¿Se te olvida dónde dejaste las cosas? Quizás no es tu memoria, sino tu atención

por | May 29, 2023 | Actualidad, Nuevas Miradas

Si no eres capaz de recordar dónde estacionaste el auto, no es que tengas una memoria horrible, amnesia, demencia o Alzheimer. Probablemente no recuerdas dónde estacionaste el auto porque – en primer lugar – nunca prestaste atención a dónde lo estacionaste. 

Si queremos recordar algo, por encima de todo necesitamos darnos cuenta. Y darse cuenta requiere dos cosas: percepción (ver, oír, oler, sentir) y atención.

Tu memoria no es una cámara de video que graba un flujo constante de cada imagen y sonido a los que estás expuesto: sólo puede capturar y retener aquello a lo que le prestas atención. Y como no puedes prestar atención a todo, podrás recordar algunos aspectos de lo que está pasando delante de ti… pero no otros.

PRESTA ATENCIÓN (PERO EN SERIO)

Piensa en la gran cantidad de información a la que están expuestos tus sentidos en un día determinado. Si estás despierto durante 16 horas, tus sentidos estarán trabajando durante 57.600 segundos, recopilando información sobre las formas, colores, luces, olores y sonidos que percibes a cada momento. ¡Esos son muchos datos! Simplemente no puedes -y, de hecho, no podrás- recordar la mayor parte de la información que estaba disponible hoy para tus ojos, oídos, nariz y cerebro.

La razón número uno para olvidar lo que acabas de escuchar -el nombre de una persona, dónde pusiste tu teléfono o si cerraste la puerta de tu casa o no- es la falta de atención. Más tarde no podrás recordar lo que está justo frente a ti si no le prestas atención. 

Entonces, si queremos recordar algo, solo tenemos que prestarle atención.

Desafortunadamente, esto no es tan simple. Incluso si no viviéramos en un momento tan distraído, prestar atención no es fácil para nuestros cerebros. Tendemos a prestar atención -y, por lo tanto, a recordar- lo que encontramos interesante, nuevo, sorprendente, significativo, emocional y consecuente. Nuestros cerebros capturan esos detalles… e ignoramos y olvidamos el resto.

HACER EL ESFUERZO

Prestar atención requiere un esfuerzo consciente. Tu actividad cerebral predeterminada no es atenta. Tu cerebro desatento está distraído, soñando despierto, en piloto automático y lleno de pensamientos constantes y repetitivos. No puede crear una nueva memoria en este estado. Si quieres recordar algo, tienes que encender tu cerebro, despertar, volverte consciente y prestar atención. 

Debido a que recordamos a lo que prestamos atención, es posible que deseemos ser conscientes de en qué nos enfocamos. Los optimistas prestan atención a las experiencias positivas, por lo que estos eventos se consolidan en sus recuerdos. Si buscas magia todos los días, si prestas atención a los momentos de alegría y asombro, puedes capturar estos momentos y consolidarlos en la memoria. Con el tiempo, la narrativa de tu vida se poblará de recuerdos que te harán sonreír.

Si deseas mejorar tu memoria, intenta minimizar o eliminar las cosas que te distraen. Dormir lo suficiente, meditar y un poco de cafeína (no demasiada y nada horas antes de acostarse) son otros poderosos luchadores contra las distracciones y pueden mejorar tu capacidad para prestar atención y establecer recuerdos a largo plazo.

La Generación X se jacta regularmente del multitasking como si fuera un superpoder. Mientras tanto, los Millennials no ven ningún problema en ver Netflix mientras usan Snapchat y a la vez hablan contigo. Pero ambos enfoques tienen un problema, si lo que quieres es más tarde poder recordar algo de lo que estás haciendo y experimentando.

Entonces, la próxima vez que no puedas encontrar tu auto, haz una pausa. Y antes de acusar a tu memoria de fallar, antes de que entres en pánico, piensa: ¿Presté atención a dónde estacioné mi auto?

Por Equipo Espacio Mutuo

Mutual de Seguridad

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