“Los estamentos del Estado están acostumbrados a las soluciones clásicas, no a la innovación”

por | Feb 15, 2021 | Nuevas Miradas

Contenido de El Mercurio en colaboración con Espacio Mutuo

En un rincón del jardín infantil Motitas del Desierto, de Cachiyuyo (Región de Atacama), se halla una de las pocas fuentes de agua potable del pueblo. Resguardada casi como pieza de museo, una caja negra de madera de 1,3 metros de altura, es la fuente del líquido, que no viene de cañerías ni camiones aljibes, sino del aire.

El dispensador, que parece generar agua por arte de magia, fue idea del ingeniero forestal Héctor Pino, quien buscaba una solución para la enfermedad de su hija mayor, cruzada que inició en 1999 y que 14 años más tarde se convirtió en FreshWater, emprendimiento que ya entrega agua a 4 mil familias y que en 2021 llegará a Perú.

Pino relata que la idea surgió en 2007, cuando trabajaba en el área de recursos naturales de Telefónica: “Vi que había una tecnología que se usaba en tanques y submarinos, empecé a ver cómo podía ser usado en uso doméstico”. Así llegó a la primera versión del dispensador, que recupera el agua suspendida en el aire mediante condensación a presión ambiental. El líquido luego es purificado y entregado al usuario. “El sistema acelera el ciclo natural del agua. Mi hija, a partir de 2010, empezó a tomar ‘agua del aire’ y gracias a eso pudo ir recuperando sus riñones”, dice.

Impacto en comunidades

En 2013, Pino renunció a su trabajo y se unió al diseñador industrial Alberto González y al ingeniero naval Carlos Blamey para dar forma a FreshWater. La startup pasó por Socialab, Fundación Chile y Start-Up Chile, decantando en una nueva versión del dispensador, el que en octubre de 2015 llevaron a Cachiyuyo con un modelo de trabajo que siguen usando, en el que se asocian con el sector público o privado para apoyar a localidades con escasez hídrica.

“En Cachiyuyo eran 220 habitantes que se abastecían de un pozo que estaba malo. Hoy Florinda Flores, la directora del jardín, logra impactar a cerca de 80 personas con la máquina, se transformó en una distribuidora de la comunidad”, cuenta el emprendedor. La innovación tiene capacidad para entregar hasta 5 mil litros diarios, dependiendo del modelo.

Tras esta experiencia, FreshWater se expandió a lugares como La Chimba (Antofagasta), comunidades aimaras de Tarapacá y a El Salvador. “Los jardines y colegios son buen punto de instalación; las directoras son empoderadas, se la juegan por los niños y las comunidades. Es un punto de concientización respecto al agua, los niños transmiten eso a sus papás”, dice Pino.

Este mes busca instalar dispensadores en escuelas de Puchuncaví, Caleu y Curicó, entre otras. Y a contar de marzo tienen un proyecto en Antofagasta —a raíz del concurso de emprendimiento social AntofaEmprende— para instalar al menos cuatro puntos de agua.

En ese contexto de introducir la solución a nuevas comunidades, Pino asegura que con el paso de los años se han dado cuenta de algunas dificultades, como empresas que venden el agua. También aprendieron la necesidad de considerar a las comunidades para definir dónde instalar el dispensador. Y que el Estado es un socio peculiar.

“Se necesita apertura de mente, nos hemos enfrentado a estamentos públicos en que se está acostumbrado a medir soluciones clásicas, no la innovación (…) FreshWater ha sido apoyado por fondos del Estado, han invertido en nosotros y uno se pregunta ‘¿cómo en los otros estamentos no están enterados de todo lo que invierte el Estado? ¿Dónde está siendo usada la innovación?’. Si se piensa como una empresa, Corfo es el product manager y tiene un pool de soluciones. Si yo fuera, por ejemplo, el Ministerio de Agricultura, le preguntaría qué soluciones tiene para el riego. Pero eso no ocurre, no hay comunicación”, afirma Pino.

Llegada a Perú

Otro plan para 2021 es el aterrizaje en Perú, a través de la iniciativa GoGlobal de Corfo y ProChile, previsto para marzo o abril. Hoy están en conversaciones con áreas de sustentabilidad de empresas de ese país, organizaciones sociales y fondos de inversión y la meta es partir con cuatro puntos de agua en Lima.

Allá también buscan llevar un nuevo modelo de negocio que inauguraron en 2020, que es directo al consumidor vía e-commerce, en el que ofrecen un formato del dispensador más pequeño y transportable. Con este nuevo ingreso, buscan cofinanciar nuevos proyectos de impacto en comunidades.

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