Medicina multicanal: una oportunidad para una mejor salud

por | Mar 1, 2021 | Nuevas Miradas

Creando conexión

Contenido de expertos en colaboración con Espacio Mutuo

Se cree que la primera vez que se usó la idea de transmitir información médica a distancia, algo así como los comienzos de la medicina remota, ocurrió tiempo después de la invención del teléfono, cuando un doctor fue consultado sobre tratamientos para pacientes situados en zonas lejanas. Más tarde, en 1950, en la Universidad de Pennsylvania se utilizó un teléfono para transmitir imágenes de radiografías, convirtiéndose en el primer caso registrado por la literatura médica en esta materia. 

Y si bien en las siguientes décadas se concretaron diferentes hitos en atención de salud a distancia, uno de los mayores logros ha venido de la mano de la digitalización de la información y el avance de internet. Un tema que ha profundizado su impacto en el último tiempo a raíz del coronavirus, y las consecuentes restricciones de desplazamientos, sumado a la necesidad de continuar los tratamientos y diagnósticos de diferentes enfermedades. 

Pero este cambio es más profundo. La tecnología está dando pie para un nuevo paradigma, donde las posibilidades se multiplican. “A propósito del Covid-19, se ha comenzado a hablar más de la telemedicina. Pero ésta es solo un canal más de atención. Lo que vemos que está ocurriendo es un cambio en donde la medicina cuenta con una cobertura de canales más amplia, como lo son Whatsapp, la mensajería o el correo electrónico. Y así estamos viendo que la interacción del médico con el paciente empieza a ser asincrónica”, indica Eduardo Rojas, Director del sector Salud de everis Chile.

Esta mayor cobertura permite dar al paciente continuidad en la atención. “Ya no es solo atenderme en un lugar, sino que poder enviar una pregunta al médico, y que éste me responda, sin necesidad de esperar otra consulta. Es un continuo, a través de canales físicos y digitales, que abre oportunidades para ambos lados” menciona Rojas.

“El paciente no es un evento que ocurre en una consulta, es una persona que vive muchas cosas antes de llegar a una próxima consulta. Para ciertas patologías, como por ejemplo pacientes con cáncer, darles la posibilidad de hacer un control rápido después de una quimioterapia en caso que se sientan mal, abre un nuevo espacio de interacción y vínculo”, señala Eduardo.

Desde el punto de vista de la gestión del médico y los equipos de salud, se suman otros avances como la digitalización de las fichas clínicas que -bajo los resguardos adecuados de privacidad- permiten que los profesionales de la salud cuenten con la información de los pacientes, no importando en qué lugar se encuentren, con lo cual mejora la atención, especialmente en casos de emergencia.

En ese sentido, los modelos de salud europeos pueden resultar mejor como referencia para este nuevo paradigma, donde el modelo de salud familiar no está centrada en la consulta médica, sino en contar con un médico de cabecera que puede dar un servicio y enfoque continuo -físico y digital- y preventivo, viéndolo como un todo y aumentando las posibilidades de interacción. En el caso de Chile, vemos que este modelo ya se está impulsando con algunos programas específicos en sector público y privado, permitiendo avanzar hacia una atención más continua y preventiva.

Asimismo, los canales digitales están también favoreciendo un mayor desarrollo de la interacción entre médicos que pueden estar distantes, y que a través de la tecnología pueden colaborar en las diferentes especialidades. Una situación especialmente favorable, sobre todo cuando se trata de casos difíciles y se busca una segunda opinión.

En cuanto a la capacidad tecnológica, como país tenemos la oportunidad de aprovechar la tecnología 5G que se está implementando, y que hará factible conducir en tiempo real y de forma remota intervenciones quirúrgicas, exámenes y tratamientos, aumentando de forma exponencial las opciones para la medicina.

La pandemia ha tenido impactos impensados en diversos ámbitos, pero sin duda ha generado que muchos paradigmas y trabas que frenaban la adopción de tecnologías hayan sido dejados de lado. Estos cambios nos ofrecen la oportunidad de incrementar el alcance de una medicina para más personas, no solo cuando las enfermedades ya están presentes, sino también aumentando la gestión preventiva, a través de la mayor capacidad de alcance y la facilidad para dar continuidad y seguimiento a cada paciente. Si ya contamos con la tecnología, ahora nos queda el desafío de impulsar estas adopciones, y generar la conciencia colectiva de que la prevención es la clave para una mejor medicina.

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