8 formas de construir el camino a la felicidad en 2025

por | Feb 18, 2025 | Vivir Mejor

Incluso si no eres de los que cantan en la ducha o bailan bajo la lluvia, la satisfacción y la plenitud están al alcance de tu mano. La felicidad no es algo que simplemente le sucede a unos pocos afortunados, sino que existen diversos hábitos que podemos implementar en nuestro día a día para atraerla a nuestra vida. 

Aquí te traemos los mejores hábitos respaldados por la ciencia para ser más feliz este 2025. 

1. Cultiva la amistad, incluso en la adultez o la vejez. 

La amistad beneficia a personas de todas las edades, pero en etapas posteriores de la vida puede convertirse en una fuente de felicidad especialmente importante. Las investigaciones muestran que es una buena idea permanecer abiertos a nuevas amistades, ya que nos brindan beneficios ligeramente diferentes a nuestras relaciones con la familia, que pueden basarse en la obligación. Como las amistades son relaciones voluntarias, no obligatorias, que pueden comenzar o terminar en cualquier momento, tienden a ser más divertidas y menos… tensas.

El esfuerzo de mantener amistades de calidad a medida que envejecemos vale la pena, ya que las ventajas se extienden más allá del bienestar psicológico: también mejoran nuestro funcionamiento cognitivo y nuestra salud física. De hecho, las investigaciones sugieren de forma constante que las amistades son tan importantes como los lazos familiares a la hora de predecir el bienestar en la edad adulta y la vejez.

2. Practica la “confelicidad”.

La compasión es una base bien conocida de la verdadera amistad. Esta empatía, que deriva del latín y significa “dolor compartido”, nos ayuda a formar vínculos fuertes cuando nuestros amigos necesitan ayuda. Pero existe un estado opuesto que es relativamente desconocido e igualmente importante: la “confelicidad”, como escribió David Robson para la BBC .

Significa «felicidad compartida», es una faceta subvalorada de las buenas relaciones y podría ser tan importante como la compasión para mantener las amistades, sugieren múltiples estudios. Apoyar con entusiasmo las buenas noticias de un amigo (y hacer preguntas al respecto) es la base de ser un buen amigo. Si respondes de forma demasiado pasiva (o minimizas activamente el éxito de tu amigo), corres el riesgo de dañar la relación.

3. Sé voluntario. 

Es casi un cliché decir que hacer algo por alguien más te hace sentir mejor que recompensarte a ti mismo, pero cuanto más aprendemos sobre el altruismo, más cierto parece.  De hecho, los estudios han demostrado que el voluntariado puede incluso ayudar con enfermedades como el dolor crónico y la depresión. Otras investigaciones han demostrado que cuidar animales puede mejorar nuestra salud y cuidar las plantas de interior puede ayudarnos a prosperar, especialmente en la vejez.

Algunos proveedores de atención médica incluso están prescribiendo el voluntariado como una forma particularmente eficaz de «medicina social»: remedios que conectan a las personas con recursos y actividades de la comunidad. 

4. Conecta con tus antepasados. 

Hay otra forma en la que el pasado podría ayudarte en el presente. Las investigaciones sugieren que relacionarse con nuestros antepasados ​​puede tener profundos beneficios psicológicos. Las historias familiares sobre cómo superar la adversidad, por ejemplo, pueden ser empoderantes cuando se transmiten a las nuevas generaciones, y dedicarse a la tarea de investigar su árbol genealógico puede hacer que las personas se sientan más en control de sus vidas, junto con una comprensión más profunda de su lugar en el mundo. También puede brindarte una sensación de perspectiva y gratitud: saber que tu vida actual ha sido posible gracias a las luchas y la fortaleza de tus predecesores en nombre de quienes vienen después de ellos. 

5. Escribe una lista.

“Contar tus bendiciones” es un consejo muy antiguo, pero es la base de una intervención simple pero muy efectiva. Resulta que escribir una lista de 3 cosas buenas que nos han sucedido puede ayudarnos a mejorar el estado de ánimo. Ya sea un acontecimiento que nos haya cambiado la vida, como aprobar un examen importante o tener un bebé, o algo aparentemente intrascendente, como encontrarse con un viejo amigo o disfrutar de la hermosa luz del atardecer mientras salimos a caminar, cada vez hay más investigaciones que sugieren que puede mejorar nuestro bienestar.

6. Planea actividades divertidas. 

¿Podría la expectativa de diversión ser tan gratificante como la actividad divertida en sí? En una serie de experimentos, los científicos entrenaron a algunas ratas para que esperaran las recompensas, mientras que a otras se las dieron inmediatamente. Más tarde, evaluaron el optimismo de las ratas y descubrieron que las que habían sido entrenadas para esperar las recompensas eran más optimistas. Los investigadores especularon que esto podría funcionar también en los humanos: al anticipar rutinariamente actividades o eventos placenteros, podríamos reprogramar nuestros cerebros para ser más optimistas.  

7. No bebas tanta cafeína.

Durante los días fríos y oscuros del invierno, una taza de café puede darle a tu cerebro y a tu cuerpo el impulso que tanto necesitan. Las investigaciones muestran que existen muchos beneficios para la salud asociados al consumo de cafeína, incluido un menor riesgo de varias formas de cáncer, enfermedades cardíacas y diabetes tipo 2, así como un mejor rendimiento físico y protección contra la depresión. Pero el momento es clave cuando se trata de cafeína, ya que puede tardar un tiempo en hacer efecto y mucho tiempo en desaparecer. Los científicos recomiendan tomar la última dosis de cafeína 8 horas y 48 minutos antes de acostarse. Tampoco deberíamos consumir demasiada cafeína (alrededor de 2 o 3 tazas de café) para evitar trastornos del sueño, dolores de cabeza, náuseas y ansiedad.

8. ¡No hagas nada!

Si has llegado hasta aquí, es posible que esta parte te sorprenda. Pero las investigaciones indican que preocuparse demasiado por ser feliz puede ser un obstáculo para sentirlo.

Los experimentos que incitaban a las personas a desear una mayor felicidad (tal vez leyendo sobre lo felices que pueden ser) terminaron sintiéndose más decepcionadas que eufóricas. La teoría es que al aumentar sus expectativas, leer y preocuparse por la importancia de la felicidad puede, en realidad, hacer que las personas se sientan desanimadas. Iris Mauss, psicóloga de la Universidad de California en Estados Unidos, también ha demostrado que el deseo y la búsqueda de la felicidad también pueden aumentar los sentimientos de soledad y desconexión, y recomienda adoptar una actitud más estoica y aceptar mejor los altibajos de la vida.

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