Comer frente al televisor podría ser malo para la salud, aunque comas saludable

por | Ago 13, 2024 | Vivir Mejor

La idea de “cenar frente al televisor” no tiene la mejor reputación en términos de salud. Este concepto, que se originó en Estados Unidos a principios del siglo XX, evoca imágenes de comidas procesadas, llenas de sal y aditivos, consumidas en equilibrio sobre nuestras rodillas mientras estamos sentados en el sofá.

Pero ¿qué pasa si optas por una comida más saludable mientras ves tu serie favorita? Podrías pensar que un plato lleno de verduras y granos enteros es una opción sana… ¿Acaso el simple hecho de comerlo frente al televisor anula esas decisiones saludables?

Pues algunas investigaciones sugieren que podría ser así. Los estudios indican que comer habitualmente mientras se ve televisión no es bueno para las personas, sin importar lo que estemos comiendo. ¿Pero por qué?

DISTRACCIÓN, SABOR Y MEMORIA

Los científicos han sabido durante mucho tiempo que nuestro entorno juega un papel crucial en nuestra dieta. Existe una gran cantidad de investigaciones que muestran una conexión entre ver televisión y un mayor riesgo de obesidad, en gran parte debido a los bajos niveles de ejercicio asociados con este comportamiento sedentario.

Por otra parte, ver televisión podría afectar la cantidad de comida que consumimos. Una de las teorías principales es que estar distraído puede llevarnos a comer más mientras vemos televisión, según Monique Alblas, profesora de ciencias de la comunicación en la Universidad de Ámsterdam, Países Bajos. Cuando nos sumergimos en una trama interesante, prestamos menos atención a lo que comemos, lo que podría llevar a comer en exceso. También hay investigaciones que sugieren que no recordamos bien lo que hemos comido mientras vemos televisión, lo que dificulta estimar la cantidad de comida ingerida y puede llevarnos a comer más después.

Otra razón por la que podríamos comer más mientras vemos televisión es que la comida podría no tener el mismo sabor cuando no estamos prestando atención. Según Floor van Meer, investigadora en seguridad alimentaria en los Países Bajos, cuando estamos distraídos, es posible que no obtengamos la misma satisfacción de la comida, lo que nos lleva a volver a picotear algo más igualmente después.

Van Meer ha realizado estudios que muestran que, cuando las personas están distraídas al comer, experimentan una disminución en la actividad cerebral relacionada con la percepción del sabor, lo que puede influir en la cantidad de comida que consumen.

¿QUÉ MIRAMOS MIENTRAS COMEMOS?

La exposición a anuncios de comida también puede aumentar la cantidad que comemos. Esto es especialmente preocupante en lo que respecta a los alimentos ultraprocesados, que están asociados con la obesidad y otras enfermedades. Según Fernanda Rauber, investigadora en la Universidad de São Paulo, Brasil, los niños y niñas son más propensos a elegir estos alimentos cuando ven televisión, influenciados tanto por la conveniencia como por la repetida exposición a anuncios.

Además, aunque las comidas en familia suelen asociarse con un mayor consumo de frutas y verduras, si se come con la televisión encendida, esto podría aumentar el consumo de alimentos ultraprocesados, superando los beneficios de las comidas en familia.

Pero no se trata solo de comer más: en algunos casos, la distracción podría llevarnos a comer menos o incluso a saltarnos una comida. Algunas escuelas primarias en los Países Bajos han permitido que los niños coman mientras continúan las clases y, como resultado, muchos padres encuentran que sus hijos regresan a casa con almuerzos sin tocar, probablemente porque estaban demasiado distraídos para comer.

En estudios con adultos, se ha observado que el nivel de distracción puede influir en la cantidad de comida consumida. Por ejemplo, ver un programa aburrido puede llevar a comer más, mientras que un programa interesante podría tener el efecto contrario.

¿ES ALGO QUE DEBERÍAMOS EVITAR?

Aunque hay varias teorías sobre por qué comemos más cuando estamos frente al televisor, es difícil obtener resultados concluyentes debido a la complejidad de los factores involucrados. Además, los estudios suelen basarse en diarios alimenticios, lo que puede introducir errores, ya que las personas tienden a subestimar su consumo de alimentos no saludables.

En definitiva, nuestros hábitos alimenticios son complejos y están influenciados por muchos factores, incluyendo lo que vemos en la televisión, nuestro entorno y nuestras propias respuestas emocionales. Si bien optar por una comida saludable es siempre una buena elección, puede valer la pena considerar si realmente queremos alcanzar el control remoto antes de empezar a comer.

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