Cómo hacerte el tiempo para lo que realmente importa

por | Dic 19, 2022 | Vivir Mejor

Entre el caos de la vida moderna y el estrés del día a día, es fácil perder de vista lo que realmente importa, eso que de verdad necesitamos. E incluso cuando lo tenemos claro, no siempre sentimos que es posible, en nuestras ajetreadas rutinas, hacernos el espacio para concretarlas todas. 

¿Por dónde empezar? ¿Cuál priorizar? 

Laura Vanderkam es una solicitada oradora sobre gestión del tiempo y productividad. Es autora de muchos libros sobre administración del tiempo, tiene una charla TED que ha sido vista más de 12 millones de veces y su trabajo ha sido publicado en medios como The New York Times, The Wall Street Journal, USA Today, City Journal, Fortune y Fast Company.

A continuación, Vanderkam comparte 5 ideas clave de su nuevo libro, Tranquilidad para el martes: 9 formas de calmar el caos y hacer tiempo para lo que importa. 

  • Necesitas una hora de dormir. 

Estudios acreditados muestran que, en general, las personas duermen lo suficiente desde una perspectiva cuantitativa… pero muchos de nosotros nos sentimos cansados ​​a medida que avanzamos en nuestra vida diaria. 

Al parecer, el problema es que el sueño de las personas es bastante desordenado: algunas noches dormimos muy poco; otras, colapsamos hasta no poder dormir más. Este ciclo nos deja exhaustos e incapaces de mantener rutinas hábitos. 

Es mucho mejor dormir lo suficiente todas las noches. Dado que la mayoría de los adultos tienen que despertarse a horas determinadas para el trabajo o las responsabilidades familiares, la única variable que puede cambiar es la hora a la que te acuestas. 

Así que date una hora para acostarte: calcula cuándo necesitas despertarte, cuánto necesitas dormir, cuenta hacia atrás y acepta ese momento como el final del día. Por ejemplo, necesito levantarme con mi hijo a las 6:30 am entre semana y necesito 7,5 horas de sueño, por lo que mi hora de acostarme es a las 11 pm. Eso significa que entre las 10 y las 10:30 pm debo empezar a relajarme para poder estar en la cama a tiempo.

  • Planea en los días viernes. 

El tiempo sigue pasando. Durante los años ocupados, en los que estamos construyendo carreras y criando familias, puede parecer que estamos precipitándonos por una corriente demasiado rápida. Necesitamos algo de tiempo en el que podamos flotar en las tranquilas aguas poco profundas para ver con qué rocas o remolinos nos enfrentaremos a continuación.

Cada viernes, tómate unos minutos para mirar la próxima semana e identificar tus principales prioridades en 3 categorías: carrera, relaciones y tú mismo. Pregúntate qué es importante, no sólo qué está pasando. Averigua dónde pueden ir estas cosas. Luego, descubre qué más debe suceder en tu vida. Navega por cualquier desafío logístico. Asegúrate de que haya algo que estés deseando. Descarga cualquier cosa que no tenga sentido. Te sentirás preparado para la semana que viene.

Esta regla comprende 2 partes. Lo primero, planificar – es lo más importante. Todo el mundo necesita un tiempo de planificación semanal designado. Es difícil comenzar algo nuevo los viernes por la tarde, pero quizás sí estamos más dispuestos a pensar en lo que deberíamos hacer en el futuro. Al tomar unos instantes para planificar la semana que viene, podemos convertir ese tiempo en algunos de nuestros minutos más productivos de la semana.

  • Ten una aventura grande y una pequeña. 

Gran parte de la vida adulta puede ser igual, día a día: nos levantamos, nos arreglamos, logramos sacar a toda la familia por la puerta a tiempo, trabajamos, pasamos a buscar a toda la familia nuevamente, cenamos, vemos televisión, nos acostamos y lo volvemos a hacer. 

No hay nada malo con las rutinas – las buenas rutinas hacen que las buenas elecciones sean automáticas. Pero demasiada similitud acumulada significa que años enteros pueden desaparecer en las arenas movedizas de la memoria.

La respuesta a esto es introducir cosas que valga la pena recordar en nuestras vidas. Cada semana intenta hacer 2 cosas fuera de lo común. Una gran aventura podría tomar de 3 a 4 horas, algo así como la mitad de un día de fin de semana. Una pequeña aventura puede ser de menos de una hora, factible en un descanso para almorzar o en la noche de un día laborable, siempre que sea memorable. Por ejemplo, puedes visitar el piso 100 de un rascacielos como gran aventura, y cantar un pequeño villancico en el coro de vecinos como pequeña aventura. Ambas experiencias ampliarán tu zona de confort. 

Dos aventuras a la semana no agotarán ni llevarán a bancarrota a nadie, pero cambiarán la experiencia del tiempo. Así, la semana no será una cualquiera: ¡Será la semana que viste esa vista increíble y cantaste frente a una audiencia! 

La vida se vuelve mucho más interesante a medida que construimos aventuras en nuestras vidas. Y, a medida que las planificamos para el futuro, tenemos más cosas que esperar, lo que nos mantiene entusiasmados con el mañana.

  • Tómate una noche para ti. 

Durante los años más ocupados de nuestra vida, cuando estamos construyendo carreras y criando familias, podemos estar consumidos por el trabajo y las responsabilidades. Incluso si se trata de un trabajo significativo, aún así es trabajo y, en ocasiones, agotador. Para renovar nuestro espíritu, necesitamos tiempo que sea solo para nosotros.

La recomendación experta es, cada semana, tomarse una noche -o un par de horas- para hacer algo que no sea laboral ni familiar. Idealmente, esto implica un compromiso con algo que sea divertido sólo para ti: haz un voluntariado, métete a un equipo de fútbol, inscríbete a un taller de manualidades. 

Hacer un compromiso suena logísticamente desafiante, y lo es. Pero cuando nos comprometemos con la diversión, la diversión ocurre. Haz los arreglos para el cuidado de tus hijos y ponte de acuerdo con tu pareja; anda incluso si estás cansado o tienes mil cosas que hacer para el trabajo. Después, no estarás tan cansado porque obtendrás los beneficios del autocuidado activo.

Quizás puede tomarte un tiempo descubrir exactamente qué es lo que quieres hacer con regularidad, pero sólo parte haciendo algo. Tu noche libre pronto será el punto culminante de la semana. 

  • Diviértete con esfuerzo antes de divertirte sin esfuerzo.

Incluso las personas más ocupadas tienen algo de tiempo libre – el problema es que gran parte es inesperado, de corta duración o se produce en momentos en que no tenemos mucha energía, como por la noche después de que los niños se acuestan.

El tiempo frente a la pantalla se ajusta increíblemente bien a estas limitaciones, y no hay nada malo con la televisión o las redes sociales. Pero debido a que esta diversión sin esfuerzo es tan… pues, sin esfuerzo, que termina consumiendo la mayor parte de nuestro tiempo libre, incluso si en teoría prefiriésemos pasar más tiempo leyendo, haciendo hobbies o conectando con amigos. 

La solución a este problema es divertirte con esfuerzo; es decir, hacer el esfuerzo de elegir la diversión con esfuerzo, al menos en primer lugar. Cada vez que aparezca un momento de ocio, haz un poco de diversión con esfuerzo primero: lee un libro durante dos minutos antes de cambiar a Twitter, o haz un rompecabezas durante 10 minutos antes de encender Netflix.

Ocurrirá una de 2 cosas. Es posible que te involucres tanto en tu diversión esforzada que simplemente sigas adelante. Pero si no lo haces, de todas formas obtendrás ambos tipos de diversión. El equilibrio cambia y eso hace que las personas estén más satisfechas con su tiempo libre.

Por Equipo Espacio Mutuo

Mutual de Seguridad

Compártelo
Compártelo