAL VEZ, PERO RECETADOS

Algunos expertos dicen que los medicamentos inhibidores selectivos de la captación de serotonina pueden ser útiles para frenar el intenso impulso de comprar en exceso, pero Aboujaoude es escéptico. «El jurado aún no se ha pronunciado al respecto», afirma. Sin embargo, añade que los antidepresivos, ansiolíticos o estabilizadores del estado de ánimo pueden estar justificados si hay indicios de depresión clínica grave, ansiedad o trastorno bipolar.

Ir al supermercado por pan y salir con un microondas nuevo puede pasarle a cualquiera. Las compras compulsivas son más normales de lo que uno quisiera admitir. Sin embargo, esa nueva compra no te dará una alegría duradera, y se vuelve necesario probar otras cosas: consumir menos y disfrutar más. Puede que un paseo por el parque sea aún más agradable que una tarde de shopping.

Por Equipo Espacio Mutuo

Mutual de Seguridad

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