Nada de Bellas Durmientes: ¿por qué las mujeres tienen más trastornos de sueño?

por | Jul 24, 2023 | Actualidad, Nuevas Miradas

A medida que envejecemos, es común tener problemas para dormir o para permanecer dormidos. Sin embargo, de acuerdo con las investigaciones, para las mujeres estas dificultades pueden ser aún mayores: en una encuesta reciente de la Fundación Nacional del Sueño, las mujeres eran mucho más propensas a reportar dificultades para quedarse dormidas y permanecer dormidas.

Según Fiona Baker, directora del Programa de Investigación del Sueño en SRI International en California, Estados Unidos, estos problemas pueden surgir en la pubertad y continuar en toda la edad adulta. Además, según los especialistas, puede ser resultado de una serie de factores que pueden ser biológicos, psicológicos y sociales. ¿La buena noticia? Hay ciertas cosas que pueden ayudar.

HORMONAS QUE QUITAN EL SUEÑO

Baker explica que, durante los años reproductivos, los cambios hormonales en el ciclo menstrual pueden provocar cambios en el estado de ánimo (como ansiedad y depresión) y síntomas físicos (como cólicos e hinchazón y sensibilidad en los senos), los cuales pueden alterar el sueño.

Los síntomas durante el embarazo —como la náusea, la necesidad de orinar con frecuencia, la ansiedad y la incomodidad generalizada, dependiendo del trimestre— también pueden desencadenar trastornos del sueño, indica Shelby Harris, profesora de neurología y psicología en la Escuela de Medicina Albert Einstein en Nueva York, Estados Unidos. Desde luego, también está la alteración del sueño que resulta del cuidado de un recién nacido, la cual puede prolongarse mucho tiempo después de que el bebé ya duerme durante toda la noche. En ocasiones, el “cerebro de las mujeres casi está entrenado para escuchar al bebé”, puntualizó, cosa que puede dar lugar a un patrón de hipervigilancia y capacidad de respuesta que tal vez dificulte poder dormir.

Las hormonas vuelven a tener un papel primordial durante los años próximos —y posteriores— a la menopausia. Para cerca del 20% de las mujeres, los bochornos de esta etapa son lo suficientemente frecuentes e intensos como para perturbarles el sueño, asevera Harris. Las mujeres posmenopáusicas también tienen mayor riesgo de desarrollar apnea obstructiva del sueño, la cual aparece cuando los músculos de las vías respiratorias se relajan e impiden momentáneamente la respiración, lo que puede propiciar despertares nocturnos frecuentes. “Y una vez más… las hormonas”, recalcó la experta. 

Las mujeres también tienen un mayor riesgo de desarrollar algunas enfermedades mentales, como la ansiedad y la depresión, cosa que puede agravar los problemas de sueño. De acuerdo con una encuesta de Gallup publicada en mayo, el porcentaje de mujeres que decían tener depresión o estar siguiendo un tratamiento para ella, fue más del doble que el de los hombres. Además, el Departamento de Salud y Servicios Humanos señala que, a lo largo de su vida, las mujeres tienen más del doble de probabilidades que los hombres de recibir un diagnóstico de trastornos de ansiedad.

RECUPERAR EL SUEÑO PERDIDO

Por fortuna, sostiene Harris, hay algunas soluciones eficaces a disposición. 

Mucha gente reconoce que la terapia cognitiva conductual para el insomnio (o CBT-I, por su sigla en inglés) es el mejor tratamiento de primer nivel, explicó. Se ha demostrado que mejora la calidad del sueño y disminuye los síntomas de la depresión al utilizar una serie de técnicas cognitivas y conductuales, como identificar y reformular patrones de pensamientos negativos, practicar la atención plena, realizar un seguimiento del sueño y cambiar los horarios para irse a dormir. 

Baker asegura que la terapia de reemplazo hormonal, la cual consiste en compensar la pérdida de hormonas durante la transición de la menopausia, se considera la manera más eficaz de tratar los bochornos. Eso sí, las recomendaciones vigentes son “tomar la menor dosis durante el menor tiempo posible”, observó, debido a que este tratamiento puede tener ciertos riesgos.

Finalmente, es importante reconocer que es normal que el sueño varíe de una persona a otra – y de una noche a otra. Además, despertarnos después de que nos hayamos quedado dormidos no significa necesariamente que exista algún problema. “Todos despertamos a mitad de la noche”, agregó Harris, “solo que algunas personas lo recuerdan más que otras”. No es ningún problema si te despiertas una o 2 veces en la noche y puedes volver a quedarte dormido en 10 o 15 minutos, comentó; pero “si tienes dificultades para quedarte dormido o permanecer dormido, si despiertas demasiado temprano o sientes que tu sueño no es reparador”, ella recomienda buscar ayuda.

El consejo más importante que las expertas enfatizaron fue, sobre todo, “no sufrir en silencio”. 

Por Equipo Espacio Mutuo

Mutual de Seguridad

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