¡A moverse!. Estar sentados todo el día puede aumentar nuestro riesgo de morir.

por | Jul 6, 2020 | Vivir Mejor

Por favor, no creas que disfrutamos comunicando noticias así. Pero si The New York Times advierte que un reciente estudio reveló una posible conexión entre la inactividad y las muertes de cáncer, lo mínimo que podemos hacer es advertirte a ti también, sobretodo en estos días en que la pandemia nos tiene yendo de estar acostados a estar sentados gran parte del día.

El estudio es nuevo y de carácter epidemiológico, por lo que no puede demostrar del todo una relación causa y efecto entre ambos factores. Sin embargo, la investigación sugiere que las personas extremadamente sedentarias pueden tener hasta un 80% más de probabilidades de morir de cáncer, respecto a aquellos que pasan mucho más tiempo moviéndose. 

Pero no todo son malas noticias: el estudio también señala que ponerse de pie y caminar puede disminuir el riesgo de forma significativa, incluso aunque sea una caminata lenta o de apenas unos cuantos minutos al día. 

EVIDENCIA DE LARGA DATA 

Los expertos ya se han encargado de demostrar que pasar todo el día en una silla no es bueno para las personas. Estudios anteriores han relacionado el estar sentados por prolongados períodos de tiempo con un mayor riesgo de enfermedades al corazón, diabetes tipo 2, obesidad y muerte prematura; otros incluso han asociado la inactividad con las muertes de cáncer. 

Pero todos estos estudios se basaban en la percepción de los propios sujetos acerca de cuántas horas al día pasaban sentados, por lo que la información no era precisamente confiable. Además, ningún estudio examinó antes cómo el ejercicio esporádico podría alterar el riesgo. Al menos, hasta ahora. 

EL ÚLTIMO DESCUBRIMIENTO

En junio de este mismo año, se publicó el último estudio de los investigadores del Centro de Cáncer de la Universidad de Texas, Estados Unidos, quienes se dedicaron, junto a otras instituciones del país, a examinar toda la data preexistente sobre los factores de riesgo para ciertas enfermedades. 

Con ese objetivo inicial, el estudio consideró a un grupo multirracial de más de 30.000 hombres y mujeres de mediana edad y mayores y, a partir de 2002, reunió detalles sobre su salud, estilo de vida y condiciones médicas. Algunos de estos voluntarios también acordaron usar un sofisticado rastreador de actividades durante aproximadamente una semana, para registrar objetivamente con qué frecuencia y vigor se movían y cuánto se sentaban.

Los investigadores reunieron los registros de aproximadamente 8.000 de los voluntarios que habían usado el rastreador en algún momento. Estos hombres y mujeres tenían al menos 45 años cuando se unieron al estudio, con un estado de salud que variaba desde bueno a dudoso. Algunos tenían sobrepeso, eran fumadores, diabéticos o tenían presión arterial alta, mientras otros eran relativamente delgados y declararon practicar ejercicio regularmente.

LOS RASTREADORES DE ACTIVIDAD

Los investigadores verificaron los datos de los rastreadores de actividad de los voluntarios, señalando cuántas horas por día, en promedio, estuvieron objetivamente inmóviles. La mayoría eran bastante sedentarios: como grupo, habían pasado cerca de 13 horas al día, de las 16 total de la jornada, sentados en una silla o inactivos.

Pero hubo diferencias. Algunas personas se habían levantado y se movían con bastante frecuencia, ya sea realizando actividades de ligera intensidad como pasear, limpiar la casa y hacer jardinería, y otras se dedicaban a hacer ejercicio activamente, de acuerdo con las lecturas de sus rastreadores de actividad. 

Los investigadores dividieron a los voluntarios en tercios, según la cantidad de tiempo diario que pasaban sentados. Luego verificaron los registros de defunción de todos, para ver quién podría haber fallecido recientemente de cualquier tipo de cáncer.

Finalmente, examinaron si, estadísticamente, sentarse más aumentaba la probabilidad de morir de cáncer. Y, al parecer, lo sí lo hacía: los hombres y mujeres en el grupo que habían pasado la mayor cantidad de horas sentados tenían un 82% más de probabilidades de haber muerto de cáncer durante el período de seguimiento del estudio, que aquellos en el grupo que  habían pasado menos tiempo sentados. La asociación se mantuvo cuando los investigadores controlaron las edades, el peso, el sexo, el estado general de salud, el hábito de fumar, la educación, la ubicación geográfica y otros factores de sus vidas personales.

Todo esto llevó al estudio a plantear la siguiente conclusión: permanecer sentados durante horas sí aumenta la probabilidad de que alguien eventualmente muera de cáncer, incluso si de lo contrario se encontraba bien.

LA OTRA CARA DE LA MONEDA: MOVERSE COMO PREVENCIÓN

Pero no todo son malas noticias. Los científicos hicieron un hallazgo más alentador cuando modelaron cómo se podrían modificar estos factores de riesgo si alguien, en teoría, comenzara a moverse más. 

Así descubrieron que por cada 30 minutos que alguien hacía ejercicio en lugar de continuar sentado, el riesgo de morir de cáncer disminuyó en un 31%. Incluso cuando el ejercicio no era formal, sino que la persona más bien había reemplazado al menos 10 minutos de su rutina habitual por un paseo suave o tareas domésticas, el riesgo de morir se redujo, aproximadamente, en un 8%. 

Tomados en conjunto, estos datos sugieren que “incluso una pequeña cantidad de actividad física adicional, sin importar cuán ligera sea, puede tener beneficios para la supervivencia al cáncer”, dice la Dra. Susan Gilchrist, cardióloga del MD Anderson Cancer Center, quien trabaja con pacientes con cáncer y dirigió el nuevo estudio.

A CONSIDERAR: IMPRECISIONES DEL ESTUDIO

Sin embargo, la investigación tiene muchas limitaciones que es importante tener presentes. En primer lugar, analizó la mortalidad por cáncer, no el riesgo de desarrollar la enfermedad, y agrupó todos los tipos de cáncer. 

Pero quizás lo más importante es que este tipo de estudio prospectivo no puede confirmarnos que sentarse más provoca una mayor mortalidad por cáncer, sino que apenas puede decir que ambos están vinculados. Tampoco ofrece pistas sobre cómo el estar sentado aumenta los riesgos, y si la inactividad cambia directamente nuestros cuerpos o si otros factores, incluido lo que comemos o bebemos mientras estamos sentados, influyen en cómo estar sentado aumenta nuestro riesgo de morir de cáncer.

La Dra. Gilchrist sostiene que ella y sus colegas esperan examinar algunos de esos problemas en estudios futuros, pero que, incluso tomando en cuenta estas advertencias, los resultados deberían resultar estimulantes

“La conclusión tangible es que podemos decirle a las personas que no tienen que salir a correr un maratón para reducir potencialmente el riesgo de morir de cáncer”, dice la experta. “Parece que levantarse y caminar por la sala de estar durante unos minutos cada una hora o más podría marcar una diferencia significativa”.

Tras meses de encierro, encontrar la motivación suficiente para ponernos de pie y movilizarnos dentro de nuestras mismas casas puede resultar sorprendentemente difícil. El espacio es reducido y poco estimulante – es fácil pensar que, en realidad, no representa ningún beneficio importante para nuestra salud. Lo importante es animarse a la realización de actividad física, tal como los que recomendamos en nuestro pasado artículo sobre el ejercicio físico para adultos durante el confinamiento

Afortunadamente, estudios como este pueden funcionar como ese pequeño empujón que a veces se necesita para hacer el esfuerzo de pausar el trabajo por un momento, ponernos de pie y focalizarnos en nuestro cuerpo: estirar nuestros huesos, despertar nuestros músculos y despejar la cabeza. 

Por Equipo Espacio Mutuo

Mutual de Seguridad

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