Ejercicios de “Zona cero”: el valor de moverte sin agotarte

por | Oct 22, 2025 | Datos útiles

Con ejercicios “zona cero”, empieza fácil: paseos cortos, usar escaleras y estiramientos cotidianos. Suma energía sin agotarte.

Cuando el día te deja sin energía, pensar en una rutina intensa de ejercicios puede resultar inviable. Pero hay una buena noticia: moverse suave también suma bienestar. La tendencia del ejercicio de “zona cero” propone actividades muy livianas que caben en cualquier agenda y ayudan a tu salud sin sentir que entrenas para una maratón. 

¿QUÉ ES EL EJERCICIO “ZONA CERO”?

Es movimiento de muy baja intensidad en el que tu frecuencia cardiaca se mantiene bajo el 50% de la máxima (según tu edad). Hablamos de caminar tranquilo, pasear suavemente en bicicleta, jugar con niños o hacer tareas domésticas ligeras. En palabras simples: moverte sin quedarte sin aire

¿PARA QUIÉN ES IDEAL (Y POR QUÉ)?

  • Si estás muy sedentario, pasar de “nada” a “algo” entrega los mayores beneficios iniciales: mejor circulación, presión y niveles de glicemia. Con el tiempo, sumar minutos e intensidades algo mayores mejora el equilibrio, la fuerza y la resistencia. 
  • Aunque el término sea nuevo, la idea es antigua: cualquier cantidad de actividad y movimiento ayuda y baja el riesgo asociado a la inactividad. 

LO QUE SÍ HACE… Y LO QUE NO

  • Suma salud sin estrés: es perfecto para arrancar con rutinas simples de ejercicio o como recuperación activa entre entrenamientos. 
  • Contrarresta pasar horas sentados: es ideal si entrenas pocos días, pero el resto de la semana estás sedentario. 
  • No reemplaza el ejercicio moderado o vigoroso ni el entrenamiento de fuerza: si tu meta es subir rendimiento o masa muscular, necesitarás estímulos más exigentes. 

CÓMO INCORPORAR EJERCICIOS “ZONA CERO” SIN COMPLICARTE

1) Activa “micro-movimientos” diarios.

Estaciona tu auto más lejos de tu destino, sube escaleras en lugar de preferir el ascensor, camina en pausas de 5 a 10 minutos, riega plantas, ordena un cajón. La clave es acumular momentos de actividad que no te agoten. 

2) Usa “anclas” de rutina.

Después de comer realiza siempre un paseo corto. Aprovecha las llamadas de trabajo para caminar mientras hablas. Si ves televisión, realiza estiramientos entre episodios. Crear estas anclas te ayuda a hacer que el hábito se vuelva automático. 

3) No te obsesiones con el reloj.

Si tu frecuencia cardiaca sube un poco, no pasa nada. El foco es moverte de forma que se sienta bien y sea sostenible

4) Cuando te sientas listo(a), sube un peldaño.

Mantén tus caminatas suaves y agrega 1 a 2 sesiones más intensas o de fuerza a la semana para progresar. La “zona cero” es una puerta de entrada al ejercicio, no un techo. 

SEÑALES DE QUE VAS BIEN

Más energía, menos rigidez, mejor sueño y disposición para moverte un poco más. Si ves estas mejoras, vas por buen camino. Mantén lo fácil y añade desafíos graduales

El ejercicio no siempre tiene que doler para servir. Moverte suave todos los días importa: es accesible, sostenible y mejora tu salud, especialmente si vienes de la inactividad. Empieza hoy con un paseo de 10 minutos o subiendo escaleras. Y cuando sientas que tu cuerpo te lo pide, sube el nivel. Pequeños pasos, grandes resultados

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