Sí, es seguro que abran los colegios… 175 expertos en salud pública dan su opinión
Pareciera estar en boca de todos últimamente, la polémica más reciente de la discusión pública: ¿Es seguro abrir los colegios? Mientras en Chile opinan políticos, profesores, apoderados e incluso los mismos estudiantes, en Estados Unidos los funcionarios de la salud parecieran ya haber llegado a una conclusión. El diario The New York Times realizó una encuesta a 175 expertos pediátricos especializados en enfermedades infecciosas, en la que debían responder sólo una pregunta: “¿Debería la vacunación de un grupo determinado (como los profesores, padres o estudiantes) ser un prerrequisito para la apertura de los colegios?”.
¿El resultado? Sólo un 14% de los expertos votó que SÍ, mientras que el 86% restante votó que NO.
LA SEGURIDAD YA ESTÁ
Por si lo estás pensando, no – no es como que estos expertos no crean en el virus ni en las medidas de prevención sanitarias, sino todo lo contrario. La mayoría de los pediatras consultados estuvieron de acuerdo en que, siempre y cuando se exija el uso universal de mascarilla, distanciamiento físico, ventilación adecuada y la eliminación de actividades en grupos grandes, ya es suficientemente seguro para que los colegios reciban a sus estudiantes de educación básica de forma presencial.
Según indicaron, si bien suma a la prevención, ven que las vacunas para profesores y estudiantes aportan, pero no son condición necesaria como para retrasar de manera prolongada el regreso a las salas de clase y enseñar de manera segura a los niños.
Actualmente, sin embargo, los colegios continúan dependiendo de las métricas de contagios en la zona. «No hay ninguna situación en la que las escuelas no puedan estar abiertas a menos que tengan evidencia de transmisión dentro de la escuela», dijo el Dr. David Rosen, profesor asistente de enfermedades infecciosas pediátricas en la Universidad de Washington, Estados Unidos. Y él no es el único – un gran porcentaje de los expertos consultados determinó que los colegios sólo deberían cerrar cuando hay casos de COVID-19 en el propio colegio.
LA OTRA CARA DE LA MONEDA
Pero, tanto en Estados Unidos como en nuestro país, no todos se encuentran en la misma posición. Algunos legisladores, administradores escolares, asociaciones de padres y de profesores han indicado que no quieren regresar a los colegios hasta que tanto los profesores como todos los estudiantes hayan sido vacunados.
Algunos de los 175 expertos de la encuesta también coincidieron en que las escuelas abiertas plantean riesgos, especialmente para los adultos que trabajan allí, y dijeron que muchas partes del país aún no han controlado el virus lo suficiente como para abrirlas de manera segura.
«El hecho de que la apertura de las escuelas no esté causando niveles más altos de transmisión en la comunidad no significa que no exista un riesgo individual para los maestros y el personal», dijo la Dra. Leana Wen, médica de emergencias y profesora de políticas de salud en la Universidad George Washington, Estados Unidos. “Si hubiéramos querido que las escuelas reabrieran de manera segura, deberíamos haber trabajado duro como sociedad para mantener bajas las tasas de transmisión e invertir recursos en las escuelas”, explicó.
LA CIENCIA SE PONE AL DÍA
El desajuste entre las políticas preferidas por los expertos y las reglas que determinan la apertura de los colegios refleja consideraciones políticas y demandas gremiales – pero también cambios en la comprensión del virus por parte de los científicos: muchas políticas escolares se desarrollaron hace meses, antes de la creciente evidencia de que el COVID-19 no se propaga fácilmente en las escuelas que adoptan precauciones básicas de seguridad. Las indicaciones podrían cambiar nuevamente, ya que todos expresaron cierta preocupación por las nuevas variantes del coronavirus que podrían interrumpir los planes de apertura escolar.
«El cierre de la escuela el 2020 fue la decisión correcta: no sabíamos mucho sobre el COVID en ese momento y no sabíamos qué papel podían desempeñar los niños en la transmisión», dijo el Dr. Mitul Kapadia, director de medicina física pediátrica de la Universidad de California, Estados Unidos. “Lo sabemos ahora, y sabemos que las escuelas pueden abrir de manera segura. El miedo está guiando las decisiones incluso en contra de la orientación y las recomendaciones de la comunidad médica y de salud pública», dice.
«Entiendo completamente el temor de los maestros y otros empleados de la escuela de regresar, pero ahora hay muchos estudios científicos bien realizados que demuestran que es seguro que los colegios vuelvan a abrir con las precauciones adecuadas, incluso sin vacunación«, dijo la Dra. Rebecca Same, profesora asistente de enfermedades infecciosas pediátricas en la Universidad de Washington, Estados Unidos. «Es mucho más probable que se infecten de la comunidad externa y de los miembros de la familia que de los contactos escolares».
LA OTRA EPIDEMIA POR CONSIDERAR
A pesar de las consideraciones sanitarias, la mayoría de los expertos que participó en la encuesta estuvo de acuerdo en algo: los riesgos de no asistir a la escuela son mucho mayores. “La crisis de salud mental causada por el cierre de colegios será una pandemia peor que la del COVID”, dijo la Dra. Uzma Hasan, jefa de división de enfermedades infecciosas pediátricas de RWJBarnabas Health en Nueva Jersey.
Mientras algunas instituciones educativas postulan la idea de acortar la asistencia presencial a la media jornada, los expertos replicaron que limitar el tiempo en la escuela aumenta otros riesgos, como impedir el desarrollo social de los niños, interrumpir las rutinas familiares y aumentar la posibilidad de que los niños se expongan a un grupo más grande de personas fuera de la escuela.
Los expertos expresaron su profunda preocupación por otros aspectos de las vidas de los estudiantes al quedarse en casa, como depresión, hambre, ansiedad, aislamiento y pérdida de aprendizaje. Aunque estos expertos se especializaron en la salud física de los niños, muchos llegaron a la conclusión de que los riesgos para la salud mental, las habilidades sociales y la educación superaban los riesgos del virus en los menores de edad, que son los que además tienen más baja tasa de contagio.
«El aprendizaje y la salud emocional y, en algunos casos, física de los niños se ven gravemente afectadas por estar fuera de la escuela», dijo la Dra. Lisa Abuogi, médica pediátrica de emergencias de la Universidad de Colorado, expresando su apreciación personal. “Paso parte de mi tiempo clínico en Urgencias, y la cantidad de angustia mental que estamos viendo en los niños relacionados con las escuelas es increíble”.
Sin lugar a dudas, no es una decisión sencilla. Los aspectos por considerar son múltiples y complejos, tanto desde el lado sanitario hasta el más emocional. La discusión pública es necesaria y enriquecedora, especialmente porque nos permite escuchar las experiencias de aquellas personas cuyas vidas giran en torno a la educación – los profesores y los estudiantes. Y si bien sus voces son indispensables para la decisión final, es importante también equilibrarlas con el aporte científico, en constante trabajo y evolución.
Sea lo que sea que ocurra durante marzo en nuestro país -y más adelante, en el resto del mundo- con el inicio del año escolar, esperamos que artículos y encuestas como ésta ayuden a esclarecer un poco más cuáles son los pasos a seguir para que sigamos aprendiendo a vivir y trabajar con la presencia del virus en nuestras vidas.