El mito de la “energía limitada”: tienes más de la que crees
No son tiempos sencillos, y lidiar con los desafíos del día de hoy es cada vez más desafiante. Y para hacerlo todo un poco más difícil, una de las herramientas más efectivas para hacerle frente a la adversidad está siendo escasa: la energía.
Ya sabes, energía – tu capacidad de tomar acción o hacer un esfuerzo vigoroso, el poder que tienes disponible para hacer las cosas que tienes que hacer. Si sientes que no tienes energía suficiente durante estos días, únete al club. La verdadera pregunta es: ¿qué hacer al respecto?
LA TEORÍA DE LA ENERGÍA QUE SE ACABA
Para encontrar una solución a la escasez de energía, primero hay que entender cómo funciona. “Como hemos aprendido de la neurociencia social, el cerebro tiene una cierta cantidad de energía por día, hasta que se acaba y necesita descansar”, escribe anónimamente un gerente exhausto, explicando por qué se tomó unas merecidas vacaciones.
Su explicación tiene sentido ¿no? Así como las “vidas” en los videojuegos, las personas contamos con un determinado nivel de energía que se va gastando a medida que desarrollamos nuestras actividades, hasta que se acaba. Game over.
Esta teoría fue publicada en 1998 por el doctor Roy Baumeister, y se llamó “El Modelo de Fuerza”. Sus experimentos, ya legendarios, se basaban en pedirle a los sujetos que ejercieran autocontrol (resistir las ganas de comerse un chocolate) y luego pedirles que completaran un rompecabezas. Otros sujetos completaban el rompecabezas sin la tentación del chocolate.
Así, el estudio concluyó que los sujetos que habían ejercido autocontrol tenían menos energía para resolver el puzzle, fenómeno que se denominó como “agotamiento del ego”. La lección es que ejercer la fuerza de voluntad es como usar un músculo; una vez que ejercitas el músculo, se cansa y se debilita. Cuando eso suceda, mejor ríndete porque a tu cerebro no le queda nada para dar (o acepta las consecuencias de tu falta de autorregulación).
Los entrenadores te animan a fortalecer el músculo de la autorregulación haciendo ejercicio y comiendo bien, durmiendo varias horas cada noche, controlando tu energía y practicando el autocuidado. Sólo así sentirías cuánta energía te queda disponible.
LA VERDAD: PENSAR EN EL LÍMITE TE LIMITA
Los neurocientíficos que buscaban explicar el fenómeno de la baja energía estaban ansiosos por probar la popular teoría del agotamiento del ego de Baumeister. Pero, desde 2016, una serie de estudios encontró que la investigación de Baumeister no es replicable y que existen otras teorías alternativas más demostrables. Incluso el propio Baumeister ha admitido que su teoría ha cambiado a lo largo de los últimos 20 años y que continuará evolucionando – pero consejeros y conferencistas motivacionales continúan recomendando la “baja energía” como si fuese verdad, y ese es el problema.
En la práctica, la idea de que tienes sólo una cantidad fija de energía disponible te predispone a que así sea. En otras palabras, pensar que tu energía es limitada, la limita. El agotamiento del ego puede transformarse en una excusa conveniente, eliminando la posibilidad de buscar estrategias para generar esa energía extra que tanto necesitas.
LA ENERGÍA NO ES VITALIDAD (Y ES ESO LO QUE REALMENTE NECESITAS)
De la energía física ya lo sabes casi todo. Para generarla debes descansar bien, dormir una cierta cantidad de horas cada noche, cuidar tus hábitos alimenticios, ejercitarte regularmente, etcétera. Lo has escuchado un millón de veces.
¿Pero qué pasa cuando comes, duermes y te ejercitas bien, y aun así tienes que luchar contigo mismo para salir de la cama cada mañana? Tener ganas de enfrentar el día no se trata de energía física, sino de vitalidad. Y es este conocimiento el que te permitirá generar energía positiva y sostenible, incluso en tiempos de crisis.
CÓMO GENERAR VITALIDAD
Resulta que resistirse al chocolate sí puede que te deje sin deseos de trabajar en un rompecabezas irrelevante. Pero resistirse al chocolate para trabajar en una meta significativa e importante puede hacerte sentir más activo que nunca.
La vitalidad es la energía disponible para actuar. Es la energía que te permite autorregularte (resistir el chocolate) y aun así tener la energía que necesitas para perseguir tus metas (resolver el rompecabezas). Es la sensación de estar vivos, vigorosos y enérgicos. Cuando tienes vitalidad, estás funcionando completamente.
Se ha demostrado que 3 nutrientes mejoran la vitalidad: elección, conexión y competencia. Estas tres necesidades psicológicas son la clave para no sentirse agotado, el antídoto para la baja energía. Tú elige qué prefieres:
1. Ejercer tu autocontrol para crear energía de baja calidad: usar mascarilla a regañadientes, sólo porque es obligación; quejarte de no poder abrazar a tus seres queridos por el distanciamiento social; hacer uso de tu disciplina para no arrancarte la mascarilla cada vez que se te empañan los lentes.
2. Crear decisión y conexión para generar vitalidad, es decir energía de alta calidad: elegir usar mascarilla porque es la mejor forma de proteger el bienestar de los demás y aportar al Bien Común; tomar conciencia de que estamos todos juntos en esto y valorar la importancia de la conexión humana; reírte de ti mismo al descubrir que tenías la mascarilla al revés y asumir que, si doctores y enfermeras pueden realizar operaciones completas usando mascarilla, tú puedes aguantar una ida al supermercado sin quitarte la tuya.
Tener energía es distinto que sentirse energizado. Es normal tener días buenos y días malos, sólo recuerda: cuando los desafíos del COVID-19 te dejen sintiéndote completamente agotado, tienes un antídoto en la palma de tu mano – genera energía de calidad, la vitalidad que necesitas para triunfar, en base a la decisión y la conexión. A veces está bien comer el chocolate (¡te lo mereces!), sólo encuentra un rompecabezas que te motive.
Por Equipo Espacio Mutuo
Mutual de Seguridad