10 formas de estar mentalmente sanos para los desafíos de 2025

por | Feb 3, 2025 | Vivir Mejor

Es gracioso, pero partir el año con el pie derecho tiene más que ver con la mente. ¿Sientes que la tuya está preparada para enfrentar este 2025? 

No se trata de estar feliz constantemente ni rindiendo al máximo 24/7, ya que eso no es realista. Sin embargo, a punto de terminar enero, existen algunos consejos que te ayudarán a sentirte despierto y equilibrado durante los meses venideros. 

1. MUEVE EL CUERPO. 

Sí, estás cansado de escucharlo: la actividad física es una de las mejores cosas que puedes hacer por tu cerebro. ¡Pero es verdad! Inmediatamente después de hacer ejercicio, la gente suele decir que se siente mejor emocionalmente, y que mejora su rendimiento en pruebas de memoria de trabajo y otras funciones cognitivas. 

Pero los verdaderos beneficios provienen del ejercicio constante a lo largo del tiempo: quien lo hace tiene menos riesgo de desarrollar depresión y demencia. ¿Cómo puede el ejercicio hacer todo esto? Los científicos creen que mover el cuerpo provoca mayor flujo sanguíneo y liberación de sustancias químicas en el cerebro, que pueden ayudar a crear nuevas conexiones entre neuronas. Tanto en la depresión como en la demencia se pierden muchas de estas conexiones, por lo que un cerebro reforzado puede servir de amortiguador contra el deterioro.

2. ABORDA TU ANSIEDAD.

Es cierto, la ansiedad está al alza. Si te sientes identificado, hay estrategias para ayudarte a lidiar. Por ejemplo, puedes enfrentarte a tus miedos, ya que las investigaciones sugieren que confrontar directamente a las cosas que nos producen ansiedad puede ayudar a romper un patrón de miedo y evitación. Otra forma de hacerte cargo de tu ansiedad es concentrarte mejor en tus valores: piensa en los rasgos personales que admiras y haz algo significativo para encarnarlos. Finalmente, intenta no caer en el catastrofismo. Pregúntate a ti mismo: ¿Valió la pena la cantidad de preocupación que dediqué a un problema concreto? ¿Cómo sorteé mis preocupaciones y qué fue lo más importante que aprendí? Anota tus observaciones para poder consultarlas si reaparece la preocupación excesiva o el temor.

3. DESAFÍA TU CEREBRO. 

Aún se discute si los crucigramas y sudokus pueden hacerte más inteligente o reducir significativamente el riesgo de demencia… Pero, sea como sea, los expertos dicen que no hacen daño. Lo mismo ocurre con otras actividades cognitivamente estimulantes, como jugar juegos de mesa, leer libros o periódicos, o aprender otro idioma. Si algo supone un reto mental, “lo más probable es que sea muy bueno para tu cerebro”, dijo Lesley Ross, profesora de psicología de la Universidad de Clemson, Estados Unidos.

4. DUERME BIEN. 

La población actual está crónicamente privada de sueño: un tercio de los estadounidenses adultos dicen que duermen menos de 7 horas por noche. Y cuando las personas tienen problemas para dormir, esto puede afectar la forma en que experimentan el estrés y las emociones negativas. También es más probable que refunfuñen, se enfaden más rápidamente, tengan más pensamientos negativos o les resulte más difícil manejar el estrés. 

5. NO TE ESTANQUES. 

Ya sea en nuestras relaciones o en el trabajo, todos nos sentimos atascados de vez en cuando. Sin embargo, hay pequeñas cosas que puedes hacer para poner en marcha tu vida, como hacer una “auditoría de fricciones”: identifica las cosas que crean obstáculos y añaden complicaciones o estrés a tu día a día e intenta eliminarlas. Para empezar, pregúntate: ¿Estoy repitiendo ciertos patrones que no me ayudan? ¿Hay cosas que hago habitualmente que no me gustan?

Otra estrategia es intentar “proyectar el futuro”. Piensa cómo sería estar “desatascado”. Luego piensa en los pasos concretos que te ayudarían a trabajar hacia esa visión. Escribe estos pasos —idealmente a mano— e intenta hacer al menos un paso cada día.

6. MANTENTE FRESCO. 

Ten en cuenta que cuando suben las temperaturas, el calor puede afectar drásticamente al cerebro. Los estudios demuestran que los días calurosos perjudican nuestra cognición y nos hacen más agresivos, irritables e impulsivos. “Tu tendencia a actuar sin pensar, o a no poder evitar actuar de una determinada manera” parece verse afectada por el calor, dice Kimberly Meidenbauer, profesora de psicología en la Universidad Estatal de Washington, Estados Unidos.

Este verano, tómate el calor en serio y da prioridad a mantenerte fresco e hidratado. El aire acondicionado, sentarte bajo un ventilador mientras te rocías con agua fría o darte una ducha fría pueden ayudar a que tu cerebro siga funcionando de forma óptima.

7. NO SEAS TAN DURO CONTIGO MISMO. 

Si a menudo tienes la sensación de que nunca das la talla, puede que haya llegado el momento de aceptar lo que es “suficientemente bueno”. Los expertos sugieren dejar de lado esa molesta sensación de que podrías o deberías haber hecho más. En lugar de eso, date crédito por lo que consigues cada día.

Distanciarte de tus pensamientos es útil. Ethan Kross, profesor de psicología de la Universidad de Michigan, Estados Unidos, descubrió que cuando la gente utiliza la palabra “tú” o su propio nombre en el diálogo interno en lugar de decir “yo”, se siente más constructiva y positiva. Así que en lugar de decir “No puedo creer que cometiera ese error. Fue una estupidez de mi parte”, considera decir esto “Cometiste un error. Pero tu error es algo que también le ha ocurrido a mucha otra gente, y no te sentirás mal por ello para siempre”.

8. CUIDA TU SALUD FÍSICA. 

Sabemos que nuestro cerebro y nuestro cuerpo están conectados, pero es fácil olvidar hasta qué punto uno puede influir en el otro. Los investigadores del Centro McCance para la Salud Cerebral del Hospital General de Massachusetts han puesto de manifiesto lo importante que es la salud física para el bienestar mental y cognitivo utilizando un formato único: un cuestionario que calcula el riesgo de demencia, depresión y derrame cerebral de las personas. 

La mayoría de las preguntas se refieren a parámetros de salud comunes (como la tensión arterial y el colesterol) y a comportamientos (como el ejercicio y la nutrición), ilustrando el hecho de que cuanto más sano esté tu cuerpo, más sana estará tu mente. Y si tu puntuación no es tan alta como te gustaría, nunca es demasiado tarde para hacer un cambio.

9. HAZ UN NUEVO AMIGO. 

Sentirse solo y aislado puede perjudicar nuestra salud mental, y también puede cambiar nuestro cerebro. De hecho, cada vez hay más investigaciones que muestran una relación entre la soledad y la enfermedad de Alzheimer. 

Para combatir la soledad, acércate a un amigo o familiar; incluso una breve llamada telefónica puede tener un poderoso beneficio. Si quieres hacer nuevos amigos, unirte a un club o grupo de apoyo es un buen punto de partida. Busca los que aprovechen una identidad compartida, como los de viudas o madres primerizas, aconseja Ellen Lee, profesora de psiquiatría de la Universidad de California, Estados Unidos – eso puede darte algo inmediato con lo que conectar.

10. PERDONA… ¡O NO!

Se ha escrito mucho sobre por qué perdonar es bueno para nosotros. Pero terapeutas, escritores y estudiosos están cuestionando la sabiduría convencional de que siempre es el mejor camino…En el libro You Don’t Need to Forgive: Trauma Recovery on Your Own Terms, la terapeuta y autora Amanda Gregory define el perdón como un proceso emocional y no como un punto al cual se llega. El proceso puede ayudarte a experimentar menos emociones o pensamientos negativos sobre quien te hizo daño, pero no significa que te tenga que gustar esa persona. “Puedes perdonar a alguien y no tener nada que ver con ellos”, dice. Y añadió que si prefieres no perdonar o no estás preparado, tampoco pasa nada.

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